Friday, March 29, 2019

ACTO DE INVESTIDURA EN EL CAMBRIDGE COLLEGE

LA ACADEMIA DE LA HISTORIA DE CUBA EN EL EXILIO, CORP.

con el patrocinio del

CENTRO CULTURAL CUBANO DE BOSTON.



INVITA


AL ACTO DE INVESTIDURA DE LOS NUEVOS ACADÉMICOS

Ing. Alberto B. Calvo y Paul V. Montesino, PhD.


A efectuarse el sábado 13 de abril de 2019 a las 12:00 PM en el

CAMBRIDGE COLLEGE

500 Rutherford Avenue, Room 1425/1434

Boston, MA  02128



PROGRAMA



Palabras de Bienvenida por Alberto Vasallo, Jr., Presidente del Centro Cultural Cubano de Boston y Fundador y Presidente (retirado) del periódico El Mundo de Boston.

Discurso de Investidura del Ing. Alberto B. Calvo, con el título de “Operación Pedro Pan: Familia, Separación, Libertad.”

Discurso de Investidura del Dr. Paul V. Montesino, con el título de “De los Profetas y sus Profecías.”

Discurso de Respuesta a los investidos y entrega de diplomas por el Dr. Octavio de la Suarée, Secretario de la AHCE.

Refrigerio.

QUEDAN TODOS INVITADOS

Hoy, se proyecta la película El Súper en la Biblioteca Pública de Nueva York

Para celebrar el 40 aniversario del estreno de ese clásico del cine cubano en el exilio se proyectará en la biblioteca de la 42nd y la 5th Ave. a las 2:00 pm:

DIRECTED BY LEÓN ICHASO & ORLANDO JIMENEZ LEAL
EL SUPER, celebrating its 40th Anniversary, is a tragicomedy that was one of the first to portray the life of a working-class Cuban family in the United States. 
Produced by Manuel Arce. Based on the original play written and directed by Ivan Acosta.
Cast: Raimundo Hidalgo-Gato, Zully Montero, Reynaldo Medina, Juan Granda, Elizabeth Peña, Ana Margarita Martínez Casado, Hilda Lee, Phil Joint.  Cuba/USA, 1979, 1 hour 20 minutes   INTRODUCTORY REMARKS BY RAUL BARCELONA, AWARD-WINNING FILMMAKER, ARTIST, AND EDUCATOR **WITH AN APPEARANCE BY IVÁN ACOSTA** 

FRIDAY, MARCH 29, 2019 | 2 PM PROGRAM ROOM | DOORS OPEN AT 1:30 PM

El escritor cubano Enrique del Risco recibe Premio Unicaja por su novela 'Turcos en la niebla'

Image result for enrique del risco turcos en la niebla 

La Fundación Unicaja hizo entrega, este martes, del Premio de Novela Fernando Quiñones al escritor cubano Enrique del Risco por su obra Turcos en la niebla, informó el diario Andalucía Información.
El pasado mes de noviembre se había notificado que la vigésima edición del premio había sido ganada por el cubano gracias a su novela, un retrato de la vida contemporánea de una comunidad latina a orillas del río Hudson. El galardón viene aparejado con 30 mil euros.
Estuvieron presentes en el acto, celebrado en el Centro Fundación Unicaja de Cádiz, Rafael Muñoz, director de Actuaciones Socioculturales de la Fundación Unicaja; Valeria Ciompi, en representación de Alianza Editorial; entre otros.
La novela del cubano, radicado en New York, impresionó al jurado al "recuperar un lenguaje perdido" y por "su decidida crítica al castrismo, al exilio y al postcastrismo".
Turcos en la niebla narra la historia de un cubano exiliado que se atrinchera, armado hasta los dientes, en su taller de carpintería para impedir que éste le sea embargado por falta de pagos. Mientras espera la llegada de la policía se dirige, a través de Facetime, a todo el que quiera escucharlo para explicar las razones de su acción.
Su relato se entrelaza con el de tres de sus amigos -un crítico de arte, un buscavidas y una psicóloga argentina- para ofrecer "un fresco de la vida contemporánea de una comunidad latina a orillas del río Hudson, de un grupo de exiliados y de hitos de la historia política y cultural del continente americano". 
Enrique del Risco Arrocha, nacido en la capital cubana en 1967, es graduado de Historia del Arte en la Universidad de La Habana. También, posee un doctorado de literatura latinoamericana por la Universidad de Nueva York, donde actualmente ejerce de docente.
Entre sus obras más reconocidas se encuentran: Pérdida y recuperación de la inocencia (1994), Leve Historia de Cuba (2007), ¿Qué pensarán de nosotros en Japón? (2008), Siempre nos quedará Madrid (2012) y Enrisco para presidente (2014).
El Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones es uno de los más prestigiosos en su género, a nivel internacional. El objetivo del mismo, es apoyar la cultura, sobre todo, en el ámbito de las letras. Existen otras categorías, relacionados con la lírica y el relato.
Luego de la entrega de dicho galardón, la vigésima primera entrega del Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones quedó oficialmente inagurada. El plazo de admisión de la nueva convocatoria finaliza el próximo 1 de julio.
Podrán presentarse todos los escritores mayores de edad -de cualquier nacionalidad- siempre que sus obras estén escritas en castellano. No se aceptan trabajos cuya extensión sea menor de 150 folios o que hayan sido premiadas con anterioridad. La proclamación del fallo tendrá lugar el 17 de noviembre, del presente año.

Tuesday, March 26, 2019

Aquellos tiempos grises que no debemos olvidar los cubanos*

Por Luis Cino
El llamado Quinquenio Gris duró mucho más de cinco años. No concluyó, como pretenden algunos, en 1976, cuando el Consejo Nacional de Cultura fue reemplazado por el Ministerio de Cultura: la grisura no se empezó a disipar hasta los primeros años 80.

Tampoco se inició en 1971, con el Congreso de Educación y Cultura y el Caso Padilla. Ya antes se avizoraba la oscuridad que vendría. Aun antes de que en 1968 se iniciara la ordalía contra Heberto Padilla y Antón Arrufat; antes de que empezara a disparar inmisericordemente contra los escritores, desde las páginas de Verde Olivo, la revista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, aquel ectoplasma estalinista que firmaba Leopoldo Ávila y que todavía no se sabe a ciencia cierta si era en realidad el teniente Luis Pavón, José Antonio Portuondo o ambos a dúo.

Seis años antes de que el teniente Armando Quesada ordenara quemar los muñecos del Guiñol Nacional, y de que una extremista recalcitrante y obtusa como Magaly Muguercia se creyera capacitada para decidir que el teatro cubano tenía que ser obligatoriamente “una expresión socialista”, tan temprano como 1965, ya otros personajes, imbuidos de “fervor revolucionario”, se erigían en inquisidores hasta extremos que resultarían risibles si no fuesen monstruosos.

Fue el caso, por ejemplo, del escritor y folklorista Samuel Feijóo. El 15 de abril de 1965, para ponerse a tono con las UMAP y aquel comunicado de la Unión de Jóvenes Comunistas que chillaba, “¡Fuera los homosexuales y los contrarrevolucionarios de nuestros planteles”, el autor de “Juan Quinquín en Pueblo Mocho” publicó en el periódico El Mundo un comentario titulado “Revolución y vicios”, una preciosura rabiosamente homofóbica de la cual citaré unos fragmentos que no tienen desperdicio.

Decía Feijóo: “Este país virilísimo, con su ejército de hombres, no debe ni puede ser expresado por escritores y artistas homosexuales. Porque ningún homosexual representa la Revolución, que es un asunto de varones, de puño y no de plumas, de coraje y no de temblequeras, de entereza y no de intrigas, de valor creador y no de sorpresas merengosas. Porque la literatura de los homosexuales refleja sus naturalezas epicénicas, al decir de Raúl Roa. Y la literatura revolucionaria verdadera no es ni será jamás escrita por sodomitas”.

Y continuaba más adelante: “No se trata de perseguir homosexuales, sino de destruir sus posiciones, sus procedimientos, su influencia. Higiene social revolucionaria se llama eso. Habrá de erradicárseles de sus puntos clave en el frente del arte y de la literatura revolucionaria. Si perdemos por ello un conjunto de danza, nos quedamos sin el conjunto de danza enfermo. Si perdemos un exquisito de la literatura, más limpio queda el aire. Así nos sentiremos más sanos mientras creamos nuevos cuadros viriles surgidos de un pueblo valiente”.

El pedido de Samuel Feijóo sería complacido con creces, con la depuración no solo de los homosexuales, sino también de los religiosos, los aburguesados, los melenudos (“enfermitos” y “elvispreslianos” los llamaba el Máximo Líder) y todo aquel sospechoso de “problemas ideológicos”. Como el mismo Feijóo, al que no dudaron en echar a cajas destempladas de la Universidad de Las Villas.

La cacería de brujas, que se inició a mediados de los 60, alcanzaría su clímax a partir de 1971. Todavía duraba en los días del éxodo de Mariel, en 1980. Desde entonces ha llovido mucho. Y sobre lo mojado. Algunas cosas han cambiado un poco, y otras, la mayoría, no tanto.

Molestará que escarbe en las grisuras y negruras a esos con el Síndrome de Estocolmo que han decidido olvidar y perdonar “los errores” y horrores del pasado, especialmente algún que otro Premio Nacional de Literatura y homenajeado en las ferias del libro.

Preferirán no recordar la parametración, y aquellos telegramas que los citaban a una oficina en la Quinta Avenida de Miramar, donde tenían que hacerse “una autocrítica” ante la Comisión de Evaluación del Consejo Nacional de Cultura, presidida por el teniente Armando Quesada, que en vista de los “errores confesados” y su “falta de idoneidad”, planilla mediante, les aplicarían la Resolución 3, y para darles una oportunidad de reivindicarse y de que no los agarrara la Ley de la Vagancia, los enviarían a trabajar a la construcción, a una fundición, como sepultureros o a empaquetar libros y revistas en una biblioteca municipal.

Preferirán obviar que hubo quienes fueron a parar a la cárcel. Como Pepe Camejo, el más importante de los titiriteros cubanos, o el escritor René Ariza, a quien condenaron a ocho años de encierro.

A los olvidadizos y magnánimos perdonadores de los inquisidores de ayer les puede molestar que un majadero hurgue en las llagas, que reviva los malos recuerdos, pero se hace muy oportuno volver sobre este tema, hoy que el decreto 349 amenaza con devolvernos a los candados, las prohibiciones y las grisuras.

*Tomado de Cubanet. Luis Cino es un escritor y periodista residente en La habana.

Monday, March 25, 2019

LA NIÑA DE GUATEMALA NO MURIO DE FRIO NI DE AMOR


Por Santiago Cárdenas


Los recién casados, Pepe y Carmen, ambos de 24 años y muy enamorados, llegaron a Ciudad de Guatemala en los primeros días de enero, justo a tiempo para que Martí comenzara sus clases en la Escuela Normal Central de la capital.

 A los pocos días Martí recibió una nota que decía así : “Hace días  que llegaste  a Guatemala y no has venido a  verme. ¿Porqué eludes tu visita? Yo no tengo resentimiento contigo, porque tú siempre me hablaste con sinceridad respecto a tu situación moral de compromiso matrimonial con la srta.  Zayas Bazán. Te  suplico que vengas cuanto antes” – María.

María García Granado y Saborío era una de las hijas de las  cinco que tenía don Miguel García Granados, el muy respetado ex presidente de Guatemala. Las fotos la muestran como una muy bonita quinceañera de aspecto sereno; pelo largo,como  seda,  negrísimo con trenzas,  y vestidos muy  elaborados. Cantaba bien y tocaba el piano con prestanza, cuando animaba las fiestas en la Escuela de  Mujeres de Centroamérica donde Martí impartía clases gratuitamente.
Miguel García Granados


 Pero estas actividades artísticas quedaban mas bien reservadas  para el interior de las casonas de la aristocracia capitalina. El ex presidente no era la excepción y todas las semanas invitaba a un grupo de  matrimonios y a amigos de su estima  para  jugar dominó o ajedrez,tomar café,  charlar, oír música o declamación.

Existen dos versiones – la de los hermanos Izaguirre, exiliados cubanos -- acerca de cuando Carmen y Pepe se conocieron a la llegada de Martí por primera vez a  Guatemala. La de Manuel José: relata que al segundo día de su  arribo a Guatemala, Martí fue invitado a una fiesta de disfraces en casa del General García Granados. Estando en el lobby  vió entrar a una joven disfrazada de egipcia y pidió que se la presentaran. El flechazo de Cupido fue inmediato, como una “chispa eléctrica”, hiriendo a ambos con gran intensidad. Amor a primera vista.

La historia de  su hermano, José María, que era el director de la Escuela Centroamericana de Mujeres , es algo diferente : dice que ellos se conocieron  en una velada el 21 de marzo de 1877, organizada por él. Allí María cantó y tocó el piano.

Luego, las visitas de Martí  a las tertulias de los García Granados se sucedieron  hasta su regreso a  México a fines de ese año para  las vacaciones de Navidad y contraer matrimonio, según aclaró a la familia del ex presidente desde los primeros momentos del idilio con María.

Al regresar, ya casado,  continuó visitando la casa de los García Granados, pero  esporádicamente, como lo  demuestra  el album de bodas  que Carmen le llevó  al expresidente para su firma. No se conoce con certeza  si hubo algún otro encuentro  entre María y Martí a espaldas o en presencia  de Carmen en los cuatro meses que transcurrieron desde principios de enero  hasta el 10 de mayo  de 1878 cuando  murió María.


LA NIÑA DE GUATEMALA

Lo que inmortalizó a la García Granados fue una poesía de Martí escrita trece años mas tarde en Nueva York en su Versos Sencillos (IX). En esos momentos su matrimonio con Carmen estaba  acabado, a pesar de las dos visitas que ella hizo con su hijo Ismaelillo a la Gran Metrópoli con el único propósito de salvar su matrimonio.

La poesía es una joya literaria conocida  en todo el mundo y traducida a todos los idiomas. Una alegoría del romance que no pudo ser, entre un poeta romántico  y una jovencita excepcional. Una clásica “ historia de amor” tal como la sintió el autor muchos años después. Pero, carece de veracidad histórica especialmente en lo referente al suicidio implícitamente esbozado en la  séptima  estrofa.

 LOS  HECHOS REALES.- ¿DE QUE MUERE MARIA?

 Existe una historia familiar que  corrió de boca en boca por varias generaciones con visos de realidad. Está  sostenida y grabada  en Cuba  en el 2008 por Sergio García Granados un descendiente directo  de la joven  por vía paterna que la oyó de su mamá, que fue contemporánea de la difunta.

María,  que  tenía un resfriado,  fue a bañarse en un río o lago a insistencia de un prima, una actividad  habitual en ellas. Eso  ocurrió  a fines de abril o principios de mayo. El catarro, que ya padecía, empeoró en los días subsiguientes por lo que llamaron al médico de la familia que poco pudo hacer dado los limitados recursos  de la época.

Esa evolución tórpida es típica de las infecciones respiratorias “altas” virales cuando “bajan” a alvéolos o bronquios transformándose en neumonías bacterianas ; o agravando una tuberculosis pre existente de la cual no hay evidencias históricas.

Abril  y mayo son los meses mas calurosos  según las  estadísticas del clima guatemalteco  que revisé (máximas promediando los 80 F). Por tanto, no había frío en el agua.No conocemos la hora del fatal baño, ni el tiempo que duró.

No hay registros históricos de una epidemia de influenza en esos años en Latinoamérica; ni es la época de las  epidemias recurrentes  de esta enfermedad. La fiebre tifoidea es posible si se bebe agua infectada o se traga un sorbo por descuido.

Por  último, La Niña pudo haber muerto de una leptospirosis dada las malas condiciones higiénicas  de las aguas de la ciudad , especialmente ríos y arroyos donde orinan las ratas infectadas.La leptospirosis tiene una gran mortalidad y era desconocida  en esa época. Weil descubrió la espiroqueta infectante unas dos décadas después.

A dos  meses del trágico deceso, el 6 Julio de 1878, los Martí regresaron a Cuba,  Carmen con seis meses de embarazo, acojidos a la amnistía decretada por Arsenio Martínez Campos en la estela del Pacto del Zanjón .

Thursday, March 14, 2019

Carta abierta sobre la situación en Venezuela*

¡Pobre Venezuela! Después de haber emprendido lo que anunció como un proceso radical de transformación social, que debía marcar un punto de inflexión en la ideología latinoamericana y garantizar un proyecto de igualdad social bautizado como “el socialismo del siglo XXI", hoy ese país ha terminado convertido en un recinto despótico, donde no solo se violan los derechos políticos más elementales, sino en el que ya apenas se puede sobrevivir con un mínimo de dignidad. De la emancipación prometida a la mendicidad obligatoria; de ilusión de la izquierda continental a prototipo del fracaso, la desesperación y el éxodo: tal es el triste trayecto de la llamada "revolución bolivariana".

Ante la grave situación política y humanitaria que hoy atraviesa Venezuela, los abajo firmantes, intelectuales cubanos que residimos dentro y fuera de la isla, exigimos al gobierno cubano que atienda a las evidencias del desastre social y humanitario, se abstenga de intervenir por cualquier medio en el conflicto político de esa nación y retire a los numerosos "cooperantes", tanto civiles como militares, que cumplen servicio en ese país. Tras seis décadas de una revolución fracasada, tras el hundimiento de esa “Cubazuela” celebrada durante años por el castrochavismo, ya es hora de que Cuba deje de exportar o azuzar conflictos en otros países bajo los pretextos de la solidaridad ideológica, y de que asegure su subsistencia con recursos propios, sin expolio ni injerencia de ningún tipo.
Firman esta carta abierta: Ernesto Hernández Busto, escritor; Ladislao Aguado, escritor y editor; Carlos A. Aguilera, escritor; Janet Batet, curadora y crítico de arte; Yoandy Cabrera, académico; María A. Cabrera Arús, académica; Pablo de Cuba Soria, escritor y editor; Enrique del Risco,escritor y académico; Armando Chaguaceda, politólogo; Paquito D'Rivera, músico, compositor y escritor; Néstor Díaz de Villegas, escritor; Manuel Díaz Martínez, escritor; Jorge I. Domínguez-López, escritor y periodista; Vicente Echerri, escritor; Abilio Estévez, escritor; Gerardo Fernández Fe, escritor; Alejandro González Acosta, escritor y académico; Ginés Gorriz,productor; Kelly M. Grandal, escritora; Natacha Herrera, periodista; José Kozer, poeta; Boris Larramendi, músico; Felipe Lázaro, escritor y editor; Rafael López-Ramos, artista visual; Jacobo Machover, escritor y académico; Roberto Madrigal, escritor; María Matienzo Puerto, escritora y periodista; L. Santiago Méndez Alpízar, escritor; Michael H. Miranda, escritor y académico; Carlos Alberto Montaner, escritor y periodista; Adrián Monzón, artista y productor; Lilliam Moro, escritora; Luis Manuel Otero, artista y activista; Amaury Pacheco del Monte, escritor y artivista; Geandy Pavón, fotógrafo y artista visual; Gustavo Pérez-Firmat, escritor y académico; José Prats Sariol, escritor; Legna Rodríguez Iglesias, escritora; Alexis Romay, escritor; Rolando Sánchez Mejías, escritor; Manuel Sosa, escritor; Armando Valdés-Zamora, escritor y académico; Amir Valle, escritor y Camilo Venegas Yero, escritor y periodista.
*Publicada en el diario español El País.

Saturday, March 9, 2019

Las hermanas de José Martí*

Por Teresa Fernández Soneira

Han permanecido en el anonimato por más de 100 años. Nunca nos hablaron de ellas, ni nos dijeron sus nombres, y en las escuelas no nos enseñaron sus vidas. La mayoría de los cubanos desconoce que José Martí tuvo siete hermanas, siendo él el primogénito. Y aunque quizás, al igual que Leonor Pérez Cabrera, la madre, ellas no estaban de acuerdo con la posición política de su hermano(1), es necesario dar a conocer a estas mujeres que también formaron parte importante de nuestra historia.

-----------
Leonor Pérez Cabrera(2) contrajo matrimonio con Mariano Martí
Navarro(3) en 1852 en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Monserrate en La Habana. Poco más de un año después del nacimiento de José Martí y Pérez en La Habana en 1853(4), vendría al mundo la primera de las hembras.
---------------
Leonor Petrona Martí y Pérez, (La Habana, el 29 de julio de 1854-México, 1900), conocida cariñosamente como “La Chata”, fue bautizada en la capilla del Castillo del Morro. El 16 de septiembre de 1869 Leonor Petrona contrajo matrimonio con Manuel García y Álvarez con quien tuvo cuatro hijos: María M. Andrea, fallecida a los tres años de edad; Alfredo, Oscar y Mario, este último nacido en México entre 1875 y 1876. Leonor fallece del corazón en La Habana, en julio de 1900.
El tercer hijo del matrimonio fue Mariana Salustiana “Ana”
Matilde Martí y Pérez que nace en La Habana el 8 de junio de1 1856. Fue novia del pintor mexicano Manuel Ocaranza e Hinojosa(5). Falleció en México, D.F., el 5 de enero de 1875, a los 19 años. Se conserva un poema de su autoría dedicado a la madre. De ella escribió Martí una crónica y unos versos. He aquí un fragmento: “Impaciente y estúpido el correo, lucha y vence mi amor y mi deseo. Carta es mi carta, más si bien la peso, me une a tu imagen tan estrecho lazo, que es cada frase para ti, un abrazo, y cada letra que te escribo, un beso”(6). (1868)

El 2 de diciembre de 1857, estando la familia residiendo en Valencia, buscando hacerse de un futuro en esa ciudad española, y estar junto al resto de la familia, les nace María del Carmen (La Valenciana) Martí y Pérez, (1857-1900), de ahí que la apodaran «La Valenciana». En 1882 María del Carmen se casa con Juan Radillo y Riera, y de esa unión nacen: Juan Paulino, María del Carmen Eleuteria, Pilar, Enrique y Angélica Mauricia. María del Carmen murió en La Habana, el 14 de junio de 1900.

Se cree que la familia también residió por poco tiempo en Santa Cruz de Tenerife, donde por entonces vivía la madre de doña Leonor. Pero la familia decide regresar a Cuba al no poderse encaminar don Mariano en la Península. Es muy probable que en el viaje de regreso para Cuba doña Leonor fuera embarazada, ya que el 13 de noviembre de 1859 nace en La Habana, María del Pilar Martí y Pérez. Pero la niña fallece en la niñez, cuando contaba solo 6 años, el 12 de noviembre de 1865.


Rita Amelia Martí y Pérez (1862-1944), la sexta de las hembras, nace en La Habana, el 10 de enero de 1862. En 1883 contrae matrimonio con José García y Hernández con el que tiene varios hijos: José Joaquín, Amelina, Aquiles, Alicia, Gloria - que murió a los diecisiete años -, Raúl y José Emilio. Rita Amelia vivió los últimos años de su vida en una casita que le había donado el gobierno de Fulgencio Batista(7). Rita muere en La Habana, el 16 de noviembre de 1944.


La séptima hija del matrimonio, Antonia Bruna Martí y Pérez
(1864-1900), nació en La Habana, el 6 de octubre de 1864. En 1885 contrajo matrimonio con Joaquín Fortún y André. Sus hijos fueron: Joaquín, Ernesto, María y Carlos. Algunos historiadores apuntan que estos dos últimos hijos se establecieron en México donde aún quedan descendientes. La historiadora Olivia América Cano Castro(8) afirma que estos descendientes residen en la ciudad de Tepic, capital del estado de Nayarit. Antonia Bruna falleció en La Habana el 9 de febrero de 1900, pocos meses antes que su hermana María del Carmen.

La última hija que tuvieron Leonor y Mariano fue Dolores Eustaquia «Lolita» Martí y Pérez. Nace el 2 de noviembre de 1865, diez días antes del fallecimiento de su hermana Pilar. Lolita muere en la niñez, el 23 de diciembre de 1873.

Cuando en Cuba corrían los terribles años de las conspiraciones y el comienzo de la guerra de los Diez Años (1868-1878), José Martí, todavía un joven de solo 16 años, se declara opuesto al gobierno de la Metrópolis, y es encarcelado por encontrársele escritos en contra del régimen. Su madre trata sin éxito de que sea liberado, y luego el gobierno decide expatriarlo para España. En el hogar de los Martí y Pérez hay preocupación y desasosiego por el futuro de aquel hijo que les ha resultado tan rebelde.

En 1875, al terminar sus estudios en la Península, Martí, ya graduado en leyes, va reunirse con su familia que ha viajado a México para estar junto a él. Nos podemos imaginar el alborozo y también las lágrimas en ese encuentro; llevaban seis años sin verse. Don Mariano Martí llega a México sin dinero ya que todo lo que tenía ahorrado lo había gastado en los trámites de la cárcel de su hijo José. Pero entonces conoce a Manuel Mercado(9) quien lo ayuda, y por el obtiene un contrato de suministros de arreos y mochilas para el ejército mexicano. Toda la familia se dedica a confeccionar estos artículos lo cual contribuye a poder salir de la penuria y poner casa propia, aunque es Martí quien más los ayuda económicamente con sus honorarios como periodista. En febrero de 1877 la familia regresa a La Habana.

En México Martí se relaciona con la camagüeyana Carmen Zayas Bazán con quien más tarde se casa. El matrimonio regresa a Cuba donde les nace en 1878 su único hijo, José Francisco(10). Estando en La Habana el gobierno español le pide a Martí que renuncie a sus ideas revolucionarias y que apoye al gobierno colonial, pero Martí se niega y una vez más es deportado a España. Pensamos que a partir de entonces José y las cuatro hermanas que quedaban vivas: Leonor, María del Carmen, Rita Amelia y Antonia Bruna, nunca más se volvieron a ver. Ellas habían constituido sus familias, y prosiguieron con sus vidas, aunque estarían al tanto de la trayectoria de su hermano, y habrían sentido la angustia y la incertidumbre por su futuro.

Martí muere en Dos Ríos al comienzo de la Guerra de Independencia. Las hermanas de Martí fallecerían, tres antes que él, y otras tres pocos años después que él. Rita Amelia sería la única que viviría hasta casi mediados del siglo XX. Fue Rita la que acompañó a su madre hasta el final. Debió haber sido muy duro para Leonor Pérez sobrevivir a todos sus hijos. Ciega y viviendo en la penuria, se ve obligada a solicitar del gobierno interventor norteamericano un puesto de oficial tercero en la Secretaria de Agricultura, Industria y Comercio. Pocos años después fallece en La Habana, el 19 de junio de 1907. Doña Leonor fue enterrada junto a su esposo en el Cementerio de Colón en un panteón que los emigrados revolucionarios de La Habana erigieron para ellos frente a las tumbas de Máximo Gómez y de la familia de Gonzalo de Quesada.

Esta es, a grandes rasgos, la historia de las mujeres de una familia insigne en la que el padre y la madre enseñaron a sus hijos el respeto por los padres; por las autoridades eclesiásticas, civiles y militares, y sobre todo, entre todos los miembros de la familia. Como dicen algunos historiadores, la unidad familiar de los Martí-Pérez nunca se fragmentó a pesar de ausencias y desarraigos.

Hace falta que los historiadores continúen la investigación y nos hablen más de las vidas, anhelos y pesares de los miembros de esta ilustre familia. Es importante que los investigadores sigan rastreando en archivos y museos para que los cubanos sepamos más de nuestros héroes y mártires. Sobre todo, que nos hablen de las mujeres, porque como dijo Gaspar Betancourt Cisneros(11): «las mujeres […] son el punto de partida de los pueblos; de ellas salen los héroes o los tiranos; los sabios o los ignorantes; los patriotas o los traidores; los filósofos o los libertinos»(12).

Conozcamos nuestra historia. Sin historia no tenemos raíces ni identidad. Y sin pasado, no hay futuro.

*Trabajo publicado anteriormente en el blog Gaspar, El Lugareño

-------------------------
  1. En una carta de 1882, doña Leonor amonesta a Martí diciéndole: «…Dentro de 3 días cumplirás 29, me resigno, pero no me conformo a que a esa edad, con tantos elementos de vida, sufras tantas angustias, y que mis muchas reflexiones nada hayan podido en tu destino…».
  2. Leonor Pérez Cabrera nació en Santa Cruz de Tenerife, en1828, y falleció en La Habana en 1907.
  3. Nació en Valencia en 1815 y falleció en La Habana en febrero de 1887.
  4. La historiadora Olivia América Cano Castro indica en sus investigaciones que José Martí nació en la enfermería de la Fortaleza de la Cabaña, y que estuvieron residiendo él y sus padres en la barraca no. 7 por un tiempo. Por ser don Mariano sargento de artillería, existía una orden que obligaba a estos militares a residir en la Fortaleza.
  5. Manuel Ocaranza e Hinojosa (1841-1882), fue un pintor mexicano modernista, amigo de José Martí.
  6. Obras completas de José Martí, «Hermanita mía», Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2002, vol. 17, pp. 18
  7. Fulgencio Batista y Zaldívar, (Banes, 1901-Marbella, España, 1973), fue el presidente electo de Cuba de 1940 a 1944, y gobernante de facto entre 1952 y 1959.
  8. Ver Olivia América Cano Castro: Leonor y Mariano, padres de Martí, Grupo de Comunicación Galicia en el Mundo, S.L., Vigo 2009, p. 62.
  9. Manuel Antonio Mercado y de la Paz (1838-1909). Oficial Mayor de la Secretaría de Gobierno, diputado al Congreso de la Unión. Desempeñó diversos cargos en los tribunales de justicia y en el gobierno, Secretario del gobierno del Distrito Federal. Al arribar José Martí a México, Mercado residía en la casa contigua a la de don Mariano Martí, y comienza así una amistad que perduraría toda la vida. Mercado conservó con cariño más de un centenar de cartas que Martí le escribiera, y gracias a ello se han conocido valiosos aspectos de la vida y el pensamiento del héroe cubano.
  10. José Francisco Martí y Zayas Bazán (2 de noviembre de 1878 –22 de octubre de 1945), contrajo matrimonio con la cubana María Teresa Bancés y Fernández-Criado (1890-1980) en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús del Vedado en La Habana, el 21 de febrero de 1916. El matrimonio no tuvo descendencia.
  11. Gaspar Betancourt Cisneros. El Lugareño, (Puerto Príncipe, 28 de abril, 1803 – La Habana, 12 de diciembre, 1866. Periodista, escritor y revolucionario independentista.
  12. Gaspar Betancourt Cisneros: Costumbristas cubanos del siglo XIX, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2003.
-----------------
Bibliografía
Betancourt Cisneros, Gaspar: Costumbristas cubanos del siglo XIX, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2003.
Cano Castro, Olivia América: Leonor y Mariano, padres de Martí, Colección Crónicas de la Emigración, Grupo de comunicación Galicia en el Mundo, Vigo, 2009.
Fernández Soneira, Teresa: Mujeres de la Patria, contribución de la mujer a la independencia de Cuba, (Guerra de 1895), vol. II, Ediciones Universal, Miami, 2018.
Mañach, Jorge: Martí el Apóstol, Editorial Verbum, Madrid 2015.
Obras completas de José Martí, Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2002.

El día que cayó La Habana

La famosa agencia fotográfica Magnum incluye en su catálogo la serie del fotógrafo norteamericano Burt Glinn titulada "The Day Havana Fell" realizada justo tras la huída de Batista y en los primeros días del arribo al poder del llamado ejército triunfante. Glinn, quien tiene famosas series sobre la generación beat o sobre Andy Warhol y su entorno describe las peripecias que lo llevaron de una fiesta de fin de año en Nueva York a aterrizar al amanecer siguiente en la capital cubana. Una mirada fresca y personal de un momento petrificado hace mucho por la iconografía oficial. Podría discutísele sin embargo el acierto del título: desde aquel día la caída de la ciudad ha sido interminable.

Rebeldes en el hotel Habana Hilton

Caravana rebelde entrando en la fortaleza de La Cabaña

En primer plano los comandantes del Directorio Revolucionario Faure Chomón y Rolando Cubela

Columna rebelde desfilando por Santa Clara

Secuencia de fotos usada en más de una ocasión como relato profético de aquellos días 

Sunday, March 3, 2019

LOS CINCO VIAJES DE JOSE MARTI A CUBA


Retrato de Martí tomado en México, 1875

Por Santiago Cárdenas


 PRIMERO
Luego de su primer destierro en España , el barco en que iba Martí a México para encontrarse con su familia, fondeó en el Muelle de la Luz en La Habana Vieja para una escala técnica de cuarenta y ocho horas, a media milla de su casa en la calle Paula. Desde allí contempló en silencio la iglesia del Angel, donde fue bautizado, a  solo unas tres cuadras de distancia de la bahía. El  primer  oficial del  “Mérida”, Gabriel García , le advirtió cortésmente  que no podía desembarcar y colocó vigilantes en la pasarela. Era el 31 de enero de 1876. Martí había cumplido 22 años  tres días antes en alta mar.

 SEGUNDO
Ya en  la ciudad de México, cinco meses  después, planea un viaje clandestino a la  Habana junto a su hermana Leonor, que enloquecía con la separación familiar- para buscar al hijo de ésta y traerlo al Distrito Federal. Se disfrazaron como trabajadores del carguero City of Havana, saliendo de Yucatán el 16 de mayo de 1876 para regresar al mismo puerto y en el mismo barco el 2 de junio. En la capital nadie le pidió documentación. En la aduana del Puerto Progreso, México, a su regreso, aparece en los registros: “J. Martí, Señora e Hijo” (su sobrino).

Leonor Martí Pérez
TERCERO
Poco después el 6 de enero de 1877, día de Reyes, arriba de nuevo a La Habana en el vapor Ebro, desde Yucatán, con pasaporte falso y sus segundos nombres y apellidos: Julián Pérez. El objetivo del viaje era entrevistarse con el padre adoptivo de su íntimo amigo desde la escuela primaria, el médico Fermín Valdés Domínguez que vivía en Industria y San Miguel.
El papá de Fermín era Don José Mariano Domínguez un acaudalado sacerdote guatemalteco radicado en Cuba. Éste le dió a Martí 200 pesos oro y cuatro cartas de recomendación, incluída una para el presidente de esa república centroamericana, don Rufino Barrios, que había sido alumno de  José Mariano cuando él era profesor de primaria en Ciudad Guatemala. El dinero fue utilizado para pagar el pasaje de la familia martiana, de siete personas, de regreso desde México a La Habana y  comprarles una residencia en la capital. 
                              
                          EL VIAJE TRAS EL PACTO DE ZANJON
El 31 de agosto  de 1878, seis meses después el Pacto de Zanjón, desembarcaron en la Habana, Pepe y Carmen Zayas Bazán que era su esposa, embarazada de seis meses, luego de una travesía en el vapor Nueva Barcelona. Entraron legalmente acojiéndose a  la amnistía que el General Arsenio Martínez Campos había decretado dos meses antes al asumir el cargo de Gobernador General.
Este cuarto viaje, es sin duda el mas conocido de Martí, duró hasta el 25 de  septiembre del año siguiente en que fue expulsado sin juicio ni proceso por segunda vez a España. En los trece meses de su estancia nació su hijo y trabajó en los bufetes de Nicolás  Azcárate y en el de  Miguel F. Viondi junto a Juan Gualberto Gómez, con quien conspiraba sin descanso. También ofreció, a los veintiseis años, sus conocidos discursos patrióticos-literarios que lo proyectaron  como líder de la oposición anti española. Fueron, al menos tres memorables: El 28 de febrero de 1879, en el Liceo de Guanabacoa, ante el féretro del poeta Alfredo Toroella; el 26 de abril en el segundo piso de la Acera del Louvre a petición del homenajeado periodista Adolfo Márquez Sterling y al día siguiente, de nuevo en  Guanabacoa, en el homenaje a  Rafael Díaz Albertini, un argentino que había ganado recientemente el primer premio de violín en el Conservatorio de  París.
                                              QUINTO Y ULTIMO VIAJE.
Martí permanece en el Oriente cubano  solamente cinco semanas desde  su desembarco el 11 de abril de 1895 en Playitas de Cajobabo hasta su muerte en Boca de los Dos Ríos el 19 de mayo. Las peripecias de éste , su último viaje,  han sido muy  divulgadas, por lo que estimo no es necesario ahondar en detalles.