Por Guillermo A. Belt
En estos días del mes de julio hace 68 años tuvo lugar en
la capital de Panamá la primera reunión de presidentes de los países de América
Latina y el presidente de los Estados Unidos. Un artículo publicado en el sitio
del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, cepc.gob.es, titulado La
mayor conferencia de Jefes de Estado de la historia, comenzaba así:
De los 19 presidentes que asistieron a la reunión en Panamá once eran militares y sólo ocho eran civiles. Al respecto el autor del artículo comenta: En cuanto al origen de su poder, puede observarse que más de la mitad de ellos lo obtuvieron mediante un golpe de fuerza o de algún modo que sería difícil considerar como estrictamente democrático.
Prueba al canto. Entre los generales ocupantes de la presidencia se encontraban Fulgencio Batista Zaldívar (Cuba), Pedro Aramburu (Argentina), Carlos Ibáñez del Campo (Chile), Héctor Trujillo Molina (República Dominicana), Dwight Eisenhower (EE.UU.), Paul Magloire (Haití), Anastasio Somoza (Nicaragua) y Alfredo Stroessner (Paraguay). Completaban el elenco militar tres coroneles: José María Lemus (El Salvador), Carlos Castillo Armas (Guatemala) y Marcos Pérez Jiménez (Venezuela).
Los ocho presidentes civiles fueron Hernán Siles Suazo (Bolivia), Juscelino Kubitschek (Brasil), José Figueres (Costa Rica), José María Velasco (Ecuador), Adolfo Ruiz Cortines (México), Ricardo Arias Espinosa (Panamá), Manuel Prado (Perú) y Alberto F. Zubiría (Uruguay).
Los únicos mandatarios ausentes fueron Julio Lozano Díaz (Honduras) y el General Gustavo Rojas Pinilla (Colombia). Ambos se adhirieron mediante expresivos mensajes a lo acordado en Panamá.
Fulgencio Batista y Ike Eisenhower durante la cumbre |
La predicción pesimista del autor del artículo, Tomás de Arandía, no se cumplió. Del 12 al 14 de abril de 1967, por iniciativa de la OEA al igual que en Panamá, se celebró en Punta del Este, Uruguay la Reunión de Jefes de Estado Americanos. En esta ocasión se contó con la participación del Primer Ministro de Trinidad y Tobago, nuevo estado miembro de la OEA, y con la asistencia de representantes de varios países no miembros que más tarde ingresarían en la organización regional: Barbados, Canadá, Guyana y Jamaica.
Presidía Argentina otro general, Juan Carlos Onganía. En cambio, Colombia pasaba de un general a un mandatario civil, el doctor Carlos Lleras Restrepo, así como Chile, en Punta del Este presidido por Eduardo Frei. Guatemala, Nicaragua y República Dominicana también pasaban a tener civiles en la presidencia con Julio César Méndez, Lorenzo Guerrero y Joaquín Balaguer, respectivamente. Venezuela contaba con Raúl Leoni en lugar del coronel Pérez Jiménez. En Paraguay continuaba al mando el General Stroessner.
En 1956 el tema principal fue el desarrollo económico de América Latina con la colaboración de los Estados Unidos. En 1967 la reunión presidencial se centró en la misma aspiración, esta vez mediante el programa llamado Alianza para el Progreso, lanzado por John F. Kennedy y manejado en Punta del Este por el sucesor del presidente asesinado, Lyndon B. Johnson.
Del 9 al 11 de diciembre de 1994 se celebró en Miami la Cumbre de las Américas, a la que habrían de suceder varias más: 1996 en Santa Cruz, Bolivia; 1998 en Santiago, Chile; 2001 en la ciudad de Quebec, Canadá; 2004 en Monterrey, México; 2005 en Mar del Plata, Argentina; 2009 en Puerto España, Trinidad y Tobago; 2012 en Cartagena, Colombia. En 2015 volvió a celebrarse en la ciudad de Panamá. Como un viaje a la semilla, diría Alejo Carpentier.
Mientras que en todas las ocasiones citadas se habla de mayor desarrollo económico para los países de América Latina, agregando los del Caribe angloparlante, y en tanto que en frecuentes comunicados del Departamento de Estado de EE.UU. se hace alusión al tema, se observa el creciente interés que países alejados de nuestra región, como China y en menor grado Rusia e Irán, muestran por participar en grandes proyectos de desarrollo, entre ellos puertos de gran calado, represas y aeropuertos. De ahí la pregunta formulada en el título de este aporte.
También se habla de democracia, elecciones libres y derechos humanos. Esto a pesar de que en Cuba no se cumplen estos nobles objetivos desde hace 72 años; no obstante que se violan impunemente y a diario en Nicaragua, como en Venezuela y Bolivia.
Mientras más cambian las cosas, más siguen siendo lo mismo. (Suena mejor en francés.)
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