Friday, November 22, 2024

1959 Cuba, el ser diverso y la Isla imaginada

1959  Cuba, el ser diverso y la Isla imaginada  

PREFACIO (Segunda edición)

Por Manuel Gayol Mecías

EL ser humano es impredecible, de él nunca se sabe nada definitivo hasta que no muere. De cierta manera, a los pueblos les sucede algo parecido en cuanto a sus etapas históricas, tiempos en los que han tenido deslumbrantes embelesos y terribles incertidumbres. La Historia asimismo viene a ser impredecible, más cuando se trata de un pueblo oprimido por una dictadura como la cubana, que ha llegado a 65 años de una estupidizante existencia y de una continuidad bochornosa.

No obstante, a pesar de la tardanza, el pueblo, ¡al fin!, se ha quitado la máscara. En efecto, millones ya han dejado a un lado la complacencia y han alzado su voz. Los vientres vacíos, los cuerpos enfermos, cientos de muertos por la pandemia del covid-19 y por las guerras extranjeras. También las juergas y riquezas desmedidas como burla de la casta dominante. ¡Todo esto y mucho más ha llevado a Cuba al desastre total! El castrismo solamente ha dado lugar a las casuchas malolientes; a falsear las escalinatas del Alma Mater; a desechar las pérgolas medievales y crear los solares pestilentes en los viejos palacios coloniales.

En estos últimos cinco años, la represión se ha hecho mucho más cruel contra las manifestaciones pacíficas de los millones que ya piden libertad, comida y electricidad, de los que quieren abrazar una vida de solvencia económica, una vida acorde con los verdaderos derechos humanos… El cubano, entre un sinfín de cosas, solo ha contado con la represión, la discriminación y las más grandes miserias humanas.

Por eso este libro se rehace de nuevo, con la esperanza de que pueda ser consultado y comprendido aún más, de que —en alguna medida— pueda aclarar el fenómeno de lo incierto, al menos llegar a ideas diferentes para intentar articular mejor lo real-imaginario de un absurdo histórico. ¡A veces la Historia es tan ilusoria y ficticia!, ¡Tan injustamente quimérica!, más cuando es envilecida con mitos y emblemas, con promesas que nunca se han cumplido. Ciertamente, el castrismo ha creado un Espejismo, una imaginación desfasada de la realidad corpórea.

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En mucho, este proyecto vuelve a satisfacerme no solo por ser Historia real, sino asimismo porque constituye una especie de vademécum, aun cuando no de poco volumen, que pueda alcanzar su lugar en las bibliotecas y librerías, principalmente, en la Colección Especial de la Academia de Historia de Cuba en el Exilio (AHCE), y así poner a disposición de los académicos y de los demás investigadores y lectores en general, los aspectos imaginativos y físicos de los cubanos para un análisis más esclarecido y profundo de su identidad, junto a nuevas observaciones que expliquen mucho mejor el fenómeno que ha ocurrido en Cuba a partir de 1959.

Justamente, entre tantas cosas, este libro quiere indagar en el sortilegio de la imaginación de los cubanos; investigar la relación entre la diversidad y la transculturación y al mismo tiempo tratar de crear una fuerza de ideas, un convencimiento de fe, una posibilidad de entendimiento y una esperanza de justicia. Espero que mi intención, ahora, sea un ajuste del buen decir; una ensayística narrada, mejor descrita en su revisión, mejor conformada en su coherencia. ¡Quiero que su lectura así anime el deseo de libertad! ¡Y que ese deseo se haga inquebrantable de una manera definitiva!

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La claridad de las mentes es una certeza de esperanza en toda evolución. Aun cuando el tiempo demore esa su experimentada presencia. Sabía y sé que siempre ha de llegar El justo tiempo humano, como una vez escribió Heberto Padilla, y por su libro Fuera del juego le condenaron. Pero el tiempo camina con nuestro ser y hace que los otros seres y las cosas tomen siempre su lugar. La Historia es así, es la vida misma. Es el exacto y preciso tiempo en la medida de sus cambios.

Todo momento tiene un lugar en la Historia. Tiene una generación presente, como la realidad de los sueños que es factible porque además tiene su instante, su oportunidad y situación.

De aquí que la adición de algunos temas posibilite la manera de fortalecer aún más las sustanciales ideas que he tratado de desarrollar. Entre ellos, espero que el “Exordio”, con su acápite sobre la imagen, se haga más explícito. Que la corrección de los textos y el incremento de las notas, y las citas coadyuven a una mayor claridad y que, en resumen, la ampliación de la bibliografía general proyecte una viabilidad investigativa. En el caso de esta última (la bibliografía, digo), las nuevas entradas añadidas tienen el propósito de ofrecer no solo la posibilidad de profundizar sobre los problemas de Cuba y, de esta manera, que se reconozca el esfuerzo ingente de los miembros de la AHCE, mediante la incorporación de aquellos trabajos que puedan dar un acercamiento nuevo a la problemática de 65 años de dictadura en nuestra Isla, sino que todo ello sea además la evidencia de un embrión en crecimiento y representatividad cada vez mayor de la disidencia, tanto del exilio como de la activa opresión de un nuevo modo de destierro y expatriación dentro de la propia Isla; y que así, este catálogo de obras se convierta en una muestra fehaciente de que la literatura y, por ende, toda la cultura cubana han sido siempre una sola y nunca han estado dividida en dos orillas diferentes. De manera que esta bibliografía ha sido extraída también de los últimos tres anuarios de la Academia (5, 6 y 7), con el propósito de que todo ello apunte a una precisión siempre necesaria, a un logro que, por estas nuevas referencias, haga más útil este trabajo.

De hecho, estoy seguro de que todavía queda mucho por decir. Pero me complacería que este libro pudiera servir de consulta a todo aquel que busque algo que ilumine el camino para la investigación de un fenómeno que realmente tiene su singularidad, algo que dio lugar al aquelarre de un hecho que ha denigrado el alma de la Patria, el comienzo de un año (1959) que trajo la oscuridad a la Historia no solo de Cuba, sino de gran parte del mundo.

Es el hecho de señalar, con rigor crítico, los 65 años de latrocinio que la dictadura castrista ha impuesto —sin misericordia alguna— a un pueblo engañado y explotado hasta la saciedad… Y hasta cierto punto intentar aportar un tanto de luz para acercarnos a lo que pasó, y por qué fue de la manera en que sucedió.

Gracias por leerme,

MGM
 

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