Por Gloria Chávez Vásquez
El sonido y ritmo musical de New York City, el crisol original, es el sonido de la multitud, de los trenes, del tráfico; es el sonido social y multiétnico de los habitantes, preñado de memorias, que da pie a la melancolía, al baile o a la danza, en los eternos anocheceres. Descargar, musicalmente, es experimentar, la captura de esos sonidos. Como luciérnagas o mariposas. Es, en definitiva, la búsqueda de las raíces íntimas y culturales, familiares y amistosas, en medio de las cuales, los inmigrantes de primera y segunda generación viven el día a día.
Amaury Acosta
A la vida de este alquimista, se llega a través de su música, un sonido melódico, catártico, típico de NYC, que ha trascendido lo experimental porque sus acordes tienen alma joven. Te seduce. O más bien, te dejas seducir por el ritmo, como si te bañaras en un rio de notas musicales. Te pasa con 5/4 joint; o Dillicuta, dos composiciones que son como una descarga organizada, disciplinada, que te llena los sentidos. Los arreglos evocan imágenes de los chicos del Hood y del graffitti. Aquellos que surfean la ciudad en los techos del subway, desde el Bronx, Queens o Brooklyn. Los que se cuelan en el underground para rayar paredes y columnas, desafiando las entrañas del monstruo. Es posible ver su tag, sello oficial de la angustia urbana, en un tren de regreso a casa.
Nacido en 1987, en el barrio de Hell’s Kitchen, en el centro de Manhattan, a tres cuadras de Times Square, de padres cubanos exiliados. Amaury es producto neto del Nueva York multicultural y bilingüe y el sistema de educación pública, Class’06 (La Guardia H.S. for Performing Arts y la Jacqueline K. Onassis) y graduado en Jazz y Música contemporánea en The New School (2011).
Sus tempranas influencias musicales fueron el rock, R&B, metal rock y cantantes de Hip Hop como Emminem, Jay-Z y Tupac. Supo que lo suyo era la música, a los 12 años, cuando su padre, el artista y empresario músico/cultural Iván Acosta presentó en Town Hall, el concierto El Super Son cubano, con leyendas como Pedrito Martínez y Horacio “El negro” Hernández quien le obsequió a Amaury sus baquetas, después del show.
Música cubana
Enganchado por la música cubana y especialmente su belleza y sofisticación, sus primeros pasos los dio con la batería, la güira y la maraca. En la universidad se especializaba en percusión y composición, cuando conoció al pianista Austin Peralta de quien aprendió a amar el piano y quien lo preparó para la odisea en la que se desenvuelve hoy en día.
El notable compositor y director de orquesta Jon Batiste (1986) “bajaba de Julliard a la New School para “hacer sesiones y a janguiar con nosotros” –recuerda A. Acosta. Batiste, un artista versátil, ganador de 5 premios Grammy, ha grabado con artistas de la talla de Stevie Wonder, Prince, Willie Nelson, Lenny Kravitz y Lana Del Rey, con su banda Stay Human. “Fue un momento único y muy especial” – agrega – Ahí fue cuando supe lo que era la excelencia musical.
En una serie de cinco conciertos de música electrónica fusionada con el jazz, donde Austin P. presentó a lumbreras de la música norteamericana como Flying Lotus, Peralta le indicó el rumbo. Fue como haber visto un fantasma –recuerda AA. Era una música futurista de riqueza extraordinaria. Ese día empezó en forma, su carrera en el mundo de la producción.
Con los años se metió de lleno en el piano, su instrumento favorito. Descubrió en la música electrónica, el vehículo en el que podía expresarme más libremente. Aunque más estructurada, le permitía crear un ecosistema propio y adoptar estilos como el de J Dilla, Dr, Dre, grandes artistas del Hip Hop. Es en esos sonidos rígidos, combinados con la variación que es el jazz y los de su cultura, donde el musicólogo cubano encontró su filosofía personal.
– La música cubana es un fenómeno del Caribe y del mundo que ha influenciado muchos géneros; y la clave es como el matrix que abre portales y galaxias musicalmente. Sin clave no puedo tocar esa música.
Siendo cubano-americano, Acosta no se identifica con la narrativa prejuiciada con que perciben los americanos y extranjeros su cultura. No le hacen gracia los estereotipos del cubano que pintan las películas de Hollywood: fumando tabaco, tomando mojito o bailando salsa. Por eso su música es una forma de rebelión contra ese estigma. Es también su manera de innovar para que siga evolucionando la música y que exista en el espacio que no existía.
King Klavé
Acosta formó una banda de Jazz Fusion Afrocubana (U)nity con la que tocó por más de 10 años y realizó 5 giras internacionales. Se presentaron en ciudades del Japón, Australia, EE.UU. México, Honduras, Canadá, Corea del Sur y Cuba. En esos diez años grabaron 3 discos y AA se dedicó a desarrollar un álbum en el que encontrar mi voz, mi fe en mí mismo y en mi visión para crear este nuevo diálogo y expresar esta dualidad mía de tener dos culturas que se influyen mutuamente.
Durante su búsqueda por ese sonido propio la pregunta era: –¿Qué tal si pudiera mezclarse a Questlove y Jazzy Jeff en un solo artista? Ahmir K. Thompson (Questlove) es el baterista de Roots, la banda del Tonight Show desde 2014 y productor del álbum del musical Hamilton en Broadway. Jeffrey Allen Townes (Jazzy Jeff), productor musical y actor, fue miembro de la banda DJ Jazzy Jeff & the Fresh Prince con Will Smith.
El resultado fue King Klavé, un proyecto artístico que vincula la música, el cine y la pintura y que se terminó en Brooklyn, durante la pandemia. El mundo se apagó y lo vi como un momento oportuno para sumergirme y terminar mi disco, dice Amaury. El álbum King Klavé debutó en 2022, con la grabación de 17 canciones de Jazz, Hip Hop, R&B, Funk, fusionado con música afrocubana y los talentos musicales de Pino Palladino, Pedrito Martínez, DJ Harrison, Marcus Machado, Jake Sherman, J. Hoard y la portada del artista cubano Luis Cruz Azaceta.
El disco, de vinilo blanco, con sus arreglos y producción, fue grabado en varios estudios de NY y masterizado en Londres, con mezclas de Paul Wilson y Louis Benedetti y en él logró captar los sonidos de NYC filtrados en ritmo y mezcla de jazz conga y rumba. El álbum termina con una pieza melódica y reflexiva, titulada “Rezo” (oración), con Pedrito Martínez, y conecta tres puntos” Nueva York, Cuba y África, el triángulo de inspiración detrás del álbum.
Música urbana
Hay muchos estilos actuales en la música urbana: Hip hop, reggaetón, pop, alternativa entre otros. Amaury Acosta dice apoyar todo lo que tenga calidad, musicalidad y talento, porque me gusta escuchar buena música. Como en la moda, en la que usas una ropa y luego la tiras, en la música hay canciones hechas para existir y desaparecer rápido. Esa música no me interesa.
Como productor, Acosta escucha sonidos frescos y diferentes para inspirarse. Admira las nuevas producciones y lo que pasa detrás del escenario. De la música hispana le gusta el Techno y House, el Hip Hop bueno, nada prefabricado y sin intención ni propósito. Disfruta escuchando ideas y estudiar cómo impactan al público y especialmente el baile. En la música moderna, Amaury encuentra mucho talento e innovación en los sonidos.
Acosta ha colaborado con artistas como Iggy Pop, Wynton Marsalis, Kimbra, José James, Paquito D’Rivera, Cándido Camero, Israel “Cachao” López, Descemer Bueno, Arturo O’Farrill, Taylor Eigsti. Hace poco compuso, un solo de Jazz drum para la película de Gigi Hadid titulada: When Gigi met Gigi patrocinada por Vogue y Ralph Lauren.
– Me gusta el cine y hace tres años conocí a tres hermanos cineastas con quien hicimos un video. Fue bien rápido y no pudimos concretar la idea y por eso queremos hacerlo de nuevo. La bendición y pesadilla del artista es hacer las cosas siempre mejor. Fue un corto cinematográfico, para encapsular visualmente mi esencia artística y mi dualidad como cubano americano. Amaury calcula que el video estará listo a finales de este año.
– Mi música oculta muchas sutilezas –dice Acosta. Estoy sacando de tantos rincones culturales diferentes, tengo elementos que se mueven en diferentes direcciones para parecerse a la complejidad de los tiempos que estamos viviendo. Eso es lo que hace que el sonido se sienta tan etéreo”, dice Amaury. Mi meta artística es seguir creando nuevas posibilidades musicales y expandiendo la filosofía y diálogo entre la música. No tengo interés en tocar música reviviendo el pasado. Hay miles de gente haciendo eso. Mis referentes son los músicos del pasado que miraban al futuro.
Enlace: https://kingklave.bandcamp.com
Gloria Chávez Vásquez escritora, periodista y educadora reside en Estados Unidos. Su mas reciente novela Mariposa Mentalis acaba de ser publicada por Editorial Verbum en España.
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