Sunday, March 3, 2019

LOS CINCO VIAJES DE JOSE MARTI A CUBA


Retrato de Martí tomado en México, 1875

Por Santiago Cárdenas


 PRIMERO
Luego de su primer destierro en España , el barco en que iba Martí a México para encontrarse con su familia, fondeó en el Muelle de la Luz en La Habana Vieja para una escala técnica de cuarenta y ocho horas, a media milla de su casa en la calle Paula. Desde allí contempló en silencio la iglesia del Angel, donde fue bautizado, a  solo unas tres cuadras de distancia de la bahía. El  primer  oficial del  “Mérida”, Gabriel García , le advirtió cortésmente  que no podía desembarcar y colocó vigilantes en la pasarela. Era el 31 de enero de 1876. Martí había cumplido 22 años  tres días antes en alta mar.

 SEGUNDO
Ya en  la ciudad de México, cinco meses  después, planea un viaje clandestino a la  Habana junto a su hermana Leonor, que enloquecía con la separación familiar- para buscar al hijo de ésta y traerlo al Distrito Federal. Se disfrazaron como trabajadores del carguero City of Havana, saliendo de Yucatán el 16 de mayo de 1876 para regresar al mismo puerto y en el mismo barco el 2 de junio. En la capital nadie le pidió documentación. En la aduana del Puerto Progreso, México, a su regreso, aparece en los registros: “J. Martí, Señora e Hijo” (su sobrino).

Leonor Martí Pérez
TERCERO
Poco después el 6 de enero de 1877, día de Reyes, arriba de nuevo a La Habana en el vapor Ebro, desde Yucatán, con pasaporte falso y sus segundos nombres y apellidos: Julián Pérez. El objetivo del viaje era entrevistarse con el padre adoptivo de su íntimo amigo desde la escuela primaria, el médico Fermín Valdés Domínguez que vivía en Industria y San Miguel.
El papá de Fermín era Don José Mariano Domínguez un acaudalado sacerdote guatemalteco radicado en Cuba. Éste le dió a Martí 200 pesos oro y cuatro cartas de recomendación, incluída una para el presidente de esa república centroamericana, don Rufino Barrios, que había sido alumno de  José Mariano cuando él era profesor de primaria en Ciudad Guatemala. El dinero fue utilizado para pagar el pasaje de la familia martiana, de siete personas, de regreso desde México a La Habana y  comprarles una residencia en la capital. 
                              
                          EL VIAJE TRAS EL PACTO DE ZANJON
El 31 de agosto  de 1878, seis meses después el Pacto de Zanjón, desembarcaron en la Habana, Pepe y Carmen Zayas Bazán que era su esposa, embarazada de seis meses, luego de una travesía en el vapor Nueva Barcelona. Entraron legalmente acojiéndose a  la amnistía que el General Arsenio Martínez Campos había decretado dos meses antes al asumir el cargo de Gobernador General.
Este cuarto viaje, es sin duda el mas conocido de Martí, duró hasta el 25 de  septiembre del año siguiente en que fue expulsado sin juicio ni proceso por segunda vez a España. En los trece meses de su estancia nació su hijo y trabajó en los bufetes de Nicolás  Azcárate y en el de  Miguel F. Viondi junto a Juan Gualberto Gómez, con quien conspiraba sin descanso. También ofreció, a los veintiseis años, sus conocidos discursos patrióticos-literarios que lo proyectaron  como líder de la oposición anti española. Fueron, al menos tres memorables: El 28 de febrero de 1879, en el Liceo de Guanabacoa, ante el féretro del poeta Alfredo Toroella; el 26 de abril en el segundo piso de la Acera del Louvre a petición del homenajeado periodista Adolfo Márquez Sterling y al día siguiente, de nuevo en  Guanabacoa, en el homenaje a  Rafael Díaz Albertini, un argentino que había ganado recientemente el primer premio de violín en el Conservatorio de  París.
                                              QUINTO Y ULTIMO VIAJE.
Martí permanece en el Oriente cubano  solamente cinco semanas desde  su desembarco el 11 de abril de 1895 en Playitas de Cajobabo hasta su muerte en Boca de los Dos Ríos el 19 de mayo. Las peripecias de éste , su último viaje,  han sido muy  divulgadas, por lo que estimo no es necesario ahondar en detalles.

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