Rafael Serra |
Por Enrique Del Risco
Uno de los proyectos educativos y culturales más notorios e influyentes que creó la emigración cubana del siglo XIX fue la Sociedad Protectora de la Instrucción La Liga. Aunque atribuida con frecuencia a "los esfuerzos pedagógicos y la sensibilidad popular de José Martí" su creación y mantenimiento en la ciudad de Nueva York se debió en lo fundamental al esfuerzo de trabajadores cubanos y puertorriqueños. Estos eran en su mayoría “de la clase de color” aunque entre sus socios fundadores aparecen intelectuales blancos como Enrique Trujillo, Benjamín Guerra y Gonzalo de Quesada. “El profesorado, mayoritariamente blanco, era de ambas nacionalidades y se componía de personalidades de la emigración, muchos de ellos allegados a José Martí, quien ocupaba el cargo de inspector e impartía la clase final de cada jueves". Curiosamente Martí no aparece como en el listado inicial de los fundadores en 1890 aunque desde antes había colaborado en su creación y ejerció un “padrinazgo intelectual y político” sobre la institución.
La Liga es producto en lo fundamental del esfuerzo del tabaquero y periodista Rafael Serra (1858-1909) originario del barrio habanero de Monserrate e hijo de “negros libres” de acuerdo con su fe de bautismo. De formación autodidacta Serra funda en 1879 en Matanzas la sociedad de instrucción y recreo La Armonía (calle Daoiz 187 1/2) que “tiene por objeto el socorrerse sus asociados mutuamente y establecer una escuela gratuita de niños con el auxilio de socios de beneficiencia”. Poco después fundará un periódico del mismo nombre que “lleva por objeto principal armonizar con todas las razas y todas las clases sociales, bajo el lema santo de fraternidad”. Acosado junto al también intelectual y periodista negro Martín Morúa Delgado por los representantes del gobierno colonial en Matanzas termina escapando hacia Key West “a fines de 1880”. "Después de una estadía en Cayo Hueso en 1884, Serra se trasladó con su familia a Nueva York, donde permaneció hasta su regreso a la patria en 1899".
Uno de los proyectos educativos y culturales más notorios e influyentes que creó la emigración cubana del siglo XIX fue la Sociedad Protectora de la Instrucción La Liga. Aunque atribuida con frecuencia a "los esfuerzos pedagógicos y la sensibilidad popular de José Martí" su creación y mantenimiento en la ciudad de Nueva York se debió en lo fundamental al esfuerzo de trabajadores cubanos y puertorriqueños. Estos eran en su mayoría “de la clase de color” aunque entre sus socios fundadores aparecen intelectuales blancos como Enrique Trujillo, Benjamín Guerra y Gonzalo de Quesada. “El profesorado, mayoritariamente blanco, era de ambas nacionalidades y se componía de personalidades de la emigración, muchos de ellos allegados a José Martí, quien ocupaba el cargo de inspector e impartía la clase final de cada jueves". Curiosamente Martí no aparece como en el listado inicial de los fundadores en 1890 aunque desde antes había colaborado en su creación y ejerció un “padrinazgo intelectual y político” sobre la institución.
La Liga es producto en lo fundamental del esfuerzo del tabaquero y periodista Rafael Serra (1858-1909) originario del barrio habanero de Monserrate e hijo de “negros libres” de acuerdo con su fe de bautismo. De formación autodidacta Serra funda en 1879 en Matanzas la sociedad de instrucción y recreo La Armonía (calle Daoiz 187 1/2) que “tiene por objeto el socorrerse sus asociados mutuamente y establecer una escuela gratuita de niños con el auxilio de socios de beneficiencia”. Poco después fundará un periódico del mismo nombre que “lleva por objeto principal armonizar con todas las razas y todas las clases sociales, bajo el lema santo de fraternidad”. Acosado junto al también intelectual y periodista negro Martín Morúa Delgado por los representantes del gobierno colonial en Matanzas termina escapando hacia Key West “a fines de 1880”. "Después de una estadía en Cayo Hueso en 1884, Serra se trasladó con su familia a Nueva York, donde permaneció hasta su regreso a la patria en 1899".
Hacia 1888 Serra recupera el proyecto de fundar una sociedad similar a La Armonía. Busca apoyo en Martí y este le responde que “No sabía de ella [La Liga] más de lo que Ud. dice y ya deseo el éxito de su establecimiento inmediato, como si fuese cosa mía” [el énfasis es mío] y de inmediato comienza a trazarle objetivos ulteriores para la sociedad: “De ahí se ha de arrancar para ir a donde debemos, que no es tanto el mero cambio político como la buena, sana, justa y equitativa constitución social, sin lisonjas de demagogos ni soberbias de potentados”.
No obstante ya para 1907 y en plena expansión del martianismo como culto cívico Serra se refería a La Liga como una institución “fundada en Nueva York en 1890, por nuestro egregio Martí y sus fieles seguidores”. Quince años antes, en la edición del 10 de agosto de 1892 en el periódico Patria, órgano del Partido Revolucionario Cubano fundado por Martí y al que se había sumado La Liga se hablaba de “la idea de La Liga Sociedad Protectora de la instrucción de Nueva York, emanada de la mente previsora de Rafael Serra, y hecha posible por el incansable amor que a los humildes tiene José Martí”. Su primer presidente fue Germán Sandoval quien "no es político ni pretende serlo; no es rico ni hombre de letras ni de ciencia; pero por la corrección de su carácter, por su constancia)' pulcritud en todas las obligaciones que contrae, ha sido moralmente el gefe [...] de nuestra colectividad en Nueva York, por espacio de 29 años".
No obstante ya para 1907 y en plena expansión del martianismo como culto cívico Serra se refería a La Liga como una institución “fundada en Nueva York en 1890, por nuestro egregio Martí y sus fieles seguidores”. Quince años antes, en la edición del 10 de agosto de 1892 en el periódico Patria, órgano del Partido Revolucionario Cubano fundado por Martí y al que se había sumado La Liga se hablaba de “la idea de La Liga Sociedad Protectora de la instrucción de Nueva York, emanada de la mente previsora de Rafael Serra, y hecha posible por el incansable amor que a los humildes tiene José Martí”. Su primer presidente fue Germán Sandoval quien "no es político ni pretende serlo; no es rico ni hombre de letras ni de ciencia; pero por la corrección de su carácter, por su constancia)' pulcritud en todas las obligaciones que contrae, ha sido moralmente el gefe [...] de nuestra colectividad en Nueva York, por espacio de 29 años".
Retrato del primer presidente de La Liga |
En el reglamento de la institución “consagrada al auxilio de la clase de color” se proclama que esta busca “procurar por todos los medios prácticos, activos y generosos, el adelanto intelectual y la elevación del carácter de los hombres de color nacidos en Cuba y Puerto Rico”; “facilitar recursos a los jóvenes pobres que ya hubiesen terminado su primera enseñanza”; “establecer un modesto salón educacional para sus asociados regulares”; “crear ocasiones de reunión amenas y decorosas para las familias de los socios, que ayuden a su mejor conocimiento mutuo o aprovechen en general a su cultura”. Sobre el perfil racial de la sociedad, en el periódico La Doctrina de Martí (1896-1898) del propio Rafael Serra se rectifica a Enrique Trujillo quien la había definido como "Sociedad de obreros cubanos y puertorriqueños de color" diciendo que "La Liga no fue sociedad de gente de color cubana y puertorriqueña [...] Nosotros probamos que era una sociedad mixta". El investigador Miguel Cabrera Peña afirma que "Como su antecesora [La Armonía], aceptaba estudiantes pobres de raza blanca".
Uno de los fundaddores de La Liga en cuya casa radicó temporalmente la sede de La Liga antes de ocupar su sede oficial |
Durante la época previa a la fundación oficial de La Liga la “dirección provisional” de la instotución “se elige en la casa de los hermanos Juan y Gerónimo Bonilla, el 19 de mayo” de 1889. Allí estará hasta que “por fin, el 22 de enero de 1890, después de luchar dos años ‘en la calle pobre que da al arco de Washington (74 West Third Street)’ estrena su casa, la Sociedad Protectora de la Instrucción La Liga”. (Muchos estudios consultados confunden el número del edificio con el de la calle y llegan a decir erróneamente que la Liga se ubicaba en la calle 74, o sea, 71 cuadras más al norte).
No es extraño que la Liga se asentara en una zona que más tarde asociara con el centro del mundo bohemio y artístico de Nueva York si se tiene en cuenta que hacia 1863 “the area was home to nearly a quarter of the city’s African-American population” y entre los 1880s y finales de 1910 la zona al sur de Washington Square era conocida como Little Africa. Según los estudios “Little Africa was a rare place where interracial families could settle, the census listing numerous interracial families in the years from 1880 to 1910. The area was also home to many working-class black families”.
No obstante para la época de la fundación de la Liga la población afroamericana de la zona empezaba a decrecer lentamente y “the immigrants settling on the streets of the South Village were overwhelmingly Italian in origin, making the South Village one of the most densely populated Italian communities in New York’s history”.
Vista aérea de la calle Thompson desde Washington Square Park donde aparece en el extremo inferior izquierdo la sede de La Liga |
No es extraño que la Liga se asentara en una zona que más tarde asociara con el centro del mundo bohemio y artístico de Nueva York si se tiene en cuenta que hacia 1863 “the area was home to nearly a quarter of the city’s African-American population” y entre los 1880s y finales de 1910 la zona al sur de Washington Square era conocida como Little Africa. Según los estudios “Little Africa was a rare place where interracial families could settle, the census listing numerous interracial families in the years from 1880 to 1910. The area was also home to many working-class black families”.
Detalle de la imagen anterior. El edificio de la izquierda, hoy inexistente, era la sede de La LIga. |
No obstante para la época de la fundación de la Liga la población afroamericana de la zona empezaba a decrecer lentamente y “the immigrants settling on the streets of the South Village were overwhelmingly Italian in origin, making the South Village one of the most densely populated Italian communities in New York’s history”.
Es una suerte contar con una muy interesante descripción de las clases de Martí en la Liga debida a la pluma de Manuel de Jesús González, uno de los fundadores de la Liga quien representa así el salón de clases:
"En la pared que da frente á la puerta, á la derecha, el retrato al creyón del Maestro, á la izquierda el de Serra, en el centro varios cuadros, uno de ellos prestado por el Maestro, representa á un negro cubano guardiero, á la puerta de su bohío,, con la cara plácida y llena de bondad, apoyado en un leño que tiene en la mano izquierda, mientras que con la derecha desgrana una mazorca de maíz rozándola fuertemente con una tusa, cuyos granos al caer al suelo, comen ávidamente las aves caseras ; sobre la repisa dos figuras de bisquit y dos floreros, sobre uno de estos una bola de goma,—la que sirviera para que el inolvidable Barranco, en una de sus clases, demostrara la configuración y movimientos de la tierra,—pintada de azul turquí. En la pared opuesta, entre las dos puertas, un paisaje de invierno, del Parque Central de Nueva York. Hacia el fondo, dos ventanas de puertas vidrieras con cortinas blancas; en uno de los ángulos una bandeja con copas y un jarro de agua sobre una mesita, en el otro un escritorio, y en el centro el estante con sus cinco anaqueles llenos de libros. Al frente una puerta corredera de dos alas que se insertan en la pared á ambos lados, que soló se abre, para comunicar los dos salones, cuando La Liga está de fiesta: los lunes de La Liga. A la izquierda está el piano, á la derecha la estufa encendida, en el centro un poco hacia el frente, una mesa con tapiz color de esperanza, y al frente están las sillas en semicírculo. Las paredes están entapizadas de color claro, la alfombra es de flores blancas sobre fondo encarnado, la lámpara dorada tiene seis mecheros con globos tricolor, y los muebles " color de luz ". Este el salón más conocido de La Liga y el más querido"
Como indica el texto cada lunes se celebraban actividades culturales que incluía a las familias de los socios de la Liga y en la que María Mantilla -hija de Carmen Miyares, compañera sentimental de Martí y cuya paternidad se insiste en atribuirse al propio Martí- solía tocar el piano. También se leía poesía y se hablaba de diferentes temas literarios y artísticos. Además el local "se convierte en centro de reunión de los más activos separatistas allí residentes”.
El ejemplo de La Liga es imitado en otras ciudades norteamericanas con presencia cubana y el 27 de noviembre de 1892 surge en Tampa la Liga de Instrucción “fundada en la casa humilde del negro Cornelio Brito, por indicación de Martí”. En Cayo Hueso se funda la Sociedad de Instrucción y Recreo El Progreso y en 1895, en Ibor City se crea la Sociedad de Instrucción y recreo La Verdad. Todas estas sociedades llegarán a adscribirse al Directorio Central de Sociedades de Color que desde Cuba dirige el separatista Juan Gualberto Gómez.
No he podido encontrar la fecha de cierre definitivo de La Liga aunque en varios textos de 1896 se refieren a la institución en pasado. El edificio en el que radicaba la sede de la institución de 74 West Third Street debió haber sido derribado no mucho después pues en 1903 fue construido en su lugar y en el del edificio aledaño (76 West Third Street) un nuevo edificio al que se accedía por la calle Thompson y cuya numeración era 234 Thompson Street. Dicho edificio todavía existe en la actualidad y su planta baja está ocupada por el bar “The Half Pint”.
Bibliografía
Brazee, Christopher et al. South Village Historic District Designation Report. 2013. http://www.gvshp.org/_gvshp/resources/doc/sv-hd-lpc-rpt.pdf
Cabrera Peña, Miguel. "Alma fundadora. Rafael Serra y Montalvo". http://www.angelfire.com/planet/islas/Spanish/v3n9-pdf/21.pdf
Cabrera Peña, Miguel. "Alma fundadora. Rafael Serra y Montalvo". http://www.angelfire.com/planet/islas/Spanish/v3n9-pdf/21.pdf
Deschamps Chapeaux, Pedro. Rafael Serra Montalvo. Obrero incansable de nuestra independencia. La Habana: Unión de Escritores y Artistas de Cuba, 1975.
López Mesa, Enrique. La comunidad cubana de New York: siglo XIX. La Habana: Centro de Estudios Martianos, 2002.
Montero, Oscar. "La raza y el racismo en la república sin nombre de Rafael Serra". América sin nombre, no 19 (2014) 43-52
Montero, Oscar. "La raza y el racismo en la república sin nombre de Rafael Serra". América sin nombre, no 19 (2014) 43-52
Serra Montalvo, Rafael. Ensayos políticos. New York: Impr. de El Porvenir, 1892.
----------------------------. Ensayos políticos. Segunda serie. New York, Impr. de P.J. Diaz, 1896.
----------------------------. Ensayos políticos. Tercera serie. New York: A.W. Howes, 1899, 1899.
----------------------------. Para blancos y negros ensayos políticos, sociales y económicos. La Habana: El Score, 1907.
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