Thursday, February 29, 2024

PRIMER CONGRESO DE LA MEMORIA HISTÓRICA CUBANA CONTRA EL TOTALITARISMO


El pasado 24 de febrero tuvo lugar el importante evento identificado en el titular de esta Nota organizado por nuestra institución hermana el Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo. El mismo se efectuó en la Biblioteca Pública JFK de la ciudad de Hialeah, en el estado de Florida, desde las 9:00 AM hasta las 4:00 PM. Participaron importantes estudiosos y actuantes en los hechos tratados. La organización fue impecable y permitió, tanto a los ponentes como al público en general que asistió a la actividad, conocer o recordar de primera mano los hechos históricos indagados y sus evaluaciones a través de muy profesionales ponencias.

Algunos de nuestros miembros fueron parte del Comité Organizador, tales como Pedro Corzo y Daniel Pedreira; otros fueron ponentes. El Congreso se transmitió en vivo a través de la Internet en el Canal YouTube de Wenceslao Cruz, un famoso “youtober” especializado en asuntos cubanos. Reciban los organizadores y expositores todos nuestra más cálida felicitación y nuestro agradecimiento como cubanos del destierro.

A continuación, el video de las presentaciones de los miembros de la Academia de la Historia de Cuba en el Exilio que formaron parte del evento.

 

 

Dr. Eduardo Lolo

https://www.youtube.com/watch?v=ZEeFRwN9E8Y     

 

Dr. Santiago Cárdenas

https://www.youtube.com/watch?v=BuJcGOf7EtE

 

Lic. Julio Estorino

https://www.youtube.com/watch?v=Vr-IxASSKQA

 

Dr. Octavio de la Suarée

https://www.youtube.com/watch?v=m_JJNfMYhkc

 

Dr. Daniel Pedreira

https://www.youtube.com/watch?v=8xsXw-maUN8

 

Sr. Pedro Corzo

https://www.youtube.com/watch?v=-45TkKqhEiw

 

Las demás ponencias pueden verse también yendo al ya identificado canal de YouTube de Wenceslao Cruz, haciendo click en el siguiente enlace:

 

Wenceslao Cruz - YouTube

 

Tuesday, February 20, 2024

Muere ex prisionero político Juan Carlos Herrera Acosta

Centro por una Cuba Libre. Washington DC, 19 de Febrero de 2024. 

El ex prisionero político Juan Carlos Herrera Acosta murió repentinamente el sábado 17 de febrero en su hogar en Syracuse, estado de Nueva York al sufrir un ataque masivo al corazón a los 57 años de edad.

Herrera Acosta cumplió su primera etapa en prisión en la década del 90 en la Prisión Provincial de Guantánamo donde enfrentó golpizas, agresión psicológica y represalias constantes por su defensa de los derechos humanos de la población penal y por denunciar los desmanes de las autoridades carcelarias. Al salir de prisión al inicio de la década del 2000, se incorporó a la oposición cívica cubana como periodista independente y activista del Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia. En el 2003 fue uno de los opositores arrestados y juzgados en la primavera de ese año durante la oleada represiva conocida como la Primavera Negra de Cuba; lo condenaron a 20 años en prisión.

“La prisión nunca lo amilanó. Fue valiente y serio en su postura anticomunista y en su defensa de los derechos humanos durante la segunda prisión, desde el 2003 hasta el verano del 2010 cuando fue desterrado a España junto a otros prisioneros politicos de la llamada Causa de los 75. Durante ese período, sufrió un duro golpe al perder a su hija de 14 años en un trágico accidente de tránsito cuando la joven se dirigía a visitarlo a la prisión en un autobús. A pesar de todo el sufrimiento que supuso la prisión, la represión continua y la pérdida de su hija, jamás claudicó. Al llegar al exilio en España y luego a Estados Unidos nunca dejó de preocuparse por Cuba y denunciar las injusticias del régimen castrista. Será recordado por su frase: de pie frente al terror. Así vivió este valiente cubano”, dijo Janisset Rivero, asesora del Centro por una Cuba Libre.

De los prisioneros de la Causa de los 75 han muerto ya 15, incluyendo a Orlando Zapata Tamayo quien murió en prisión durante una huelga de hambre después que el régimen le negara el agua durante 18 días. Zapata fue amigo cercano de Herrera Acosta ya que compartieron parte de su encarcelamiento en la Prisión Provincial de Holguín. Este próximo 23 de febrero se cumplen 14 años de su muerte; un crimen que permanece impune.

“Las condiciones de hacinamiento, insalubridad, y el modelo represivo de aislamiento que se le impuso a los prisioneros de la Primavera Negra, ha contribuido a que muchos salieran de prisión con enfermedades vasculares y cardíacas. Varios de los ya fallecidos del grupo murieron por causa de estas afecciones que surgieron durante su prisión”, afirmó John Suárez, Director Ejecutivo del Centro.

El Centro por una Cuba Libre lamenta la desaparición física de Juan Carlos Herrera Acosta. Su cuerpo será expuesto el próximo 22 de febrero de 11AM a PM en la Funeraria Mathewson-Forani, ubicada el el 206 Kinne Street, East Syracuse, NY. Le sobrevive su esposa Ileana Danger Hardy.

Tuesday, February 13, 2024

LAS CANCIONES CUBANAS QUE LA FANIA NOS RECORDÓ


Por Antonio Gómez Sotolongo

En el blog DESMEMORIADOS, Historias de la Música Cubana, Rosa Marquetti ha publicado un artículo titulado: 201 canciones de Fania que no sabías que eran cubanas (ni tampoco Fania te lo dijo) el que quiero comentar aquí, porque entiendo que son varias las fintas que hace la articulista para no chutar directamente y como que de Historia de la Música se trata, vale la pena despejar en defensa de la Memoria.

Según nos dice Marquetti, «la desconexión que sufrieron los músicos de la Isla a partir de 1961 respecto a los mercados internacionales [...], creó una situación única dejando en el limbo la gestión de los derechos de los autores cubanos»; sin embargo, ateniéndome a los hechos, la ausencia de cientos de músicos cubanos y sus obras en los mercados internacionales a partir de 1961 fue causada por el expolio de todos los medios de producción, incluidos los de la música, lo que provocó la cancelación de todos y cada uno de los contratos firmados y por firmar tanto dentro como fuera de la Isla.

El daño contra la música cubana, y la cultura cubana en general, comenzó cuando Fidel Castro expolió las empresas y las industrias que intervenían en la creación de los productos de la música cubana. Expoliar de la noche a la mañana y a punta de fusil a los propietarios de los estudios de grabación, las fábricas de discos, las academias de música, los teatros, los cines, los cabarés, las emisoras de radio, las revistas, los periódicos, las agencias publicitarias, las imprentas, las tiendas de música, los canales de televisión y todas las fuentes de empleo que tuvieron los músicos en la Mayor de las Antillas, fue un verdadero genocidio cultural y fue perpetrado por Fidel Castro y todos los que le acompañaron en la larga noche de los «discos rotos».

Nos dice también Marquetti que «los ejecutivos de Fania se encontraron de pronto en un terreno fértil para la imaginación»; sin embargo, lo cierto es que se encontraron con un nicho de mercado que Castro había vaciado gracias a la imposición en Cuba de una economía (planificada) no capitalista, que había abolido las leyes de la oferta y la demanda y la propiedad privada. Y si bien es cierto que «Masucci era abogado y sabía la gran oportunidad que Fidel Castro» le había puesto delante al devastar el mercado de la música cubana, nada debió importarle el embargo que John F. Kennedy decretó contra el régimen del entonces nuevo dictador cubano a través de la Proclamation 3447.

Pero mucho más patético que «Las irregularidades en los créditos de los discos, la complicación en la identificación real de una canción cubana, el tratamiento editorial, o de copyright, y la modificación sin autorización del autor», ha sido la censura de cientos de artistas cubanos por disentir del régimen comunista. Sería demasiado extensa la lista, pero estoy seguro que la autora del artículo conoce a cientos de ellos. Filmes, discos, libros, telenovelas, radionovelas, revistas, pinturas, esculturas, partituras, etc., que habiendo sido creadas por quienes disintieron del Partido Comunista, con palabras o con el hecho «imperdonable» de ir a vivir al exilio, fueron borrados de la cultura cubana, sin el menor derecho, porque el arte en Cuba desde 1959 «es un arma de la dictadura» y «contra la dictadura los ciudadanos no tienen ningún derecho».

Nunca agradeceremos lo suficiente a los músicos y empresarios capitalistas que hicieron regresar a los mercados los productos de la música popular cubana. Gracias a ellos el pueblo latino sigue teniendo una identidad en su música, ellos nos recordaron las canciones que el castrismo nos hizo olvidar. Pocos recuerdan hoy los géneros musicales creados en Cuba durante casi dos siglos, aquellos que se convirtieron en marcas hegemónicas en los mercados de medio mundo, pocos recuerdan hoy el cha-cha-chá, el mambo, el bolero, el son, la guaracha, la rumba, la pachanga y tantos otros; sin embargo, todos fueron regresando a sus nichos a partir de 1973, solo que, gracias a la industria capitalista, con un nuevo significado y con un nuevo nombre de marca: SALSA.

Artículos relacionados:

(Son y salsa) Y la salsa le dijo al son: Quítate tú pa´ponerme yo (1 de 5)

Algunas causas que originaron la etiqueta salsa (2 de 5)

El triunfo de la revolución Fania (3 de 5)

Sin embargo son, con embargo salsa (4 de 5)

La entusiástica solicitud a la UNESCO para que el son sea declarado como patrimonio cultural de la humanidad (5 de 5)

Sunday, February 4, 2024

A mis 67, reflexiones de un ex profesor de marxismo leninismo en Cuba

 

"Karl Marx", obra de Lázaro Saavedra

Por Vicente Morín Aguado.

Tengo 67 recién cumplidos en Tennessee, la muerte me acecha pegada a una enfermedad crónica, distendida con el trabajo duro en un almacén de la transnacional Ricoh, donde participo de los derechos laborales que jamás tuve ni medianamente en mi patria durante 62 años de dictadura del proletariado, cuyas esencias enseñé a cientos de alumnos, parafraseando a Karl Marx cuando dijo que en 1871 los comuneros de París habían intentado “la locura de tomar el cielo por asalto”.

El marxismo leninismo presume de ser un “comunismo científico”, sistema complejo de ideas que Lenin llamara “doctrina” al escribir un breve texto muy difundido, titulado “Tres Fuentes y Tres partes integrantes del marxismo” (Zúrich, 1913), donde afirma:

“La doctrina de Marx es omnipotente porque es verdadera. Es completa y armónica, y brinda a los hombres una concepción integral del mundo.”

Tan rotunda aseveración en pleno siglo veinte equivale a la última de las profecías, bajo la influencia del determinismo científico predominante en el mundo occidental, capitalismo industrial en marcha, imperios coloniales enganchados al europeo centrismo, con la paradoja de que esta renovada ideología proclamó sin ambages arrasar con el capital, enarbolando la dictadura de su producto social mayor, los obreros asalariados.

Lo significativo es que al descarnar el cuerpo de un sistema ideológico forrado con el complejo lenguaje hegeliano, el esqueleto se compone de ideas simples, cuya antigüedad rivaliza con la civilización:

Los trabajadores, obreros de una fábrica, empleados de comercio, campesinos, artesanos, inclusive científicos, son los que producen la riqueza, los que sirven, en tanto los dueños existen cual parásitos sociales, acopiando la mayor porción del valor generado, debido a detentar la propiedad de cuanto es básico para producir.

Una lógica engañosa indica que suprimiendo a los propietarios, la llamada burguesía, no debería afectarse la producción, con la ventaja de sumar al reparto común los valores acaparados por esta minoría egoísta.

Sin embargo, surge un problema de inmediato porque alguien, un ente colectivo, deberá asumir la propiedad confiscada.

Surgieron dos respuestas posibles desde la izquierda anti-propietarios: la colectivización creando empresas privadas bajo una economía de mercado, es decir, autogestión cooperativa, o la estatización de las propiedades arrebatadas.

La primera solución creó el anarquismo en sus variantes, la segunda el comunismo marxista.

Las cooperativas basadas en la propiedad privada han logrado un éxito limitado, correspondiente a su capacidad de competir con otras formas de gestión capitalista.

El éxito, y también el fracaso estruendoso, han acompañado hasta el presente al comunismo científico. Sumando territorios y población, en los años ochenta del pasado siglo, bajo el nombre asociado a repúblicas socialistas, con un partido único de tipo leninista, obviando peculiaridades nacionales y/o de liderazgo, los marxistas ganaron el poder en 13 estados, con unos 33 millones de km2 y más de 1700 millones de habitantes.

Lo peculiar es que de la totalidad solo algunas excepciones corresponden a territorios donde burgueses y proletarios constituían la contradicción fundamental de la sociedad, tal y como reza la doctrina.

Un asunto de mayor gravedad se hizo evidente cuando Marx, Engels, Lenin y demás sucesores modernos, desestimaron las consecuencias económicas del paso de la propiedad privada capitalista a la estatal bajo la dictadura comunista. Ya en el citado manifiesto de 1848 Marx ponía un parche al posible descosido:

“Se ha objetado que con la abolición de la propiedad privada cesaría toda actividad y sobrevendría una indolencia general. Si así fuese, hace ya mucho tiempo que la sociedad burguesa habría sucumbido a manos de la holgazanería, puesto que en ella los que trabajan no adquieren y los que adquieren no trabajan.”

Los hechos han demostrado que Marx, ratón de bibliotecas británicas, polemista implacable, en nombre de una economía que estudió hasta el colmo de publicar un enorme volumen titulado Das Kapital, estaba equivocado.

No es necesaria una larga lista de datos para demostrar el error, basta con ojear la historia del llamado socialismo real o echarle un vistazo a la Cuba de hoy. Pero jamás los creyentes aceptarán el fallo de la Fe, los doctrinarios siempre encontrarán los párrafos adecuados para acomodar los hechos a la verdad preconcebida.

Al caer la URSS tres cuartos de siglo después del noviembre rojo de 1917, las rémoras sobrevivientes a lo que un día se llamó Sistema Socialista Mundial representan algo peor: una combinación de dictadura comunista con capitalismo en China y Vietnam, en tanto Cuba y Corea del Norte se aferran a la ortodoxia de la dictadura unipartidista, bajo un reinado de absolutismo feudal, con una población cada día más empobrecida, sometida a un sistema represivo militar, apoyado por el control social extremo.

Rusia por su parte intenta revivir el imperio de los Zares cuando la humanidad se afana por un encuentro cercano con otros seres del universo.

Marx no conoció el motor eléctrico de Tesla; Lenin desapareció sin saber que el átomo podía dejar de serlo y a Stalin lo dejaron morir antes de experimentar la magia de un dedo sobre la pantalla sensible de los teléfonos celulares; invenciones de un capitalismo indetenible muy a pesar del Armagedón pronosticado por los marxistas leninistas.

Las relaciones capitalistas de producción no se han convertido en freno para el desarrollo de las fuerzas productivas, según sentenciara el judío de Tréveris en su célebre Grundrisse de 1857.

Los burgueses son imprescindibles creadores de riqueza.

José Martí, apóstol de las libertades para los cubanos, pensador de profunda sencillez, desde su exilio en los Estados Unidos, también comentó sobre los fallos de un Marx que según el cubano, “anduvo de prisa y como en la sombra.”

Su diagnóstico resultó certero:

“De ser siervo de sí mismo, pasaría el hombre a ser siervo del Estado. De ser esclavo de los capitalistas, como se llama ahora, iría a ser esclavo de los funcionarios. El funcionarismo autocrático abusará de la plebe cansada y trabajadora. Lamentable será, y general, la servidumbre.” (Publicado en La América, Nueva York, abril de 1884)

EPILOGO:

Siendo quien escribe periodista del sistema estatal (año 1994), asistió a una sesión de video bajo citación del departamento ideológico del Partido Comunista de Cuba en la hoy llamada Isla de la Juventud. Jamás olvidaré aquellas palabras de Fidel Castro, dichas con énfasis de juramento hasta hoy reafirmado por sus sucesores:

“Mientras viva no permitiré dos cosas: ni Pluripartidismo, ni economía de mercado.”

Estamos de nuevo ante el Rubicón, y como César dos mil años atrás la suerte está echada.