Monday, October 28, 2019

Ratifican en Miami Acuerdo por la Democracia en Cuba

Por Luis Leonel León


Representantes de más de un centenar de grupos opositores cubanos de dentro y fuera de la isla se reunieron este viernes en la emblemática Torre de la Libertad, en el downtown de Miami, para ratificar El Acuerdo por la Democracia en Cuba, un decálogo que desde 1998 denuncia la ilegitimidad del gobierno dictatorial de La Habana, solicita la liberación de los presos políticos del castrismo y la celebración de elecciones libres y democráticas, entre otras medidas para la democratización de la nación caribeña.

“Nosotros, cubanos conscientes de la necesidad de un cambio trascendente en las estructuras políticas, sociales y económicas de nuestro país, nos juntamos más allá de nuestras estrategias en favor de la liberación para afirmar ante nuestro pueblo y la comunidad internacional los postulados esenciales que substancien la alternativa democrática al despotismo que impera actualmente en nuestra patria”, expresa el Acuerdo, firmado por primera vez hace 21 años por gran parte de la oposición, reafirmado en Polonia en 2007 con respaldo internacional, y ratificado en varias ocasiones como instrumento común de la resistencia interna y el exilio para el restablecimiento del Estado de Derecho en Cuba.

El documento, que se presenta como una “clara alternativa a la opresión actual”, propone “pasos concretos por el cambio de sistema en Cuba ante el agravamiento de la crisis en la Isla y las consecuencias dramáticas de la injerencia del régimen cubano en el Hemisferio”.

Ante unas 400 personas, varios de los firmantes del Acuerdo defendieron el derecho de todos los cubanos a la igualdad ante la ley, y denunciaron la incapacidad del régimen castrista para “asegurar la libertad y la justicia” y promover el “bienestar general y la solidaridad humana” en la nación cubana, que reconocen como una sola, representada “en el territorio nacional y en la diáspora”.

“Lo importante de un evento como este es que, sin pretender que todos los grupos de oposición al castrismo tengan los mismos programas, se reconozca que el enemigo común es el castrismo y que esto no sólo se le muestre al pueblo de Cuba sino también a la comunidad internacional”, dijo a Radio Televisión Martí el excongresista cubanoamericano Lincoln Díaz- Balart, quien en su discurso, además de explicar los pedidos del Acuerdo, habló de la falta de solidaridad histórica que ha sufrido el pueblo de Cuba.

“El gobierno español acaba de anunciar que los reyes de España van a Cuba a una celebración de los Castro”, condenó el también abogado y representante del Instituto de La Rosa Blanca, quien señaló que “así hay muchos ejemplos espeluznantes y deleznables de falta de solidaridad”.

El doctor Orlando Gutiérrez-Boronat considera que el Acuerdo por la Democracia "ha resistido el embate del tiempo por haber surgido del profundo deseo de Cuba de reencontrarse consigo misma". Según el líder del Directorio Democrático Cubano, la vigencia de esta iniciativa también se debe a que es "un pilar sólidamente planeado por la resistencia cubana para anclar la refundación nacional en democracia, nacido del esfuerzo desinteresado y patriótico de diferentes generaciones y líderes de establecer un firme consenso para una nueva Cuba. Es un gran orgullo haber sido tanto co-gestor como testigo de este documento a través de los años".

La promotora de la campaña Cuba Decide, Rosa María Payá, destacó que el propósito del Acuerdo es “invitar a absolutamente a todas las organizaciones de oposición y de la sociedad civil” a celebrar la “unidad de propósito de la oposición cubana con el pueblo cubano”, en favor “del cambio de sistema, del cambio democrático en Cuba”.

“Estamos comprometiéndonos y comprometiendo a la comunidad internacional con la denuncia y con las acciones concretas en contra de una dictadura totalitaria, que no solamente afecta en estos momentos al pueblo cubano, sino que también ha afectado y se ha convertido en el verdadero obstáculo para la paz y la estabilidad en todo el hemisferio”, manifestó la también directora ejecutiva de la Fundación para la Democracia Panamericana.

Entre las exigencias del Acuerdo están el derecho del pueblo cubano al “ejercicio del sufragio universal directo y secreto para elegir a sus representantes y el derecho a postularse para cargos públicos”, la legalización inmediata de “todos los partidos políticos y demás organizaciones y actividades de la sociedad civil”, hoy marginadas y reprimidas por el régimen, así como la formación de un “poder judicial independiente, imparcial y profesional”, y el reconocimiento de las libertades de expresión, prensa, asociación, reunión, manifestación pacífica, profesión y religión.

Por su parte, Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), calificó al régimen de La Habana como la “peor de todas” las dictaduras. “Mientras haya dictadura en Cuba, vamos a sufrir en cada uno de nuestros países”, advirtió el diplomático uruguayo.

El jefe de la OEA reconoció asimismo que la “deuda pendiente” con el pueblo cubano “tiene que empezar a ser saldada”, y reconoció la “responsabilidad de devolverle la democracia” al pueblo de Cuba, que “ha pagado un precio altísimo, más que en cualquier otra dictadura”.

“Estamos aquí siendo testigos de un evento que esperamos sea histórico y que inicie los cambios que se requieren para la patria cubana”, dijo a este medio el abogado mexicano René Bolio, presidente de la comisión Justicia Cuba, organización que, a través de videncias concretas, denuncia el carácter criminal del régimen cubano y se propone que los responsables de las violaciones de los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad cometidos en Cuba desde 1959 sean juzgados internacionalmente.

“El régimen cubano ha utilizado los crímenes de lesa humanidad para perpetuarse en el poder, tal como hizo el régimen nazi y otras dictaduras”, precisó el jurista, para quien lo más importante de esta denuncia “es que este régimen, que acaba de hacer un cambio de turno entre sus miembros, es ilegítimo, no representa al pueblo cubano, representa a una minoría de la dictadura”.

El Acuerdo por la Democracia en Cuba, reclama además la protección de las libertades económicas y sindicales, así como el derecho de todos los cubanos a la propiedad privada, al convenio colectivo, a realizar huelgas y tomar medidas urgentes encaminadas a “proteger la seguridad medioambiental” y “rescatar el patrimonio nacional”.

El evento, al que asistieron representantes de diversos grupos de la resistencia interna, el exilio y de gobiernos e instituciones democráticas del mundo, coincidió con el anuncio del Departamento de Estado y el de Transporte de EE.UU. sobre la suspensión hasta nuevo aviso del servicio aéreo programado entre EE.UU. y los aeropuertos internacionales cubanos, con excepción del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, “para evitar que el régimen cubano se beneficie de los viajes aéreos estadounidense”.

Entre los invitados especiales estuvo Carrie Filipetti, subsecretaria adjunta de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, quien ratificó las nuevas sanciones del gobierno de Donald Trump y precisó que el objetivo es limitar los recursos económicos de los que se sirve el régimen cubano para mantener su represión al pueblo.

Otro de los invitados internacionales fue el político y psicólogo de origen rumano Dragos Dolanescu, diputado a la Asamblea Nacional de Costa Rica, quien presentó ante parlamento de su país la denuncia de la comisión internacional Justicia Cuba contra el régimen cubano como violador de los derechos humanos. Otros de los oradores fueron Blanca Reyes, activista del movimiento opositor Damas de Blanca; y Sylvia Iriondo, presidenta de M.A.R. por Cuba; y Rolando Montoya, presidente interino de Miami Dade College.

“Cuba resurgirá de sus propias cenizas, pero es obligación sagrada de todos los cubanos -tanto de los que viven en la isla oprimida como en la diáspora- poner las manos en el arado sin mirar atrás, sino a lo más profundo de nuestros corazones para convertir las cenizas en semilla fecunda de amor y creación. Ahora, como hace 100 años, nuestra aspiración nacional continúa siendo construir una República basada en la fórmula del amor triunfante”, concluye el Acuerdo, cuyo objetivo final es restablecer la democracia en Cuba.

El Acuerdo por la Democracia fue proclamado el 20 de febrero 1998 en la Universidad Internacional de la Florida, con firmas simultáneas en La Habana y Madrid. Luego ha sido ratificado en las siguientes fechas y lugares: 20 de febrero de 1999 (Universidad Internacional de la Florida), 25 de julio de 2002 (suscrito en representación de la Resistencia Cubana en el Capitolio Nacional en la Habana), 31 de agosto de 2007 (Lubin, Polonia ante el gobierno del pueblo polaco), 18 de marzo de 2009 (Hotel Biltmore, Coral Gables, en la fundación de la Asamblea de la Resistencia Cubana), 13 de noviembre de 2009 (Placetas, Cuba, por diversos representantes de la resistencia interna), 8 de mayo de 2012 (Hotel Biltmore, Coral Gables, en la Declaración Conjunta de la Resistencia Cubana y la Revolución Siria), 9 de abril de 2015 (Ciudad Panamá, en el Simposio por la Democracia, Cumbre de las Américas), 15 de agosto de 2015 (Primer Encuentro Nacional Cubano en San Juan, Puerto Rico), 11 de octubre de 2016 (Miami, en el acto Todos por Cuba Libre), 16 de enero de 2018 (Coral Gables, en la Declaración Todos por Cuba Libre) y 25 de octubre de 2019 (Torre de la Libertad, Miami, en el acto Pasos de Cambio).


Saturday, October 26, 2019

Presentación de Turcos en la niebla

The Cuban Cultural Center of New York and INSTITUTO CERVANTES invite you to the official New York City launching of Enrique del Risco's
TURCOS EN LA NIEBLA
Join the author in an engaging conversation with the Spanish writer and critic Eduardo Lago and the renowned Cuban musician Paquito D'Rivera TUESDAY, OCTOBER 29, 2019
7 PM
INSTITUTO CERVANTES 211 East 49th St. (bet. 2nd & 3rd Aves.), NYC

Friday, October 25, 2019

El soviet caribeño

Sobre El soviet caribeño. La otra historia de la Revolución cubana (Editorial Lendel, 2018) del escritor cubano César Reynel Aguilera, afincado en Canadá.

"El soviet caribeño describe la historia de la Revoluciòn cubana a partir de las relaciones ocultas, y durante mucho tempo subestimadas, entre los hermanos Castro y el Partido Comunista de Cuba - Partido Socialista Popular (PCC-PSP). Para explicar esas relaciones, el autor se remonta a los orígenes del PCC-PSP y plantea, por primera vez en la historiografía cubana, la coexistencia de dos organizaciones paralelas: un partido político de corte tradicional y un núcleo central de inteligencia soviética (NCIS). A pesar de haber estado estrechamente relacionadas, esas dos organizaciones tuvieron, en marcadas ocasiones, objetivos que diferían radicalmente dentro del contexto cubano. Cada vez que eso sucedió se impuso, como una norma inviolable, la opinión del NCIS. Fue por eso que a fines de la década de los 40, el Partido, dañado en su popularidad y capacidad de liderazgo a consecuencia de sus errores -entre los que resalta su fallida alianza con el tirano Batista entre 1938 y 1944-, pero extraordinariamente bien posicionados dentro de las estructuras políticas y militares del Estado cubano de la época, decidió utilizar a Fidel Castro como el caballo de Troya de los comunistas cubanos. Para que esa utilizaciòn pudiera llevar a buen término, era necesario mantener la relación entre comunistas y castristas en un secreto que ha perdurado hasta la publicaciòn de este libro"

Sunday, October 20, 2019

DEL PARNASO ME HAN DADO UN RECADO*


Por Eduardo Lolo



Estudiar a profundidad la poesía es como querer asir lo inasible. Porque es el caso que la poesía es mucho más que un ejemplo de género literario. El autor, usualmente entre bambalinas en el resto del espectro genérico, ocupa casi siempre el primer plano en cada poema. Pudiera decirse que un poeta se escribe, describe y descubre a sí mismo en cada poesía. Todo poema, si es genuino, lleva impregnado un autorretrato del espíritu de su progenitor. No importa que el tema sea el mar, o un hecho heroico, o el amor; el poeta o poetisa se convierte en ola, espada, caricia. Toda obra poética, sin el hálito vital del creador de verso en verso, no es más que ‒en el mejor de los casos‒ un conglomerado de palabras armoniosamente imbricadas. Porque la poesía, en su atemporal raíz primigenia semejante en todos los idiomas, es, simplemente, inefable. Como el alma misma.



Lo anterior me ha venido a la mente tras la lectura de Poetas cubanos en Nueva York. Estudios Críticos (1978-2018), del profesor Octavio de la Suarée. En esta colección de ensayos su autor nos invita a un recorrido por el corpus poético de cubanos exiliados en Nueva York. De la Suarée va de la voz más alta de la poesía en español escrita en esta ciudad (José Martí), a compatriotas representativos de generaciones varias que le han seguido sangrando estrofas. Se unen, entonces, tres elementos que terminan, a la postre, conformando uno solo: versos, exilio y ciudad. Esta última es, también, poesía. Nueva York es la ciudad que nunca duerme porque el alma tampoco duerme nunca. Por otra parte, el exilio, como desgarradora experiencia del tiempo, jamás descansa, siempre presente hasta en las sombras del sueño, en vigilia sin pausa al faltar la almohada olorosa a la tierra originaria de cada cual. Versos, destierro y ciudad se confabulan, entonces, en su interpretación por parte del alma adolorida. Ese es el sello de la poesía de los cubanos exiliados entre rascacielos sustituyendo palmas, donde la nieve intenta, inútilmente, reemplazar el génesis de trópico personal de cada uno de los creadores estudiados en esta compilación publicada por la Editorial de la Academia de la Historia de Cuba en el Exilio, Corp. y disponible en Amazon.com.



La misma comienza con un esencial prólogo de Grisel Maduro quien destaca, refiriéndose al autor, “su cabal comprensión del ejercicio de la crítica.” Comprender no sólo el porqué de la poesía, sino su cómo, por quién y para qué, hace del esfuerzo del crítico una tarea semejante a la de un nuevo Sísifo, sorprendido cada vez que una estrofa rebelde a su análisis lo devuelve al punto de partida; la cúspide de nuevo perdida entre nubes de vocablos. Y a esa tarea se ha dedicado Octavio de la Suarée, como prueba la obra que hoy comentamos, por más de 40 años. Sus autores viven (o vivieron), compartiendo angustias comunes al crítico. Los versos estudiados no le eran lejanos o desconocidos a Octavio en tanto que experiencias vitales compartidas. Quienes viven en el exilio desviven en el tiempo. No en el tiempo general, sino en el que les fuera truncado, obligados a aprenden a vivir en un nuevo e imprevisto tiempo que les esperaba emboscado al doblar de la historia.



Además del ya nombrado José Martí, son estudiados en esta colección, alma en ristre, Alina Galliano, Iraida Iturralde, José Corrales, Rafael Bordao, Octavio Armand y Ángel Cuadra. Desconozco si De la Suarée escribe poesía; pero de la forma en que trata los autores analizados tal parece que ya él había “sentido” las obras que examina de esos bardos. El paisaje histórico compartido por los creadores estudiados y el crítico (nacionalidad, exilio, ciudad; que es decir, destierro, nostalgia, desesperanza) es el mismo en que se mueven las ánimas de los unos y el otro. Además, no debe olvidarse que los buenos poetas son aquellos que escriben los versos que muchos de sus lectores ya llevaban dentro, pues sus plumas, en última instancia, no son más que el vehículo para comunicar en palabras lo que otros ya habían sentido o vislumbrado en trazos de tiempo compartido o vidas vividas, soñadas o por vivir.



Hay dos ensayos que armonizan autores varios, ya sea en un período específico [“Cuarenta años (1959-1999) de poesía cubana en Nueva York”] o fuera de la geografía neoyorquina (“‘Silencio, memorias, sueños’: tres temas de la poesía cubana en los EE.UU.”). Estos dos estudios constituyen en opinión de este lector, por la amplitud y profundidad con que desarrollan sus tesis, dos piezas antológicas de la crítica de la poesía cubana del destierro, de seguro llamadas a ser puntos de referencia obligatoria del tema por parte de investigadores futuros.



En resumen, estamos en presencia de una obra que reúne la respuesta de un lector con conocimiento de causa (y efectos) con la meticulosidad de un serio estudioso de la literatura cubana fuera de Cuba que, paradójicamente, nunca ha dejado de ser en la Patria. Se trata de un destacado ejemplo de crítica literaria; pero también de historiografía, agrupando el registro histórico que, en versos, nos dejaran los autores estudiados. Al final quedan, implícitamente, las memorias de un lector activo con dominio de las herramientas de crítica y análisis literario obtenidas en sus muchos años de estudio y docencia. Leer esta colección de ensayos es una sentida invitación a la lectura de los incluidos en su nómina. O lo que es igual, un abrir puertas vestidas de páginas para que todos tengamos, al menos, un atisbo del alma, apesadumbrada aunque vital, de la poesía cubana del exilio.



Nueva York, otoño de 2019.





*Tomado del Website del autor: http://eduardololo.com


Saturday, October 19, 2019

Causa 829 de 1960*

Por Pedro Corzo
Este 12 de octubre se cumplen 59 años de la ejecución ante el paredón de fusilamiento de cinco luchadores por la democracia en Cuba, entre ellos Porfirio Ramírez Ruiz, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria de Las Villas.
La lucha contra el castrismo tiene una cosecha de mártires aterradora. Muchos cayeron en combate, otros miles fueron ejecutados ante el paredón sin haber sido sometidos a un proceso judicial que garantizara sus derechos, murieron en las prisiones o simplemente se cuentan como desaparecidos.

Sin embargo hubo un juicio, que aunque en cierta medida era similar a procesos anteriores, marcó la pauta de cómo el régimen procesaría en el futuro a sus enemigos.

Fotografías de los fusilados en la Causa Causa 829 de 1960.
Fotografías de los fusilados en la Causa Causa 829 de 1960.
Fue un enjuiciamiento masivo por la gran cantidad de encausados, también porque el gobierno difundió ampliamente el juicio, como parte de una extensa e intensa campaña de terror que se inició desde los primeros días que los Castro accedieron al poder.

La causa 829 de 1960, involucró a más de cien personas, en su mayoría campesinos. Algunas de los indiciados habían sido figuras notables en el proceso insurreccional.
Las autoridades le dieron al juicio una proyección nacional, fue transmitido por radio, y el público que presenció el proceso, era en su mayoría miembros del ejército rebelde y antiguos compañeros de lucha de algunos de los procesados.

La sede del espurio proceso fue el Teatro del regimiento Leoncio Vidal de Santa Clara.

Héctor Caraballo, recuerda que la mayoría de los familiares de los presos se aglomeraron en las proximidades del inmueble y que cercanos a ellos, estaban los partidarios del régimen que gritaban desaforadamente paredón.

Señala Caraballo que las madres y esposas de los procesados, en su mayoría campesinos de apariencia muy humildes, le pedían a los oficiales que custodiaban la entrada del teatro que les permitieran pasar para ver a sus deudos, derecho que le fue otorgado a muy pocas personas.

En varios lugares de la isla hubo protestas, pero las más fuertes fueron en Santa Clara, el estudiante Luis Salvador Albertini cuenta que cientos de sus compañeros se concentraron en la iglesia del Buen Viaje con el fin de marchar por las calles de la ciudad para reclamar que la vida de los enjuiciados fuera respetada, pero que como la convocatoria había sido pública, el gobierno organizó a sus partidarios que armados de cabillas de hierro y bates de pelota, golpearon brutalmente a los que se manifestaban.
Los acusados no contaron con una defensa apropiada. La mayoría de los familiares de los incriminados no fueron informados de la fecha del juicio, como tampoco de las sentencias, porque aquella noche no se dictó veredicto alguno, aunque cinco hombres fueron fusilados.

El sacerdote Olegario Cifuentes los acompañó en el autobús en el que fueron trasladados hasta el paredón de la finca La Campana, fertilizada, antes y después, con la sangre de muchos cubanos.
El padre Olegario habló con ellos, les pidió que se confesaran y se ofreció para llevar un mensaje a sus familiares.

Una carta, minutos antes de caer ante la descarga, le fue entregada por el comandante del ejército rebelde Plinio Prieto, quien antes de morir dijo, “Tengo fe en Dios y en los Hombres”.

Porfirio Ramírez, Presidente de la Federación de Estudiantes Universitario de la Universidad Central de Las Villas, FEU, también capitán del ejército rebelde, fue uno de los fusilados.

Su asesinato pasó desapercibido para las organizaciones estudiantiles extranjeras y para la propia FEU cubana, ya que en ese momento estaba integrada a la maquinaria opresora del castrismo. Los ejecutores ya contaban con cómplices, en Cuba, y fuera de la isla.

Otros ejecutados fueron el capitán Sinesio Wahs Ríos, campesino que se había alzado en armas contra el régimen anterior y que había confiado en la Revolución, junto a él cayeron José A. Palomino Colón y Ángel Rodríguez del Sol, hombres de la zona que sólo conocían del trabajo, pero que sabían defender sus derechos.

El crimen encerraba un mensaje. Un dirigente estudiantil que había estado alzado en esa zona durante el régimen anterior, un líder sindical que había sido comandante del ejército rebelde y que era muy querido en la región, y tres hombres naturales de la comarca que disfrutaban del respeto y la simpatía de los habitantes del territorio.
Tanto el juicio como la ejecución tenían implícito una amenaza para los campesinos que habían demostrado con su respaldo a los alzados que no estaban de acuerdo con lo que estaba ocurriendo en el país.
Un mensaje que no cumplió su objetivo, porque El Escambray se convirtió en un reducto firme y heroico de la resistencia contra el comunismo.
Cientos de hombres en esas montañas y en otros lugares de la isla lucharon por años sin armas, ni recursos, enfrentando a miles de efectivos militares de la dictadura que contaban con todos los medios, incluyendo helicópteros, que desde el aire masacraban a campesinos que simplemente querían ser dueños de sus tierras y de sus vidas.

Publicado originalmente en el sitio de Radio Televisión Martí

Thursday, October 17, 2019

De los vivos y de los muertos*

Por Rafael E. Saumell



“Finalmente, le condenaron, prácticamente sin haberle juzgado…”
 
Konstantín Simonov. De los vivos y de los muertos. Traducido del ruso por José Vento Molina. Moscú: Editorial Progreso, 1959: 115.


No hay muchos cubanos que sepan quién es y quién fue el Dr. Aramís Taboada González (Cuba 1924-1985), vinculado a la “generación del centenario”, es decir, con los líderes del asalto al Cuartel Moncada (1953). De profesión abogado, defendió a varios de los perseguidos por el régimen de Fulgencio Batista (1952-1959). Cuando Fidel Castro, su antiguo condiscípulo en la Escuela de Derecho de la Universidad de La Habana, se hizo dueño de la política nacional, prestó sus servicios en numerosos juicios y causas en representación de los opositores al gobierno de Castro, juzgados por los tribunales revolucionarios y más tarde por la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado.

También sirvió de letrado en casos de delitos comunes. En 1983 fue arrestado como parte de una operación policial dirigida por el Ministerio del Interior contra jueces y abogados acusados de corrupción. Ese año, el Dr. Osvaldo Dorticós Torrado, ex presidente de la República y Ministro de Justicia, se suicidó a raíz de esos acontecimientos. A propósito de este asunto, el sitio oficial EcuRed, señala que “se privó de la vida de un disparo en momentos en que presentaba un gran deterioro de su salud, sumado al fallecimiento de su esposa María de la Caridad Molina”. 

Dos años después, o sea, a fines de 1985, Taboada murió en olor de desgracia y en la Sala de Penados del Hospital Covadonga –hoy Salvador Allende-. Las versiones de quienes estuvieron al tanto de su fallecimiento apuntan a que la causa directa se debió a un infarto mientras esperaba ser operado de cáncer en la próstata. A las autoridades de la penitenciaría y a los oficiales del Departamento de Seguridad del Estado (DSE), les había pedido e incluso exigido que lo remitieran al Hospital Hermanos Ameijeiras. La razón médica para justificar aquella solicitud estaba apoyada por un argumento a la vez simple e incuestionable: era la mejor institución clínico-quirúrgica del país. Ante la tozudez de los funcionarios, que llegaron a cuestionar el porqué de su exigencia, les respondió: “Por los motivos que ya les expliqué antes y, por si no lo saben, fui el abogado defensor de todos los hermanos Ameijeiras”.

¿Por qué estaba preso el Dr. Taboada? ¿Qué vínculos personales y políticos tenía con los funcionarios del gobierno al ser detenido? ¿Qué clase de persona y de letrado fue? ¿Por qué en estos momentos trato de rescatarlo de entre los muertos y los silenciados a través de estas líneas? Hace unos meses, el ex recluso Alfredo A. Ballester publicó un libro dedicado a este hombre: Dr. Aramís Taboada González. Escritos, poesías y testimonios. Prólogo de Mercedes Eleine González (Miami, Fl.: Publicaciones Entre Líneas, Editorial Voces de Hoy, 2013). El título se explica por sí mismo. No es una investigación histórica, tampoco una biografía. Sencillamente se trata del homenaje hecho a un antiguo compañero de la Cárcel de Guanajay entre los años 1983 y 1985.

            Ballester reúne a un número de testigos de la vida de Taboada para convertirlos en narradores que describen sucesos, anécdotas, cualidades y defectos de la persona focalizada en los distintos relatos. Estas confluencias de destinos en diferentes épocas y sitios hacen posible que se cree la trama llamada Aramís Taboada, el protagonista de sus atinos y desatinos. Unos fueron compañeros de estudio y de profesión, otros lo trataron en el ámbito político, el resto compartió con él las innumerables penurias de la experiencia carcelaria.




Con estos procedimientos Ballester construye así a un individuo cuya vida pública, privada y hasta parte de su obra literaria ha regresado del pasado para instalarse en el presente siempre implícito en cualquier acto de lectura. De su trayectoria como ex recluso aprendemos, indirectamente, a través de Memorias de Abecedario. Ex condenado a muerte y presidiario en Cuba (Miami, Fl.: Editorial Voces de Hoy, 2011). Tanto aquí, como en el caso de Taboada, Ballester ejerce varias tareas: rescatista de causas perdidas o ignoradas, albacea, editor, seleccionador y promotor de las memorias de amigos de presidio.

            El libro tiene siete capítulos que luego de una primera lectura parecerían dispares o incongruentes, si no se tomaran en consideración los factores recién mencionados. Se mezclan poemarios de Taboada con los de su hijo radicado en La Habana (Amílcar Aramís), con versos del anteriormente citado Abecedario con otros firmados por Ballester, más los testimonios de antiguos colegas o amistades y, finalmente, con datos tomados de Internet y de la prensa periódica.

Como tampoco puede faltar en un libro de esta naturaleza, Ballester reproduce las versiones falsas que circulan dentro y fuera de Cuba acerca de la muerte Taboada, quien además fue su mentor jurídico cuando, insisto, los dos se conocieron en Guanajay donde cumplían sus respectivas sentencias.

            En la “Introducción”, Ballester señala el impacto que tuvo el ingreso de Taboada a Guanajay: “…algunos gritaron: Ahí va el abogado de Fidel Castro y ahora lo mete preso, ¡tronco de hijo’puta!”. Su colega de bufete, Pablo Llabre Raurell, aclara a qué se debió el arresto: “En febrero 1983 [sic], Aramís fue detenido en su domicilio, acusado del delito de cohecho. Se radicó una causa por corrupción en la que fueron acusados varios jueces y abogados. Según la fiscalía, Taboada hacía regalos a miembros del poder judicial…para obtener beneficios en favor de sus defendidos. El tribunal lo encontró culpable y le impuso una sanción de 13 años de privación de libertad” (110-112).

Así terminó la carrera del famoso abogado. La había comenzado en La Habana durante la década del cuarenta. Taboada se había graduado de la Escuela de Derecho de la Universidad de La Habana. En ese período fue electo presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) por dicha facultad. Allí trabó amistad con un condiscípulo, Fidel Castro. Llabre Raurell ofrece otros detalles: estuvo ligado a personas que después de 1959 ocuparon responsabilidades prominentes en el gobierno: Baudilio Castellanos, Alfredo Esquivel, Justo Fuentes, Santiago Touriño, Alfredo Guevara, etc. Antes de 1959 contó entre sus clientes al propio Fidel Castro, a Abel Santamaría, a Antonio Ñico López, a Gerardo Abreu Fontán, y a los hermanos Amejeiras, entre otros ejemplos.

            Nos conocimos en Guanajay al día siguiente de su ingreso. Durante nuestras frecuentes conversaciones supe por él que cuando Castro fue sentenciado por los hechos del Cuartel Moncada (1953), en compañía de otros colegas y amigos pidió al Cardenal Manuel Arteaga que se comunicara con Fulgencio Batista de modo que cesaran los asesinatos, las torturas y los abusos cometidos contra los seguidores de su antiguo compañero de estudios. También pidió al Colegio de Abogados que le pasaran una pensión al hijo (Fidel A. Castro Díaz-Balart) mientras el padre permaneciera encarcelado.

Asimismo, representó a Castro cuando sus indiscreciones facilitaron que alguien cruzara las cartas dirigidas a su esposa Mirta Díaz-Balart con las destinadas a su amante Naty Revueltas. Mario Mencía en La prisión fecunda (La Habana: Editora Política, 1980) cita a Taboada como uno de los firmantes de la Apelación Pública (24 de febrero de 1955) donde se valora la situación política del país y se manifiesta a favor de concederles amnistía a los implicados en el asalto a la guarnición de Santiago de Cuba (204-206).

            Luis Conte Agüero, ex amigo y ex colaborador de Castro, “traidor a la revolución” de acuerdo con Mencía (63 y 157), recuerda a Taboada en estos términos: “…trajo nombre de mosquetero y fue mosquetero y caballero…Agradezco que, como Presidente de los Estudiantes de la Escuela de Derecho, votó por mí cuando siendo Presidente de la Escuela de Filosofía y Letras, aspiré a presidente de la FEU en circunstancias de riesgo” (130).

Por medio de una de su secretaria, Gilda Martínez, nos enteramos de que era “el único abogado que tenía pantalones [luego de 1959]…porque cuando nadie se atrevía ir a defender a un recluso en los Tribunales Revolucionarios número uno, él lo hacía arriesgándose a quedar detenido en el propio Tribunal… [Castro] nunca le perdonó no haber aceptado un puesto en su dictadura…” (149-151). Virgilio Morales, esposo de Gilda, se refiere al cargo de Ministro de Justicia que Castro le habría ofrecido a Taboada al morir Alfredo Yabur Maluf (1920-1973), quien lo había sido desde los inicios de la revolución. Según Morales, Taboada y Castro conversaron durante el velorio del ministro. Cuando le preguntaron qué había respondido al ofrecimiento del comandante en jefe comentó: “Si no lo acepté la primera vez, en esta ocasión tampoco lo acepto” (141).

Ricardo Bofill Pagés destaca la participación de Taboada en las tareas del Comité Cubano Pro Derechos Humanos (1976): “por su conducto conseguimos que fueran extraídos, indirectamente, expedientes completos del Registro Penal del Ministerio de Justicia, que contenían los casos de ciudadanos que habían sido condenados a muerte y luego fusilados” (146).

Hasta aquí he recogido una parte del pedigrí político y profesional de Taboada que Ballester muestra a través de los testimonios recogidos. Ahora quiero entrar en el lado no público, cubierto igualmente en el libro. ¿Qué clase de persona era él más allá de las asistencias jurídicas?

Uno de los testimoniantes, Gustavo Galo Herrera, menciona y valora su labor poética: “Aramís tan inteligente como simpático…de simple aficionado a los versos, llegó a ser un hábil poeta erótico” (122). Julio Ferreira Mora anota que “era un hombre de clase, culto y educado” (123). Morales aclara “que Aramís tenía una larga lista de amantes”, que hubo una señora llamada “Moravia con quien tuvo su primera hija nombrada Yamilé [aunque] solo vivieron en concubinato” (133).

Gilda narra la anécdota de la cita que le hiciera Taboada en el bufete un día a las once de la noche. Al darse cuenta de las intenciones reales de su jefe le dijo: “si nunca te han dado un escándalo, voy a ser la primera en hacerlo” (134). Ballester añade otra revelación hecha por Gilda: “…todos los 31 de diciembre se acostaba, para hacerse una limpieza, con una mujer de color negro…en una ocasión era tan prieta que para verla en la oscuridad tuvo que decirle que se riera” (135). Más tarde añade: “a mis diecisiete años, Dios me dio la dicha de conocer y compartir con un gran hombre, buen padre, incondicional para sus amigos, con una gran capacidad intelectual y una inteligencia sobrenatural, con un gran corazón… (151).

            Orlando Landy González Alfonso, ex defendido y luego compañero de prisión de Taboada recuerda que “se adaptó a la vida carcelaria, al punto, que los abakuás querían jurarlo en el juego Bongorí” (133). Al arribar a Guanajay los guardias intentaron humillarlo al pedirle que se desnudara para ser registrado antes de mandarlo al interior penal. Landy estuvo presente en ese momento: “Al desnudarlo el señor [Taboada] trató de tapar sus partes íntimas pero el oficial de guardia Bencomo se las arrebató. Todos los guardias rieron al notar que a aquel preso le preocupaba más el pudor que sus pertenencias. Volvieron a reír cuando el oficial Raúl Martín Loy le comentó: ‘aquí no comemos carroña’” (115).

            Por aquella fecha estaba casado con la señora llamada Clotilde Fernández a quien Ballester no pudo localizar mientras organizaba el libro. Tuvo dos pequeños hijos con ella: Aramís y Clotilde. Cuando se supo en la prisión que había dejado de existir, un grupo de presidiarios le escribió una nota de pésame a la viuda. René Gómez Manzano y Félix Pena afirman que ella “hizo cuanto pudo por salvarlo, incluyendo el hacerle llegar medicamentos a través de prisioneros comunes…” (158). Su hijo Amílcar Aramís con la actriz Argentina Estévez, dice que su padre “fue casi un fantasma en mi vida…Sí que es cierta la significativa cantidad de amantes que Aramís tuvo durante su carrera por la vida…Escuché sobre eso muchas veces” (153).

            En una de las últimas conversaciones que sostuvimos él y yo en su celda del Pabellón C (altos) en Guanajay, Taboada me dio a leer una carta que le había escrito a Castro donde le recordaba cuánto habían vivido juntos como camaradas desde los tiempos remotos de la Escuela de Derecho de la Universidad de La Habana. Me enseñó una pequeña foto en blanco y negro donde aparecen los dos retratados frente a uno de los edificios de aquella institución.

Por entonces yo había acabado de leer Nadie es soldado al nacer (Moscú: Editorial Progreso, 1964), novela de Konstantín Simonov. Allí el general Fiódor Serpilin, luego de entrevistarse con Stalin, concluyó que, tratándose de quejas por abusos de poder, encarcelamiento y fusilamientos, no había nadie a quién quejarse en toda la Unión Soviética.

El lamentable final de Taboada confirma que ese razonamiento es también válido para Castro y para Cuba. Se alega que cuando la carta del ex condiscípulo y ex amigo llegó a las manos del comandante, éste habría dicho: “Díganle a Aramís que cumpla cuanto pueda”.

*Originalmente publicado en el blog del autor el 9 de septiembre de 2013.

Wednesday, October 16, 2019

1959. Cuba, el ser diverso y la Isla imaginada, de Manuel Gayol Mecías: presentación en Los Angeles

El sábado 26 de octubre, a las 2:00 p.m. tendrá lugar la presentación de los dos libros más recientes de Manuel gayol Mecías: 1959. Cuba, el ser diverso y la Isla imaginada Regocijo del criterio (Lecturas de interpretación para una dramativa cubana).

El evento tendrá lugar en la Biblioteca Pública del Este de Los Angeles (4837 E. 3er Street, Los Angeles, CA 90022. Tf.: 323-264-0155).

Sobre 1959. Cuba, el ser diverso y la Isla imaginada, de Manuel Gayol Mecías. 


"La seriedad y profundidad de Manuel Gayol Mecías lo convierten en una referencia obligada a la hora de reflexionar sobre estos temas tan vilipendiados y malinterpretados. Será, sin dudas, un excelente libro. Bravo, querido Armando Añel, por incluir ese texto en el ya excelente catálogo de Neo Club Ediciones" 
Amir Valle 

"Gayol Mecías aporta su visión de lo que somos, lo que hemos sido y, en buena medida, lo que no hemos logrado ser los cubanos Gayol Mecías lo sabe. Por ello, entre la espada y la pared, entre la certeza y la incertidumbre, ha escrito esta larga lista de tribulaciones del cubano moderno. Que no sólo habla de los cubanos. Imagina a los cubanos. Indaga en cómo hemos andado como nación, cómo hemos sido vistos e imaginados, con aciertos y desaciertos, con intereses y desintereses, que no son pocos. Expone qué ha sido de esa imaginería, que el realismo socialista ha transformado en una gigantografía del tamaño de la isla, de donde aún, sin el Muro en Berlín ni la Unión Soviética, para la mayoría, entre mitos y realidades, es casi imposible escapar. Una isla que pareciera flotar, pero que no va a ninguna parte. Una ilusión, si acaso una intención a medias, disfrazada de país"
Luis Leonel León

"Siempre que los cubanos nos proponemos examinar nuestros defectos, terminamos elogiando nuestras virtudes. No debe ser porque éstas pesan más que los otros, sino porque entre nuestros principales defectos está el de valorarnos por encima de lo que somos. Sin embargo, analizar nuestros defectos es el mejor favor que podemos hacernos a nosotros mismos. Así lo afirma el escritor cubano Manuel Gayol Mecías, en su excelente libro 1959: Cuba, el ser diverso y la isla imaginada, recién publicado por la editorial miamense Neo Club Ediciones. En suma, más de cuatrocientas páginas dedicadas al repaso de esos "malhechores de adentro" que son nuestros defectos como pueblo. Con la particularidad de que en este caso no hay lugar para la sobredimensión de las virtudes, que también aparecen escudriñadas en el libro, pero como natural correspondencia, nunca como justificación y mucho menos como atenuante para salir de apuros"
José Hugo Fernández

"1959. Cuba, el ser diverso y la isla imaginada, monumental ensayo del escritor y crítico Manuel Gayol Mecías, es, primero, un titánico acercamiento espiritual y antropológico a lo cubano, o a los cubanos, y luego una disección crítica del retorcimiento imaginativo que terminó institucionalizando al castrismo en Cuba. El cubano se imaginó superior y Fidel Castro, cual moderno Jesucristo, apareció como El Salvador que llevaría a la práctica ese imaginario de superioridad, echando a un lado a los “mediocres” que, como Fulgencio Batista –“casualmente” un mulato por cuyo aro los “blancos” se resistían a entrar–, ensuciaban desde las altas esferas la supuesta brillantez de “lo nacional”. (…). Así, el ilusionalista constituye una consecuencia, pero también una causa, del espejismo que Manuel Gayol disecciona minuciosamente en su libro. Una proyección de la isla imaginada desde la luna de Valencia. Desde la bobería de la superioridad. (…). Creo que los orígenes de la actual tragicomedia de Cuba pasan porque los “cubanos”, primero, se creyeron superiores, y luego, consecuentemente, despreciaron su raíz posnacional, diversa, incluso festiva. Imaginaron que eran lo que no eran y se hundieron en la solemnidad del afán de trascendencia, lo cual los elevó hasta dejarlos caer desde la luna de Valencia, estrellándolos contra el polvo de un suelo anegado en sangre…"
Armando Añel

Saturday, October 12, 2019

INAUGURADA LA “COLECCIÓN ESPECIAL” DE NUESTRA ACADEMIA

El sábado 12 de octubre, y como parte de las celebraciones por el Día de la Hispanidad, tuvo lugar la inauguración de la “Academia de la Historia de Cuba en el Exilio Special Collection” en la sede principal de la Biblioteca Pública de Union City, en el estado de New Jersey. Dicha zona se caracteriza por una alta concentración de cubanos en particular e hispanos en general que acuden a la biblioteca para leer en un ambiente agradable, hacer investigaciones, o solicitar libros en préstamos. La Colección Especial de la AHCE, de comienzos muy modestos (una decena de libros), cuenta en la actualidad con más de 100 obras donadas por nuestros miembros ‒tanto del noreste de la nación como de otros estados de la Unión Americana‒ todas a disposición de los lectores del área.

Acudieron a la actividad, en representación oficial, Elena Tsomaeva, Directora de la Biblioteca, y Ángel G. Estrada, Freeholder del County of Union. Participaron también miembros de diversas organizaciones de la zona integradas por cubanos exiliados tales como la Unión de Expresos Políticos Cubanos Zona Norte, el Colegio Nacional de Abogados, el Colegio Nacional de Periodistas, la Asociación de Mujeres Cubano-Americanas de New Jersey, etc.

Iván Acosta, Vicepresidente de nuestra institución, tuvo a su cargo las palabras inaugurales, destacando la importancia de la creación de la Colección Especial de la AHCE en la biblioteca pública de un municipio de destacada proporción hispana en su población. “Es una forma más de estrechar nuestros lazos con la comunidad de la cual surgimos como organización” enfatizó en su breve alocución. También expresó palabras de agradecimiento a la Directora de la Biblioteca por su acogida a la idea de establecer en su centro nuestra Colección Especial, así como a los bibliotecarios encargados de la catalogación de las obras donadas.

Acto seguido tuvo lugar la presentación del cuarto libro editado por la Editorial de la Academia de la Historia de Cuba en el Exilio, Inc. El mismo tiene por título Poetas cubanos en Nueva York. EstudiosCríticos (1978-2018), la más reciente obra de Octavio de la Suarée ‒Secretario de la AHCE‒, con prólogo de Grisel Maduro. El libro lo componen, entre otros, estudios críticos de la poesía de José Martí, Alina Galliano, Iraida Iturralde, José Corrales, Rafael Bordao, Octavio Armand y Ángel Cuadra.

Eduardo Lolo, Presidente de la AHCE, tuvo a su cargo la presentación de la obra, quien señaló, entre otras cosas, que “se trata de un destacado ejemplo de crítica literaria; pero también de historiografía, agrupando el registro histórico que, en versos, nos dejaran los autores estudiados.” Para concluir que “leer esta colección de ensayos es una sentida invitación a la lectura de los poetas incluidos en su nómina. O lo que es igual: un abrir puertas vestidas de páginas para que todos tengamos, al menos, un atisbo del alma‒ apesadumbrada, aunque vital‒, de la poesía cubana del exilio.”

Luego de la presentación, Octavio de la Suarée se dedicó a firmar los ejemplares de su libro adquiridos por el público asistente. Esta obra, como el resto de las publicadas por la Editorial de la Academia de la Historia de Cuba en el Exilio, puede adquirirse en Amazon.
El autor firmando ejemplares de su obra. A la derecha, Ángel G. Estrada toma constancia fotográfica con su teléfono celular. Detrás, los doctores Eduardo Lolo y José López Isa.



Thursday, October 10, 2019

Nace en La Habana el Espacio Cubano de Historia Oral

Diario de Cuba ha dado a conocer esta semana la creación de una institución independiente dedicada a la investigación de la historia oral en Cuba:
El pasado lunes 7 de octubre de 2019 surgió al público el independiente Espacio Cubano de Historia Oral (ECHO) como "una reserva de narraciones individuales inspiradas por el deseo de historiar el devenir de Cuba a través del testimonio de sus habitantes".
De acuerdo con una nota de prensa sobre su lanzamiento, la iniciativa de la sociedad civil "aspira también a volverse un archivo de documentos e imágenes que reflejen el entorno de los entrevistados".
Concebido por el historiador y periodista independiente Boris González Arenas, la iniciativa recibió un impulso inicial en los meses finales de 2017, cuando su fundador asistió como invitado a la Akademie Schloss Solitude, en la ciudad alemana de Stuttgart.
"El apoyo de intelectuales y artistas reunidos allí, así como de la institución, fue esencial para el desarrollo de ECHO. Posteriormente se le añadió el contenido que hoy se hace público y que suponen el punto de partida de este proyecto", precisa el comunicado.
El Espacio Cubano de Historia Oral convoca a periodistas e investigadores a la búsqueda de historias orales que puedan formar parte de su patrimonio y pretende estimular el desarrollo del género a través de entrevistas de mediano y gran formato.
La institución se propone asimismo ser un observatorio de los trabajos que sobre historia oral aparezcan en la prensa y medios académicos relacionados con Cuba. Si bien en el presente solo refleja los testimonios como textos, pretende en el futuro integrar archivos de audio y vídeo.
Entre las fuentes de inspiración de ECHO se encuentran las historias mismas, así como una serie de instituciones internacionales, sobretodo el Museu da Pessoa brasileño, cuyo acervo de la historia de Brasil es extraordinario y el trabajo de especialistas cubanos, aparecido en los últimos años.
González Arenas destaca el libro La callada molienda, de la poeta e investigadora Maylan Álvarez, publicado por el Centro Pablo de la Torriente Brau, y que narra la destrucción de la industria azucarera de Matanzas a inicios de este siglo. Además de los anexos y un archivo fotográfico, el libro recopila entrevistas de obreros y especialistas del azúcar.
Ese mismo día Diario de Cuba daría cuenta de la detención posterior del fundador del Espacio Cubano de Historia Oral (ECHO) Boris González Arenas.

Friday, October 4, 2019

"Cuba Llora": el adolescente José Martí en Madrid


*Tomado de "Martí, el Apóstol" de Jorge Mañach 


Algunas precisiones sobre las enfermedades de José Martí*

Por Dr. Ángel Manuel Tundidor Bermúdez, especialista en Urología, Hospital General Docente "Guillermo Domínguez", Puerto Padre, Las Tunas


Hasta el presente, han visto la luz dos investigaciones médicas dedicadas al estudio de las enfermedades de nuestro Héroe Nacional. La primera de ellas, titulada "La penosa enfermedad del hombre de Dos Ríos", fue publicada en 1997 en México, en edición conjunta de las Universidades de La Habana y Michoacán (1). En ella, se confeccionó por primera vez un intento de historia clínica de Martí, a partir de los síntomas expresados por él mismo en sus cartas, y el testimonio fidedigno de su amigo, el Dr. Fermín Valdés Domínguez (2), quien lo acompañó en los inicios de su enfermedad en España, y estuvo al tanto de las dolencias del Apóstol durante el resto de su fecunda vida.

La citada investigación hace hincapié en el diagnóstico de una afección testicular contraída como consecuencia de los golpes de la cadena del presidio político. Esta afección fue llamada "sarcocele" por Valdés Domínguez, y la primera dificultad diagnóstica radica en el significado del término, correspondiente a Patología, pero que en la actualidad constituye un arcaísmo. Los diccionarios de la época la definen como "excrescencia carnosa y dura que se engendra alrededor del testículo o la membrana interna del escroto" (3), o "tumor duro y crónico del testículo, ocasionado por causas que alteran más o menos la textura de este órgano (...) Durante mucho tiempo se confundieron bajo este nombre las simples induraciones ó hepatizaciones de la substancia testicular, y también los engrosamientos de la túnica vaginal, del escroto, lo mismo que del cordón de los vasos espermáticos. Después se limitó el nombre de sarcocele a las afecciones cancerosas del testículo. Sin embargo, no pocos patólogos afirman que el sarcocele debe ser considerado como consecuencia o resultado de las inflamaciones del testículo, que han pasado al estado crónico". (4)
Se trata, pues, de un proceso de larga evolución, caracterizado por el aumento de volumen —neoplásico o inflamatorio— de la bolsa escrotal o su contenido. Partiendo de este concepto, se procedió a discutir, a la luz de los conocimientos anatomopatológicos modernos, las afecciones que pueden ser incluidas dentro de dicha definición. No se llegó a conclusiones exactas, debido a la falta de evidencia científica, pero se postularon los siguientes posibles diagnósticos:
-Orquitis granulomatosa autoinmune: Este padecimiento ocasiona aumento unilateral de tamaño del testículo. Con frecuencia la tumefacción testicular ocurre tras un intervalo de una semana a meses después de un traumatismo testicular. Se desconoce la causa de esta afección, pero se postula una destrucción traumática de espermatocitos dentro de los tubos seminíferos o rotura de los tubos con extravasación del esperma, lo que desencadenaría la respuesta inflamatoria. (5)
-Paquivaginalitis: Consiste en la inflamación crónica de la túnica vaginal del testículo, la cual se encuentra engrosada e indurada, a consecuencia de procesos inflamatorios intraescrotales de larga evolución.
-Actinomicosis: Es una infección crónica supurada causada por Actinomyces israelii.
Se descartó, como causa del "sarcocele", la entidad conocida como "sarcoidosis testicular". Se trata de una enfermedad caracterizada por la presencia de granulomas, no asociada a traumatismos, que aunque puede interesar a cualquier órgano (pulmones, hígado, ojos, ganglios linfáticos, testículos, etc.), y acompañarse de fiebre, fatiga, pérdida de peso, anorexia y sudoración nocturna (6) (síntomas presentes todos en Martí), la participación testicular es rara y no antecede a la afección pulmonar. En nuestro Héroe, los síntomas respiratorios aparecieron mucho después.
La necesidad de analizar a profundidad a la sarcoidosis como posibilidad diagnóstica en el caso que nos ocupa, parte de la afirmación (hecha por primera vez por el médico e investigador mexicano Dr. Alfonso Herrera Franyutti en las dos ediciones de su libro Martí en México (7,8) de que tal era la enfermedad padecida por el Apóstol, y de la que fue operado varias veces en España, y nuevamente en México. La obra en cuestión es una investigación histórica, no médica, y no aporta evidencia para sustentar el mencionado diagnóstico. En correspondencia con el autor de estas líneas, el Dr. Herrera reconoció que se trataba de una especulación producto del análisis de los síntomas martianos con algunos de sus colegas. (9)
La penosa enfermedad concluye con la hipótesis de la presencia de una o más afecciones, además del trastorno testicular. No hace planteamientos diagnósticos sobre estas.

La más reciente aproximación médica al tema aparece en el libro Enfermedades de José Martí, publicado en 2007, en Santiago de Cuba, por el Dr. Ricardo Hodelín Tablada (10). Esta investigación (mucho más prolija y acuciosa que la anterior) analiza tanto la enfermedad testicular como la presuntamente causante del resto de los síntomas. Sobre la primera, coincide en lo esencial con la investigación precedente. Y, como explicación de las restantes manifestaciones clínicas, vuelve a sacar a la palestra la referida sarcoidosis.
En Enfermedades… aparecen algunas aseveraciones no sustentadas (y en ocasiones refutadas) por la evidencia, y que resulta necesario acotar:
Sobre el diagnóstico de sarcoidosis:
"Recordemos que en abril le fue diagnosticada la enfermedad conocida como sarcoidosis". (p. 48)
"Recordemos que a Martí se le diagnosticó posiblemente recién llegado a España". (p. 169)
"En investigaciones que he realizado en el Archivo Histórico de Gijón, Asturias, encontré que esta enfermedad ya se conocía en España en la segunda mitad del siglo XIX". (p. 170) (Remite a la nota # 542, p. 170: "Archivo Histórico de Gijón, Asturias. Junta Superior de Sanidad, legajo 47, expediente 6, legajo 51 expediente 23 y legajo 67, expediente 92").
La primera descripción de la enfermedad que hoy conocemos como sarcoidosis (considerada inicialmente como una afección estrictamente dermatológica, por desconocerse la posible participación de otros órganos y sistemas) se le atribuye a Hutchinson (11,12), quien la denominó psoriasis lívida papilar, en su publicación de 1878 (siete años después del aparente comienzo de los síntomas de Martí). Las primeras manifestaciones extracutáneas, dadas por alteraciones óseas y ganglionares (coincidentes con las lesiones cutáneas), fueron reportadas por Besnier (11,13) en 1889; este autor llamó a la enfermedad lupus pernio, y la consideró una forma de tuberculosis. Tenneson (11,14), en 1892, describió el primer caso con fiebre, delirio, tos y disnea, asociados a inflamaciones articulares, luego de diez años del inicio de los signos cutáneos. A estas manifestaciones dermatológicas, Boeck (11,15), en 1899, las nombró sarcoide benigno múltiple. Este mismo autor (11,16) publicó, un año después, un caso con toma cutánea, ganglionar y esplénica; y en 1916 ya había atendido 24 pacientes y disponía de estudios anatomopatológicos que demostraban la participación, además de la piel y de los restantes órganos mencionados, de estructuras tales como pulmones, mucosa nasal y conjuntiva, dejando bien establecido el carácter sistémico de la enfermedad, a la que cambió el nombre por el de lupoide miliar benigno (11,17). En 1914, Schaumann (11,18), además de describir la afección de las amígdalas en el proceso morboso, dejó sentado el hecho de que en el mismo las lesiones cutáneas pueden faltar, y propuso el nombre de linfogranulomatosis benigna, que continuó defendiendo hasta 1936 (11,19). No obstante, en las primeras décadas del siglo XX se seguía empleando la denominación de lupus pernio (20,21), y entre 1935 y 1941 aún se le llamaba sarcoide de Boeck (22-25). El término sarcoidosis aparece en la literatura médica en plena década de los 40 (26,27).
Luego de esta revisión bibliográfica surgen las siguientes interrogantes:
¿Cómo pudo diagnosticarse en vida una enfermedad que en ese momento era desconocida en la literatura médica mundial, y cuya denominación actual surgió mucho después de la muerte del paciente que nos ocupa?
¿Qué evidencia existe, en los documentos del Archivo Histórico de Gijón, de que la enfermedad era conocida en España en la segunda mitad del siglo XIX?
El autor del presente comentario consideró, inicialmente, que la mención de la sarcoidosis era el resultado de una confusión semántica, dada su semejanza con "sarcocele". Sin embargo, al profundizar en el conocimiento de la enfermedad, y luego de apreciar los argumentos médicos del Dr. Hodelín a su favor, su presencia en Martí, en su forma extracutánea, parece altamente probable; pero es preciso insistir en la falta de evidencia (signos físicos recogidos por un médico en una historia clínica, resultados imagenológicos y anatomopatológicos que la demuestren).
Sobre el sarcocele y la presunta extirpación de un testículo (orquiectomía):
- "Días después Hilario Candela lo opera nuevamente del doloroso tumor que resultó ser por los estudios anatomopatológicos un sarcocele". (p. 51)
- "El sarcocele que presentaba Martí era de tipo quístico con amplio contenido de líquido. Así pues el proceder quirúrgico que se le hacía era puncionar el testículo, extraer líquido y con esto disminuía el tamaño del tumor y mejoraban los síntomas y signos clínicos por un tiempo. Luego se llenaba nuevamente de líquido y era necesario reintervenirlo". (p.60)
- "El doctor Montes de Oca no se limitó a realizar las punciones que hacían los galenos anteriores, él le hizo una exéresis total del testículo afectado, así sacó también el tumor que ya había sido diagnosticado como un sarcocele (.) Esto se confirma con el examen realizado por el doctor Pablo (.) de Valencia y Forns". (p. 90)
-"El doctor Francisco Montes de Oca, en la última operación, realizada en México, le hizo la exéresis total del testículo". (Nota #521, p. 163)
Aquí las interrogantes son las siguientes:
¿A qué estudios anatomopatológicos se refiere? Hasta donde se conoce, la única fuente fidedigna es el testimonio de Fermín Valdés Domínguez, que parece haberse sustentado en datos clínicos, y tal vez en hallazgos operatorios.
¿Cómo se determinó que el sarcocele (tumor sólido) de Martí era de tipo quístico (líquido), y que las primeras operaciones consistieron en punciones?
¿Qué evidencia existe de que el Dr. Montes de Oca llevó a cabo la exéresis total del testículo (lo que sin dudas resulta altamente probable)? Recordemos que la presunta ausencia de un testículo figuraba entre los datos suministrados por las autoridades españolas al Dr. Valencia, médico encargado del reconocimiento del cadáver de Martí, pero que no se pudo comprobar en el examen realizado "por encontrarse ya dichas partes bajo la forma de putrílago". (28)
Notas:
(1) Tundidor Bermúdez AM, Brene Padrón D: La penosa enfermedad del hombre de Dos Ríos. En: Homenaje a José Martí. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1997:189-203.
(2) Valdés Domínguez F. Martí. Ofrenda de hermano. En: Martí J. Obras (Edición de Gonzalo de Quesada). Vol. XII. La Habana, Rambla, Bouza y Cía; 1913.
(3) Diccionario general etimológico de la Lengua Española. Tomo V. Madrid, Imprenta de los Hijos de Ricardo Álvarez; 1898:267.
(4) Diccionario enciclopédico hispano-americano. Tomo XIX. Barcelona, Montaner y Simón, s/f (aprox. 1914):731.
(5) Robbins SL et al. Patología estructural y funcional. 3ª edición. México, D.F., Interamericana; 1987:1070.
(6) Robbins SL et al. Ob. cit. Pág. 389-92.
(7) Herrera Franyutti A. Martí en México. Recuerdos de una época. 1ª edición. México, D.F., Imprenta A. Mijares; 1969:73.
(8) Herrera Franyutti A. Ob. cit. 2ª edición. México, D.F., Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; 1996:160.
(9) Herrera Franyutti A. Carta al Dr. Ángel M. Tundidor Bermúdez. México, D.F., 25 de julio de 1997. Archivo del autor.
(10) Hodelín Tablada R. Enfermedades de José Martí. Santiago de Cuba. Editorial Oriente; 2007.
(11) Scadding JG. The eponymy of sarcoidosis. Journal of the Royal Society of Medicine 1981;74:147-57.
(12) Hutchinson J. Case of livid papilary psoriasis. En: Illustrations of Clinical Surgery. Vol. 1, London, J. and A. Churchill Ltd; 1878:42.
(13) Besnier E. Lupus pernio de la face; synovites fouguenses (scrofulotuberculeuses) symétriques des extremités supérieures. Annales de Dermatologie et de Syphiligraphie (Paris) 1889; 10:333-6.
(14) Tenneson M. Annales de Dermatologie et de Syphiligraphie (Paris) 1892; 13: 1142-4.
(15) Boeck C. Multiple benign sarcoid of the skin. J Cutan Genitourin Dis 1899; 17:543-50.
(16) Boeck C. Archiv für Dermatologie und Syphilis (Wien) 1900, Festschrift für Moriz Kaposi:153-68.
(17) Boeck C. Archiv für Dermatologie und Syphilis (Wien) 1916, 121:707-41.
(18) Schaumann J. Sur le Lupus Pernio: Mémoire presenté en Novembre 1914 pour le Prix Zambuco. Norstedt, Stockholm, 1934.
(19) Schaumann J. Lymphogranulomatosis benigna in the light of prolonged clinical observations and autopsy findings. Br J Dermatol 1936; 48:399-446.
(20) Kreibich K. Ueber lupus pernio. Archiv für Dermatologie und Syphilis (Wien) 1904; 71:13-6 .
(21) Martenstein H. Knochveranderungen bei lupus pernio. Z Haut Geschlechskr 1923; 7:308.
(22) Williams R, Nickerson D. Skin reactions in sarcoid. Proc Soc Exp Biol Med 1935; 33: 403-5.
(23) Longcope WT. The generalized form of Boeck's sarcoid. Trans Assoc Am Physicians 1936; 51: 94-102.
(24) Harrell G, Fisher S. Blood chemical changes in Boeck's sarcoid with particular reference to protein, calcium, and phosphatase values. J Clin Invest 1939; 18: 687-93 .
(25) Kveim A. On a new and specific cutaneous reaction in Boeck's sarcoid: a preliminary report. Nord Med 1941; 9:169-72.
(26) Longcope WT. Sarcoidosis, or Besnier-Boeck-Schaumann disease. JAMA 1941; 117: 1321.
(27) Ricker W, Clark M. Sarcoidosis: a clinical pathologic review of 300 cases including 22 autopsies. Am J Clin Pathol 1949; 19:725.
(28) Rodríguez R. Dos Ríos: a caballo y con el sol en la frente. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales; 2001:141-4.

*Tomado de Librinsula, sitio web de la Biblioteca Nacional José Martí.