"La captura de la Red Avispa demostró demasiados fallos en el sistema de inteligencia del régimen cubano, lo que era resultado también del desmantelamiento del MININT que se produjo tras los casos de Arnaldo Ochoa y José Abrantes en 1989. Los altos jefes y personal de las FAR irrumpieron en el MININT y a los antiguos jerarcas de la DI eso no les hacía ninguna gracia"Menciona algunas falacias del libro Los últimos soldados de la Guerra Fría del brasileño Fernando Morais en el que está inspirada la reciente película The Wasp Network:
"El libro de Morais fue hecho con el visto bueno de la Seguridad cubana, auspiciado y autorizado por el gobierno cubano. No lo digo yo, lo cuenta el autor al final del texto, donde agradece a varios colaboradores en Miami, por cierto, algunos de ellos insertados en los medios periodísticos locales. ¿Puede esperarse acaso alguna veracidad cuando se parte de las versiones manipuladas de los hechos? Lo curioso es que han entregado esas producciones cinematográficas a realizadores extranjeros, porque así las mentiras pueden cobrar alguna atención internacional en bocas ajenas, para que el mentiroso habitual que es Cuba no sea el emisor directo. Una burla. ¿Qué trabajo de investigación pudo hacer Morais con la información que Cuba le autorizó a usar? […] Morais no hizo más que recolectar la información pertinente para complacer el relato oficial del gobierno cubano. Él dice haber tenido acceso a todo la documentación del caso, de la mano de sus ayudantes aquí en Miami. No se explica entonces la omisión de las evidencias del expediente de la fiscalía con mensajes entre los oficiales ilegales y la dirección de la DI, en las cuales queda al descubierto que las prioridades de la red eran obtener información del Comando Sur, penetrar bases militares en la Florida, identificar lugares vulnerables para introducir armamento en territorio de Estados Unidos, organizar sabotajes para prender fuego a hangares de avionetas y otras actividades nocivas a la seguridad nacional de Estados Unidos. El cuento de que la red vino a neutralizar a los exiliados cubanos es imposible de digerir cuando se leen esos documentos"Y se refiere a algunas interioridades de la verdadera Red Avispa:
"A Hugo Soto me unía una vieja relación de juventud y eso ayudó a una mejor relación de trabajo, aunque Ivette tuvo varios encontronazos con él. Hugo Soto me contó muchas cosas que quizás no debía como las armas que transportó desde México para el atentado a Luis Posada Carriles en Guatemala, en 1990. Él me pidió incluso acompañarle al rastreo de Jorge Mas Canosa, quien visitaba una casa en un islote de los Cayos frecuentemente. De Gerardo Hernández, a quien nunca nos imaginamos como jefe de la red, debo decir que fue una persona cordial y comprensiva con nosotros. Fue muy desagradable saber que estuvo involucrado en los preparativos para el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate. El más peligroso de todos nos parecía Labañino, que era un déspota, un tipo violento, arrogante, y estuvo encargado de la penetración del Comando Sur, además de que se mantuvo operando contra la base de la fuerza aérea de Mac Dill, en Tampa, donde se controla el tráfico aéreo militar de Estados Unidos hacia y desde Centro, Suramérica y el Caribe"
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