Introducción de Eduardo Zayas-Bazán.
El Comandante Rogerio Zayas-Bazán y
Ramírez (1876-1931) nació en la República Dominicana a fines de la Guerra de
los Diez Años (1868-1878) y fue inscrito en la ciudad de Nuevitas, provincia de
Camagüey, al final del conflicto con fecha de nacimiento de 4 de noviembre de
1876. Era hijo de Manuel Ramón de Zayas-Bazán y Duque de Estrada y de Isabel
Tomasa Ramírez y Goyri.
Perteneció al Ejército Libertador de
Cuba y el 17 de junio de 1895 fue herido en la cadera derecha en el combate de
Ceja de la Larga. Fue Ayudante de Campo del General Lópe Recio, tío de Isabel
Recio Heymann, que más tarde fue su esposa, llegando a ostentar el grado de
Comandante.
Después de establecerse la República
de Cuba en 1902, Zayas-Bazán fue oficial de la Guardia Rural. Estando destacado
en la Provincia de Las Villas, hizo amistad con el General Gerardo Machado, que
también era oficial de la Guardia Rural. Ambos habían apoyado al General
Bartolomé Masó, expresidente de la República de Cuba en Armas, y líder del
Partido Liberal en las elecciones de 1902.
En 1917, al estallar la revolución
contra el gobierno del Presidente Menocal, se alzó por la restauración de las
libertades en su país. Descendiente de una de las familias más antiguas de
Cuba, fue líder el Partido Liberal y salió electo Gobernador de la Provincia de
Camagüey en 1922. En 1924, al ganar la presidencia el General Gerardo Machado
con la ayuda de Zayas-Bazán, lo nombró Secretario de Gobernación. Su proyecto
más importante fue la construcción del Presidio Modelo de Isla de Pinos,
llamado así porque incorporaba lo último en reforma penitenciaria. Ocupó la
Secretaría de Gobernación hasta 1928, año en que renunció a su cargo por no
estar de acuerdo con la reelección del General Machado. En esta carta renuncia,
Zayas-Bazán predice lo que le ocurriría a Machado por no escuchar sus consejos.
Fue una lástima, porque de haberlo hecho Machado, la historia de Cuba sería
diferente.
En 1930 salió electo Senador por la Provincia de Camagüey y despuntaba como
uno de los candidatos a la presidencia. Su vida política quedó truncada cuando
en un duelo irregular el 14 de julio de 1931 fue asesinado por un enemigo
político cuando se bajaba de su automóvil para acudir a la cita de honor.
Zayas-Bazán fue uno de los caudillos más importantes que tuvo Cuba en su
época. De los pocos políticos honrados que ha dado Cuba, siendo Secretario de Gobernación
trató de erradicar el juego y la prostitución en una campaña en la que se les
raspaba el pelo a los proxenetas y en la que se expulsaron de Cuba a cientos de
prostitutas francesas que habían llegado a La Habana a través de la ciudad de
Nueva Orleans.
Cuando era Gobernador, fundó en la ciudad de Camagüey un asilo para niños
pobres. Hoy en día el asilo lleva su nombre y su memoria se honra con su busto.
El Comandante Rogerio Zayas-Bazán llegó a ser muy popular con el pueblo
porque se le percibía como un líder valiente dispuesto a acabar con la
corrupción rampante en esa época republicana. La canción a continuación,
«Candela Zayas-Bazán», atestigua la aprobación de las masas por esa campaña
moralizante que le daría dignidad al pueblo.
CANDELA ZAYAS-BAZÁN
Compositor: Felipe Valdés
Candela,
Zayas-Bazán, candela al bataclán
Candela, Zayas-Bazán, candela al bataclán
Que las mujeres por aquí, ya no quieren trabajar
Que las mujeres por aquí, sólo quieren cumbanchear.
A nadie le importa que Coralia se muera, échale candela
A nadie le importa que Coralia se muera, échale candela
Mamita, échale carbón al anafe, échale candela
Mira, que se apaga el anafe, échale candela
Mamita, que se apaga el anafe, échale candela
Mamita, que se apaga el anafe, échale candela.
El General Machado poseía un ego descomunal y se había rodeado de
aduladores que le hicieron creer que él era imprescindible para el futuro de
Cuba y, por lo tanto, debía ir a la reelección. Mi abuelo, el Comandante
Rogerio Zayas-Bazán, que había sido uno de sus más fieles amigos, le había
aconsejado que esto sería un funesto error para él y para Cuba. Machado no le
hizo caso, y mi abuelo, frustrado, decidió renunciar a la Secretaría de
Gobernación escribiéndole al General Machado la carta que sigue, la cual había
permanecido inédita hasta ahora:
REPÚBLICA DE CUBA
SECRETARIO DE
GOBERNACIÓN
PARTICULAR
Habana, abril 18 de 1928.
General Gerardo
Machado y Morales.
Presidente de la
República.
Palacio
Presidencial.
Ciudad.
Distinguido amigo
y Presidente:
A pesar de que un gran número de
amigos, que creo que me quieren, me han aconsejado que personalmente le
entregue a Usted mi renuncia del cargo de Secretario de Gobernación, con que
Usted me honrara en 20 de mayo de 1925, y que pusiera como pretexto a esta
renuncia el quebranto de mis intereses particulares, con el fin de que Usted no
fuera a molestarse y que nuestra amistad de tantos años pudiera quebrantarse,
yo he determinado escribirle esta carta, pues me parecía indigno de mí tratar
de engañarlo a Usted, escribiéndole con todo el respeto que me inspira nuestra
vieja amistad y con todo respeto que merece el alto cargo que Usted ocupa, pero
al hacerlo quiero que Ud. tenga la plena seguridad de que nunca en mi vida
pública me he sentido más tranquilo, así que no siento en mi alma sentimientos
de violencia ni de odios.
El motivo de mi renuncia es el siguiente:
Es que estoy viendo que aquel
Gobierno democrático q. yo soñara, con respeto para todas las opiniones y
principalmente para el sufragio, está en peligro y no me siento con valor para
hacerme solidario de su obra de Gobierno.
Usted sabe muy bien que siempre me
he mostrado contrario a que se realicen actos que lo alejen a Usted del corazón
del pueblo, porque entiendo que, Usted puede hacer un Gobierno absolutamente
honrado, pero también un Gobierno democrático, a fin de que el pueblo lo mirara
a Usted como el continuador de la obra de Martí, y de todos aquellos que
lucharon por la libertad de Cuba.
Usted ha creído que destruyendo a la
oposición, comprando a sus Directores, Usted puede gobernar al país más
fácilmente y no se ha querido dar cuenta que Usted ha conquistado a esos
Directores, pero no ha conquistado al pueblo.
Usted, en realidad, no ha podido
conquistar al partido adversario y ha hecho que sus amigos y correligionarios,
aunque vayan a Palacio a sometérsele, como se han sometido a todos los tiranos,
pierdan la fe en Usted y prueba de ello es el fraude electoral realizado en las
pasadas elecciones, que solo puede ser comparada con aquel fraude electoral
realizado en época de Don Tomás.
Yo he sentido por el General
Menocal, una profunda antipatía porque violó los derechos del pueblo. Jamás he
recibido un solo daño de él, pero como antes le digo, he sentido esa antipatía,
por haber violado esos derechos, pues para mí valen más las Leyes y el respeto
a la voluntad popular que todos los bienes materiales, que en beneficio de un
país puede realizar un Gobernante.
Yo pensé, y por eso fue que yo no fui
partidario del Coronel Mendieta, que usted sería el Gobernante recto, el
Gobernante honrado, pero al mismo tiempo el Gobernante de guante blanco, que
jamás pudiera dar motivo para un solo odio. Yo soñaba con que Usted sería
idolatrado por el pueblo y admirado y querido por todos, pues aunque muchos
crean lo contrario yo no sé odiar y creo que con el odio y la represalia no se
consolidan las nacionalidades; pero de esto a oír al adversario y no permitir
que los amigos y correligionarios tengan opinión, hay un abismo.
Usted ha creído que suprimiendo la
libertad de la prensa, no permitiendo que fiscalicen sus actos, podía gobernar
más fácilmente, y eso ha sido el error más grande de los Gobernantes que la
Historia nos señala como más funestos para su patria.
No importa que Usted realice una
obra constructiva, ni que Usted atienda a la Agricultura, ni que fomente la
riqueza pública y ni que Usted llene de prestigios temporalmente a la Patria en
el extranjero, si Usted a cambio de todo eso mata la libertad, porque los
bienes materiales desaparecen en los pueblos y luego cuando Usted deje de
existir (y ojalá dure muchos años) quedará siempre el recuerdo de que Usted fue
un enemigo de la libertad, que Usted fue un tirano, y yo que lo he querido a
Usted tanto, que no sé si tanto como a mi padre, me siento entristecido,
pensando que la Historia llegue a juzgarlo como tirano.
Fui contrario a la prórroga porque
ella establecía un fatal precedente. Creí en aquella época, que su relección el
país la recibía con gusto y el Partido Liberal se prestaba a ella con
entusiasmo. No me quiso Usted entonces oír, y para demostrarle mi cariño
entrañable defendí la reforma constitucional, y por consiguiente la prórroga, y
como argumento empleé que Usted que era un hombre de honor no podía quebrantar
sus juramentos hecho(s) ante los Centros de Veteranos, Logias Masónicas, y ante
casi el cadáver de su padre. ¿Qué pod(r)ía decirle yo ahora al pueblo cuando ya
se habla hasta de nuevas reformas a la Constitución cuando Usted cumpla su
[nuevo] período?
Usted siempre admiró en mí, y se
encargó de propalarlo por toda la República, mi pureza de principios, mi
sinceridad y mi honradez, (¿) y cree Usted que sería yo un hombre honrado y al
diri(g)irme al pueblo a sabiendas lo engañara con tal que Usted no nos llevara
a una situación (añadidura a mano ilegible) de fuerza y violencia(?), y digo
esto, porque he sabido que Sargentos del Ejército espían mis pasos y los de mis
amigos. Si Usted le jura al país que Rogerio Zayas Bazán, conspira contra
Usted, nadie lo creería, pues en todos los momentos no he hecho más que
ensalzarlo y me moriría antes de confesar mi equivocación.
Con fe ciega defendí su [ilegible]
cuando eran pocos, muy pocos los que creían viable su candidatura. Yo todo lo
di por Usted y todo lo expuse por Usted y mi más grande satisfacción hubiera
sido que Usted fuera el Presidente demócrata y querido de todos, como yo
soñaba.
Muchas veces yo le he aconsejado que
consulte libremente a sus verdaderos amigos, que no se deje guiar por los que
le adulan y q. mañana cuando Usted abandone el cargo serán los primeros en
negarle su concurso, y entonces yo le demostraré a Usted que lo he querido, que
lo sigo queriendo y que solamente lo he aconsejado porque he recogido los
latidos del pueblo, para transmitírselos a Usted, para que ellos sean los que
inspiren todos sus actos.
Ojalá yo esté equivocado, ojalá no
tenga que lamentarse algún día de no haber oído mis consejos, pues yo
sinceramente prefiero equivocarme a que Cuba sufra las consecuencias que trae
todo gobierno tirano.
Quiero terminar esta carta
haciéndole presente que es mi propósito retirarme a reconstruir mi hacienda, al
llevar la tranquilidad a mi espíritu y hacer votos porque el Ser Supremo lo
ilumine a Ud. y no llegue a ser su Gobierno, Gobierno de luto y dolor.
De usted con toda consideración y
afecto,
Rogerio Zayas Bazán.
Publicado
originalmente en Anuario Histórico
Cubanoamericano #1 (2017), págs. 175-178.
Mi nombre es Francisco Companioni, yo estube albergado en La Casa de Campo de Marzo a Mayo del ano 1968.
ReplyDeleteMe allegro encontrar este grupo pues la labor del Padre Caminas es digna de reconozimiento y agradecimiento.
Yo calculo que seriamos alrededor de unos cien en aquel tiempo, gozabamos de libertad de movernos en los alrededores y visitar el pueblo de San Lorenzo. Tenianos mesas de jugar ping pong y jugabanos pelota casi todos los dias, me imagino el alberge consiguio los equipos necesarios. La comida era muy buena y hasta nos llevaron a Madrid a ver un concierto y una corrida de toros. En el cocierto oi la cancion Cuando Sali De Cuba por primera vez, un evento muy conmovedor para todos alli presente.
Espero esta informacion sea de alguna ayuda y de mi parte me gustaria hacer contacto con un joven que viajo en el mismo vuelo a Nueva York con migo y venia para Union City igual que yo. Perdi el contacto con el y no puedo recordar su nombre,ahora quisiera contactarlo de nuevo. Dios quiera el vea esta notay se recuerde de mi.
Muy atentamente,
Francisco Companioni