Sunday, August 17, 2025

Los cubanos en los Estados Unidos

Por Octavio de la Suarée 


"Los cubanos en los Estados Unidos", en Los hispanos en los Estados Unidos, Hispanorama, con prólogo de Amparo Viguer Espert. No. 77 (August 1997), páginas 18 - 21.



   La situación actual de los cubanos en los Estados Unidos muestra varios puntos de contacto con la de los otros grupos hispanos aquí radicados, pero asimismo presenta marcadas diferencias que merecen destacarse. Por una parte, los cubanos pertenecen a la misma etnia minoritaria que las otras representaciones hispanas (mexicoamericanos, puertorriqueños, argentinos, salvadoreños, colombianos, etc.) y, por consecuencia, encuentran las mismas barreras económicas y sufren de la misma discriminación racial en el desarrollo de la vida diaria en este país. Mas, por otro lado, la principal razón que atrajo a los cubanos a estas tierras fue el exilio político, ya que en su inmensa mayoría salieron de Cuba después de 1959 escapando a la dictadura de Fidel Castro. La emigración cubana, por lo tanto, no se puede considerar un éxodo económico como el de los otros latinoamericanos, emprendido con miras exclusivas a mejorar sus condiciones de vida. Los cubanos sufren, de hecho, una doble discriminación muy peculiar. Aparte de permanecer a la etnia minoritaria mencionada, asimismo son, por lo común, marginados en los medios académicos e intelectuales y también en los medios de comunicación (la televisión, la prensa, la radio, etc.), ya que, injustamente, se les considera a todos haberse aliado con el régimen anterior de Fulgencio Batista. En resumen, y paradójicamente, muy a menudo no son aceptados ni como miembros de la mayoría ni tampoco como de la minoría de este país.

   De la misma manera que en la actualidad el gobierno norteamericano considera la absurda idea de clasificar a todas las comunidades hispanas en los Estados Unidos bajo el acápite de una neo raza, en donde se incluirían a los cubanos americanos, en la escala social estadounidense los cubanos ofrecen un similar y amplio panorama. Si existen algunos pocos cubanos que dependen de asistencia social para subsistir, por otro lado, el presidente de la Coca Cola Internacional, como es sabido, es un cubano exiliado. Al poco tiempo de llegados a esta nación y de conocer el funcionamiento de la misma, los cubanos, en palabras del afamado sociólogo cubano americano Alejandro Portes, simplemente "tomaron el poder" (Véase Alejandro Portes y Alex Stepiek, City on the Edge - The Transformation of Miami. Berkeley, 1993). Muchos de los profesionales cubanos venidos a estas tierras (médicos, dentistas, abogados, profesores, etc.) lavaron platos en su momento dado a la par que todos aprendían inglés. De esta forma, los cubanos están sobre representados en los Estados Unidos en comparación con otros grupos étnicos, ya que existe un gran número de profesionales de origen cubano. Se encuentran especialmente en tres grupos abarcadores: gerentes de empresa, profesionales y graduados universitarios. Como ha escrito la socióloga Eleanor Rogg, es de notarse irónicamente que, por ejemplo, los cubanos americanos en la parte norte del estado de Nueva Jersey tienen más años de educación formal que la misma población media norteamericana que rodea a esos cubanos (Véase la siguiente reseña sobre el libro de Eleanor Rogg sobre los cubanos en: Roland Alum and Luis Alum, "On the Assimilation of Hispanics in New Jersey", in International Migration Review (New York). Vol. 12, No. 1 (1978), páginas 143-44). 

   Cuando en 1980 el gobierno de EE.UU. les abre la puerta de entrada a más de 125,000 cubanos que escapan del "paraíso comunista" arriesgándose la vida por el puerto del Mariel, en Cuba, el conocido "milagro económico cubano" ya estaba en vías seguras de formación. Algunos afirman que es la primera vez que una generación de emigrantes llegados a estas tierras, logran conseguir con rapidez asombrosa un nivel de ingresos medios casi a la par con la población media estadounidense.

   Entre las razones que de continuo se ofrecen para tratar de explicar este fenómeno singular se encuentran las siguientes: 1ro.) el mencionado exilio político; 2do.) el hecho de no tratarse aquí de una emigración económica; 3ro.) el estar acostumbrados en Cuba a un nivel de vida superior al que se les ofrece en este país a las minorías cuando llegan; 4to.) el no acostumbrarse a ese inferior estado de vida que se les ofrece a las minorías; 5to.) el hecho de que trabajan tanto el hombre como la mujer de la familia ( la mujer cubana en los Estados Unidos tiene un alto índice laboral); el interés por mantener ese nivel de vida superior, y que se refleja, por ejemplo, en una preferencia por enviar a sus hijos a educarse en escuelas privadas, donde la educación se considera superior que en la escuela pública. Respecto a la mujer cubana existe un hecho curioso y digno de destacarse: Uno de los triunfos que alega el castro comunismo es que la mujer cubana ha sido, gracias a ellos, incorporada a la fuerza laboral, ya que tiene ahora un índice laboral más alto que en 1959. Y es cierto. Sin embargo, la mujer que, en honor a la verdad, debe destacarse es la mujer cubana en el exilio estadounidense, ya que ésta sí que tiene un verdadero alto índice laboral, mucho más alto que el de la mujer en Cuba. 

   Los cubanos en los Estados Unidos han sobresalido tanto en las profesiones liberales (médicos, dentistas, abogados, educación superior) como en el comercio. En el último campo, tienen el nivel más alto per cápita de dueños de negocios y de propietarios de pequeñas empresas. Su establecimiento en dos áreas del país, en Dade County, en la Florida, y en Hudson County, en Nueva Jersey, transformó estas comunidades prácticamente abandonadas y desiertas en dos centros vibrantes, atractivos y con sabor internacional. Su espíritu de creación y de independencia se observa por igual en las artes. César Romero y Desi Arnaz, anteriormente, y Celia Cruz, Gloria Estefan, Andy García, Jon Secada, y otros, son algunos de sus destacados representantes. Entre sus más visibles personalidades públicas figuran los Congresistas Ileana Ross-Lethinen, Roberto Menéndez y Lincoln Díaz Balart, como a la vez el controversial Jorge Mas Canosa, el presidente de la Fundación Cubano Americana.

   Una ojeada a su historia nos ayudará para ilustrar muchas de las características de este exitoso grupo hispano en Norteamérica. Cuando Fulgencio Batista da su innecesario golpe de estado en 1952, echa por tierra no solo las aspiraciones de unos 5.5 millones de cubanos representados por el gobierno de Carlos Prío Socarrás (el último presidente electo por voto popular en Cuba), sino también todo el aún inmaduro proceso democrático  y electoral que venía forjándose desde el establecimiento de la república en 1902. La historia de la Cuba republicana va desafortunadamente ligada a ese caudillo cuya irresponsabilidad y desmanes eclipsan los verdaderos logros democráticos de anteriores gobiernos (Estrada Palma, Gómez, Menocal, Zayas y Grau San Martín), y las avanzadas conquistas sociales y, en especial, laborales incorporadas a la malograda Constitución de 1940. Es así que, cansado de una represiva dictadura de casi siete años, un gran porcentaje del pueblo cubano se lanza eufórico a las calles el primero de enero de 1959 a celebrar la huida del tirano y del presunto retorno de las libertades civiles. Mas el caudillo de moda, Fidel Castro, tenía otros planes muy drásticos y distintos para Cuba como se ve con su Declaración de La Habana en 1962, cuando se decide traicionar la revolución cubana y convertirla en su dictadura personal. De seguido, establece un régimen comunista y totalitario donde no existe la libertad de prensa ni hay cabida para la libertad individual ni los derechos humanos (Márquez Sterling, p. 284). Es así como concluyen cincuenta años de experimento democrático en Cuba.   

      La gran mayoría de los cubanos que abandonan su patria (muchos de ellos apolíticos) siguen el derrotero del exilio norteamericano ya señalado por sus antepasados durante las tres Guerras de Independencia contra España (1868 - 1898). Situada en el Estrecho de la Florida a noventa escasa millas de los Estados Unidos, la proximidad y contacto con el poderoso vecino del norte ejercen una gran influencia en su geopolítica: "Cubans and North Americans came to know each other well, early, through frequent contacts and close encounters, both here and there, sometimes in pursuit of common needs, but just as often in defense of conflicting interests" (Pérez, p. 438). Como resultado positivo de esta ambigua relación, ya desde 1952, Cuba era una de las naciones más desarrolladas de la América Latina y disfrutaba del tercer lugar más alto del Ingreso Bruto Nacional per cápita (Thomas, Fauriol & Weiss, pp. 28-29). El turismo norteamericano a Cuba, durante la década del 50, era la segunda industria de importancia y competía en prominencia con la primera industria nacional, la exportación de azúcar. El peso cubano circulaba a la par que el dólar en 1959 y el turismo de cubanos a los EE.UU. era mayor que el norteamericano en número y dinero. Los cubanos a la vez disfrutaban de menos restricciones de inmigración cuando venían a los Estados Unidos que cualquier otro país latinoamericano.

   Por otra parte, la república dio los primeros pasos en 1902 a raíz de la Guerra Hispanoamericana de 1898 con el establecimiento de la Enmienda Platt, fijada por los Estados Unidos a la naciente constitución cubana. Esta fue una de las acciones más despreciadas por el pueblo cubano hacia los Estados Unidos e infundió muchas sospechas sobre sus posibles intenciones anexionistas. Se estableció la base naval de  Guantánamo en el extremo oriental de la isla y los norteamericanos se reservaban el derecho a intervenir en los asuntos internos de Cuba cuando lo creyesen conveniente (Márquez Sterling, p. 161). 

       Cuando los cubanos comienzan a abandonar la isla en masa, a partir de 1959, se dirigen hacia los Estados Unidos, en especial a la ciudad de Miami, donde la gran mayoría se estableció, y donde existen hoy día, depende de la fuente que se siga, entre un millón y un millón y cuarto de expatriados y de sus descendientes en el área metropolitana de Dade County al sur de la Florida. Muchos otros se encaminaron hacia el centro urbano de Nueva York-Nueva Jersey, donde existe en la fecha la segunda gran colonia de importancia de cubanos aquí, unos 150,000 de acuerdo con el Censo de Población de 1990. Como el exilio cubano es un fenómeno esencialmente urbano, se encuentran núcleos de cubanos prácticamente en cualquier ciudad grande del país, como por ejemplo en el área de Chicago-Cook County. Un tercer grupo considerable se refugió en os Ángeles, California, donde en el área metropolitana de los Ángeles County, representan una vibrante colonia. Algo parecido ocurre en Washington, D.C., en Nueva Orleans, y en las ciudades de Tampa y Cayo Hueso (Key West), en la Florida. Los otros cubanos que han seguido el derrotero del exilio se han marchado hacia dondequiera que se les haya presentado la oportunidad de escape: Puerto Rico (más de 35,000), República Dominicana, España, México, Venezuela, Costa Rica, el Perú, etc. Muchísimos de ellos anhelan jubilarse y terminar sus días en Miami, la capital del exilio cubano, ya que ésta representa lo que más se asemeja a la patria perdida ya que no pueden desplazarse hacia una Cuba libre. Hoy día, se calcula que un poco más de 50% de los cubanos en los Estados Unidos son en realidad cubano americanos, o sea, que pertenecen a esa segunda generación nacida después de la llegada de Castro al poder y que no han estado nunca en la isla del Caribe. 

          Una de las muestras más originales de su arte y que más se destaca en los Estados Unidos es la creación literaria, la poesía, una poesía que difiere grandemente de los limitados y censurados balbuceos artísticos que se observan en Cuba. Muchos de los escritores que se forman y dan a conocer dentro de la isla expresan de una manera o  de otra su descontento general por la falta de libertad en Cuba y por las represivas y arcaicas reglas gubernamentales. Todo lo que aparece en las publicaciones del gobierno, entre ellas Casa de las Américas, lleva el signo inconfundible del gobierno castrista. No se observa crítica de ninguna clase contra el poder establecido y sí se detectan muchos escritos a nivel simbólico tanto en poesía como en prosa artificiosa. Por lo tanto, no es de extrañar que a la primera oportunidad que se les aparezca, todo el que puede busca la manera de escaparse de la isla y de unirse a los libres cubanos de la Florida. Tal es el caso de Heberto Padilla y de Reynaldo Arenas, que continuaron su labor divulgadora y democrática desde el exilio. 

           Entre los escritores más importantes de la joven poesía cubana en los Estados Unidos se encuentra Alina Galliano, que reside en Nueva York desde 1968. Dentro de su considerable producción merecen citarse los poemarios Entre el párpado y la mejilla (1980), Hasta el presente -poesía casi completa-, (1989), La geometría de lo incandescente -en fija residencia-, (1990), Premio "Letras de Oro",1990-91, Miami, Florida, y En el vientre del trópico (1994). Su poesía refleja tanto la experiencia común de la diáspora cubana como la creación de un mundo artificioso, personal y escapista en el que la escritora sobrepasa sus circunstancias inmediatas y se eleva sobre ellas, en desafiante actitud contra un ambiente tan limitado y en búsqueda de un mundo soñado y maravilloso. Viajes de la fervorosa imaginación de su autora por tiempos y espacios donde su represiva realidad humana no podrá ni transitar siquiera ni mucho menos conocer a fondo, pero donde su férrea voluntad poética le hará llegar a ser partícipe de cualquier forma posible. Por otro lado, en la poesía de Alina Galliano, hallamos por igual sus autóctonas y muy expresivas raíces cubanas. Así se observa en la siguiente composición que lidiamos con una poesía extremadamente pegada a la tierra que ya no se posee, pero que se recuerda con realista y sentida evocación bordeando los límites de la mitología afrocubana. Poesía, en fin, que un crítico cubano de Nueva York ha calificado de "poesía con el dulzor, el olor y el sabor de lo costeño" (Corrales, p. 2). Véase el Poema XI de su último libro:

Pisas en tierra firme​ 

​la explosión de lo casi permanente 

​te acompaña.​ 

Con el ojo resbalas alturas, edificios 

y el perfil se desviste, te provoca;​ 

allí te mueres de un olor que por lo bajo​ 

despronuncia tu cráneo hasta volverlo 

gimnástico como un pájar​o 

​y aprendes el terror donde el vacío​o​ 

devora campanario​s​, 

ese lugar por donde escapas​ 

con astucia de mago, 

hasta que eres todas las palabras (p. 35).

  

 Bibliografía

Alum, Rolando. "Bibliografía anotada y selecta sobre Derecho Constitucional Cubano", en Constituciones Cubanas desde 1812 hasta nuestros días, editada por Leonel de la Cuesta. Madrid: Iberama Publishers, 1974, pp. 147-159.

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Friday, August 15, 2025

Inauguración de monumento a Louis Pasteur en La Habana, 20 de julio de 1935

A la izquierda el embajador francés y al centro el alcalde de La Habana Guillermo Belt


El Alcalde de la Habana ha sido nombrado Caballero de la Legión de Honor por el Gobierno francés. Distinguidas personalidades se congregaron con motivo de la inauguración del busto a Pasteur. El Alcalde hizo constar que Cuba se honraba al honrar al ilustre científico francés.

Por el Alcalde Municipal fue descubierto ayer el busto del sabio francés Luis Pasteur. Al acto concurrieron personalidades del mundo diplomático, social, científico y político. Entre los asistentes recordamos al Alcalde Municipal, al Secretario de Estado; al Instructor de Ministros; al Coronel Manuel Despaigne; Dr. José Antonio López del Valle; Manuel Ecay; Dr. José A. Presno;
ex-comandante Ramón Font; Capitán de la Cruz Roja; señor Álvaro Novoa; el Sr. Manuel Vendreil, Jefe del Archivo General del Municipio, que cumplimentó a los concurrentes al acto antes de la llegada del Alcalde Municipal; Dr. Mario Montero, Presidente de la Audiencia de la Habana; Ingeniero Montolieu, Tesorero de la Comisión para la erección del busto y el homenaje; Ingeniero Castellanos; Dr. Antonio Díaz Albertini; Emilio Vasconcelos, Jefe del Departamento de Fomento Municipal; Pedro Morán, Secretario Particular del Dr. Presno; señor Raúl Ureña; Paquito Calderón, alto empleado del Municipio; Capitán Juan Arias, Ayudante del Alcalde
Municipal; señor Augusto Martínez Pereira, Secretario Particular del Alcalde Municipal; Dr. Octavio Montoro; Dr. Jorge Alfredo Belt, Secretario de la Administración Municipal; Jefe del Cuerpo de Bomberos; doctores Hernández Miyares y José María Aguilera, Jefe de Auditores Municipales; Dr. Antonio Vígnier, Tesorero Municipal; señor Rafael i Spencer, Contador del Municipio; Ingeniero Eddy Chibás; Dr. Ismael Ferrer, Jefe de los Servicios de la Sanidad Municipal; señor Antonio Pérez Reyes, Jefe del Departamento
de Gobernación Municipal; doctor Oscar Remírez, Jefe del Departamento de Consultoría Legal, el señor Ministro de Francia, y su distinguida esposa; señor Juan Sabatés, Presidente de la Comisión del Turismo, con nutrida representación de ese organismo; Sr. Humberto Novo, Jefe de Despacho de la Alcaldía, representación
de la Asociación Farmacéutica Nacional y otras distinguidas
personalidades de la esfera social.

La Banda de Música del Municipio ejecutó el Himno Nacional y la Marsellesa. El Alcalde Municipal usó de la palabra, pronunciando un elogio a Pasteur, y a la compenetración que por días une más aún a Cuba y a Francia. Le siguió en el uso de la palabra el Dr. Octavio Montoro, que dedicó sus más cálidos elogios a la consagración del ilustre hijo de Francia, ya desaparecido, diciendo entre otras
cosas, que su vida fue un constante luchar por el bien de la Humanidad, su afán por el progreso de la ciencia, llevando una vida modesta y sencilla cual buen hijo de la inmortal Francia.
Y, por último, habló el Ministro de Francia, elevando un himno a la memoria de Luis Pasteur, su hermano de patria, señalando las excelsas virtudes que le adornaban, y su dedicación a mitigar los dolores de la humanidad, agradeciendo profundamente, en nombre de su nación,aquel acto, y, por último, imponiendoal Dr. Belt la condecoración de CABALLERO DE LA LEGION
DE HONOR DE FRANCIA, diciéndole: «Vuestro hijo, enfermo
de gravedad recientemente, ha sido salvado gracias al genio y a la ciencia de Luis Pasteur. Francia premia en usted al gobernante prestigioso que sabe honrar a Cuba.»




DISCURSO DEL DR. BELT, ANTE EL BUSTO DEL SABIO PASTEUR.

Sr. Secretario de Estado, Excmo, señor Ministro de la República
Francesa, Autoridades, señoras y señores:

Para convertir en una realidad lo que hace meses era solamente
la iniciativa feliz de un grupo distinguido del Comité France-Ame-
rique: Rendir un justo tributo a un gran bienhechor de la Humanidad,
nos reunimos hoy, para honrar, honrándonos, en el cincuentenario de la primera inyección de la vacuna antirrábica, la figura excelsa y gloriosa del gran Pasteur. Y he dicho que nos honramos hoy, porque, honrar, honra, como dijo en un pensamiento feliz el Apóstol insigne de nuestras libertades, el gran José Martí.

No puedo ocultar la satisfacción inmensa que me embarga por haberme correspondido el honor de dénominar esta Plaza con el nombre del sabio ilustre que hoy ocupa nuestra atención, honrando así 1a memoria de un hombre sencillo y modesto, dotado de una extraordinaria energía, que jamás desmayó ni ante la crítica ni las dificultades de su época, pues tuvo siempre como inspiración estos dos grandes sentimientos: El amor a sus semejantes y la piedad hacia la humanidad doliente.

En este acto sencillo hay, sin embargo, algo muy importante que
quiero hacer resaltar, y es la compenetración cada día mayor que
existe entre el pueblo francés y el pueblo de Cuba, muy especialmente, a través de sus hombres de ciencia. Hace precisamente algunos años, la ciudad de París honró a uno de
nuestros grandes hombres, el doctor Carlos Finlay, que como el gran
Pasteur, fue un fiel servidor de la humanidad, dándole su nombre preclaro a una de las espléndidas avenidas de esa hermosa ciudad.
En la mañana de hoy, repito, rendimos un justo tributo a un hombre,
de ciencia francés, cuya ciencia y cuya gloria traspasaron las fronteras de su Patria, para ser gloria y ciencia de la Humanidad.

Excelentísimo Sr. Ministro: Permítame que os haga portador de un
mensaje afectuoso del pueblo de la Habana al gran pueblo francés. Y
si la Marsellesa confunde hoy sus notas brillantes y patrióticas con las de nuestro Himno Nacional, si la Ciencia ha unido a perpetuidad los nombres de Pasteur y Finlay, elevemos nuestro pensamiento al cielo por tan esclarecidos hombres del saber, y porque el sol de la libertad ilumine cada vez más radiante a la incomparable Francia y a nuestra idolatrada Cuba.
He dicho.

En la tarja del monumento se consignaba:

LUIS PASTEUR
Erigido por suscripción, entre las corporaciones científicas
de la República, a la memoria de este sabio bacteriólogo francés
y gran benefactor de la humanidad, el año 1935, cincuentenario
de la primera inoculación contra la rabia. Esta obra es una Réplica
ampliada del célebre busto del escultor Dubois.


P.D. El monumento a Louis Pasteur, ubicado en  Línea entre G y H, fue reemplazado en diciembre de 2022 por uno al beisbolista y patriota Emilio Sabourín. El de Pasteur fue reubicado en los jardínes del hospital América Arias.

Thursday, August 14, 2025

El Maleconazo: 31 años después y con más motivos para la rebelión

Por Luis Cino 


No supe del Maleconazo hasta el anochecer de aquel 5 de agosto de 1994, cuando mi amigo Coqui llegó a mi casa para saber de mí, para ver si seguía vivo y no me había muerto de la depresión.  Podía ocurrirle a un tipo de 38 años a quien su hasta entonces amantísima esposa de 22 lo había dejado inesperadamente y sin explicaciones hacía una semana. También podía estar preso, lo que tampoco hubiera sido raro, teniendo en cuenta mi declarado rechazo al régimen.



Mi amigo me contó de los miles de personas que unas horas antes tiraban piedras, rompían vidrieras y gritaban ¡libertad! por el Malecón y las calles Galiano e Infanta. No me asombré demasiado, pues hacía semanas que el ambiente estaba muy caldeado con los secuestros y desvíos de embarcaciones, y particularmente luego de que 37 personas, entre ellas 11 niños, murieran al ser hundido el remolcador 13 de marzo para impedir que saliera de las aguas cubanas.    

La noche del 5 de agosto no hubo apagón para que los cubanos pudieran ver en el Noticiero de Televisión cómo Fidel Castro se personaba en el Malecón, un par de horas después de que la Seguridad del Estado y los hombres del Contingente Blas Roca, en función de esbirros parapoliciales, lo tuvieran todo bajo control a fuerza de repartir palos, cabillazos y tiros. No se reportaron muertos, pero heridos hubo bastantes.


Cuba: crónicas de un camino letal o el tránsito del paraíso al infierno

Cuando ya no hubo peligro de que tiraran botellas, macetas o ladrillos, porque hasta los balcones y las azoteas de media Centro Habana estaban tomados por los represores, el Comandante se paseó orondo por el Malecón, para que sus aduladores crearan otro de sus mitos: el de que “Fidel  fue aclamado por algunos de los mismos que minutos antes gritaban en contra suya”.

Esa noche, salí a caminar por La Víbora, a tomar un poco de fresco, pero tuve que regresar a casa enseguida. La policía andaba nerviosa, pedía identificación y registraba los paquetes y bolsos de los pocos que andaban por la calle y cargaba con quien les resultara sospechoso.   

Por la Calzada de 10 de Octubre pasaban, en uno y otro sentido, carros patrulleros, camiones y jeeps con militares armados. Y a la mañana siguiente, cuando iba para el trabajo por la avenida Porvenir, rumbo a la Avenida del Puerto, pasaron varios carros artillados y militares con metralletas y uniformes de camuflaje.

Con el paso de los días supe de las varias decenas de heridos y detenidos. Pero la  gente ya no quería hablar más del Maleconazo —como fue bautizado el primer enfrentamiento callejero de envergadura que tuvo que enfrentar el castrismo—  sino irse del país, ya que el Máximo Líder había anunciado su decisión de que las Tropas Guardafronteras no vigilarían más las costas y permitirían que se lanzaran al mar y enrumbaran hacia la Florida todos los que quisieran.   


Historias de Balseros: serie sobre el Éxodo de 1994, 30 años después

Se veía en la calle gentes con tablones, tanques de acero, gomas de camiones. Todo lo que sirviera para hacer una balsa y lanzarse al mar. Hablando a gritos. Buscando un carro, un camión que los llevara a la costa. Como si de repente todos se hubieran vuelto locos por largarse y ya no tuvieran que ocultarlo más de chivatos y policías.

Así, Fidel Castro, al igual que en 1980 salió de la crisis de los refugiados en la embajada de Perú abriendo el puerto del Mariel, logró sacar vapor de la olla antes de que reventara y salir de la crisis del Maleconazo con un éxodo de balseros. Posteriormente, para mitigar el hambre y la escasez, reabrió los mercados campesinos.

Treinta y un años después todo está mucho peor en Cuba que en el verano de 1994, cuando el llamado Periodo Especial alcanzó su clímax y ocurrió el Maleconazo. Y —el castrismo siempre es capaz de superarse para mal— también está peor, mucho peor, la situación, en todo sentido, que hace cuatro años, en julio de 2021, cuando los días 11 y12 de julio ocurrieron las masivas protestas en todo el país que hicieron palidecer al Maleconazo.

Desde entonces, están creadas las condiciones para otro estallido. Lo asombroso es que no haya ocurrido ya. Y puede que si ocurre, sea más violento que los anteriores: es mucha la ira y el resentimiento  de los oprimidos y demasiada la prepotencia e intolerancia de los opresores, que lo más probable es que no duden en volver a dar la orden de combate para el choque fratricida.


Hundimiento del remolcador 13 de Marzo: el crimen sigue impune 30 años después

Los mandamases del continuismo temen que se produzca el estallido, pero es poco y mal lo que hacen por evitarlo. Como no tienen ni remotamente la astucia matrera de Fidel Castro para capear los temporales y saben que hoy sería imposible recurrir a un nuevo éxodo que saque vapor a la olla, apelan a la represión, al aumento de la vigilancia y al endurecimiento de las leyes de un código penal de inspiración nazi, para intimidar y disuadir  al pueblo de rebelarse.

Pero con una economía que hace mucho se fue a pique, con hambre y todo tipo de carencias, con cada vez más horas de apagones, el malestar y las ansias de cambio no paran de crecer. Nadie cree en las promesas y pretextos de los mandamases. Sus consignas gastadas, sus exhortaciones al sacrificio cada vez que adoptan una medida más antipopular que la anterior, sus regaños por lo malagradecidos que somos, sus desfachatadas mentiras, solo consiguen que los detestemos más.

Tienen la fuerza represiva. Pero llegará un momento en que no bastará para contener a un pueblo desesperado.  


Masacre (Remolcador 13 de Marzo)

Publicado originalmente en Cubanet.

Monday, August 11, 2025

Los crímenes secretos de Fidel en México


 Otro video de Ranfis Suárez de su serie El Matarrelatos. 

Descubre la historia oculta de Fidel Castro en México antes del Granma. Basado en el testimonio de su entrenador militar, Miguel Sánchez 'El Coreano', este material revela los asesinatos y las purgas que marcaron el nacimiento del Movimiento 26 de Julio.

Tuesday, August 5, 2025

A 31 años del Maleconazo: La memoria de un pueblo sin memoria


Por Enrique Del Risco

Porque antes de un 11 de julio hubo un 5 de agosto. Hace cuatro o 31 años, da igual. Cientos, si no miles, gritando en las calles de la Habana Vieja y Centro Habana “Libertad”. Solo que en 1994 no había redes sociales ni las cámaras andaban de mano en mano en forma de teléfonos. Tenemos que conformarnos año tras año con los mismos seis minutos y pico de imágenes tomadas por algún turista o periodista extranjero con gente escuálida y descamisada (literalmente, como dicen que son los que hacen las revueltas) que va de un lado a otro sin soltar la bicicleta de puro miedo a que se la roben. Imágenes incomprensibles si no se entiende el contexto: hambruna por años, desesperación, intentos de fuga del país que a veces terminan en masacre (como en hundimiento del remolcador 13 de marzo hacía apenas tres semanas) o con éxito (como el secuestro de la lanchita de Regla hacía apenas unos días). Gente que se reúne en la Avenida del Puerto a la espera de que un milagro la saque del país y de la miseria (que es más o menos lo mismo) y grupos paramilitares disfrazados de obreros de la construcción que los hostigan hasta que la furia estalla e invade media ciudad, la mitad más pobre. Tenemos esas pobres imágenes y los rumores de los cientos de presos, de algún muerto y de un karateca (o un policía), disfrazado de miembro del Contingente Blas Roca, al que le sacaron un ojo de un botellazo. (Los disfraces, aunque no engañen a nadie tienen un sentido teatral: no es la policía quien reprime al pueblo sino los obreros que se enfrentan a los delincuentes).

Fuera de esa pobreza de imágenes, de memoria, está la historia oficial. La de los antisociales que asaltaron tiendas para turistas (algo que también pasó), la de Fidel como Moisés abriéndose camino entre las masas airadas y convirtiendo los “Abajo Fidel” en puro “Fidel, Fidel” (aquí la historia oficiosa se contradice: si eran vulgares saqueadores ¿qué hacían gritando “Abajo Fidel”?). Como si las tropas especiales no hubieran llegado antes a preparar el terreno, a demoler la rabia desarmada. Luego, los pasos que dicta el Manual represivo del totalitarismo, tan bien descritos en la película rusa “¡Queridos camaradas!”: borrado de memoria, ocultamiento de los muertos y algo de comida en la forma de la apertura de los mercados campesinos unos días después. Lo otro fue el gran aporte del castrismo a la teoría marxista-leninista: el éxodo como arma de lucha. Como mismo se había empleado en los 60’s o el ochenta. Resolver el problema trasladándolo. Y entonces Fidel creó la llamada “Crisis de los balseros” y vio que era bueno. Los mismos que antes perseguían y mataban para impedir una fuga ahora la propiciaban y hasta ayudaban a los desesperados a subir a las balsas. A que se los comieran los tiburones o crearles problemas de logística al enemigo imperialista que no sabría dónde meter a tanta gente.

Luego, en el 2021, la historia se repitió, represión, control narrativo, comida anecdótica y ornamental y éxodo a través de Nicaragua. Antes el poeta Virgilio Piñera había cantado: “¡Pueblo mío, tan joven, no sabes ordenar!/ ¡Pueblo mío, divinamente retórico, no sabes relatar!/ Como la luz o la infancia aún no tienes un rostro”. ¿Cómo va a tener rostro, cómo va a madurar, Virgilio, un pueblo al que cada día le roban la memoria, la voluntad y el tiempo?


Fallece el historiador Leopoldo Fornés-Bonavía Dolz


Por Felipe Lázaro 

Este caluroso domingo 3 de agosto, ha fallecido el historiador cubano Leopoldo Fornés-Bonavía Dolz en la capital española.

Estudió Historia en las Universidades de La Habana y Carolina de Praga. Se licenció en Historia y Geografía por la Universidad Complutense de Madrid. Ejerció la docencia, como profesor de Historia, hasta su jubilación.

De su enjundiosa bibliografía hay que resaltar dos volúmenes de Historia de América (Madrid, 1986 y 2001). Coordinó la obra colectiva Historia Universal (Puerto Rico, 1995), en la que colaboró como autor. Además de su obra más importante,  indispensable para acercarse a la historia cubana: Cuba. Cronología. Cinco siglos de Historia política y cultura (Madrid: Verbum, 2003).

Miembro destacado del Comité Pro Derechos Humanos en Cuba, dirigido por la Dra. Martha Frayde en el Madrid de los años 80 y 90. Asistiendo, puntualmente, los primeros domingos de cada mes a la Tertulia que la mencionada Dra. Frayde organizaba en el Café Central, cerca de la Plaza Santa Ana. Fue un asiduo colaborador de la Revista Hispano Cubana, participando en los actos de la Fundación Hispano Cubana en la madrileña calle Orfila. También colaboró con textos y reseñas en la revista Encuentro de la cultura cubana publicada en Madrid desde 1996 al 2002.

No faltaba a ningún acto cubano que se organizaba en Madrid en los años 80, 90 y principios del presente siglo: presentaciones de libros de las editoriales cubano-madrileñas, como: Playor, Pliegos, Verbum y Betania, en Casa de América, el Ateneo de Madrid, el Círculo de Bellas Artes y el Centro Cubano en la calle Claudio Coello. 

Leopoldo era jovial y atento, muy fino en su trato. Afable y, sobre todo, muy cubano. Siempre se regodeaba con un buen chiste, un cuento o una anécdota histórica de los vaivenes cubanos. Un  gran erudito de lo cubano. Cuba pierde otro de sus mejores e ilustres hijos lejos de la Patria. 
¡Descansa en Paz, amigo y compatriota!