Por Luis Felipe Rojas
Rafael Saumell escuchó la emisora en la prisión en que lo tenían recluído por motivos políticos y Leticia Ramos deja la radio prendida cuando sale de casa. Hoy presentamos la Radio Martí que cada uno se ha buscado pegados al dial.
El primer pretexto del gobierno cubano fue decir que el nombre ofendía el orgullo nacional, y por inferencia la llamaron ‘radio anticubana’, como anticubano era cada uno de los que la escuchaban a escondidas. Era el 20 de mayo de 1985, y la voz de Moisés López anunciaba: “Muy Buenos días, escuchan la primera transmisión de Radio Martí, programa de información de La Voz de los Estados Unidos de América”.El escritor y profesor Rafael Saumell pasó varios años encerrado en los fosos de la prisión La cabaña, en La Habana, del tiempo en que estuvo en Guanajay recuerda que fue precisamente allí donde escuchó Radio Martí (RM) por primera ocasión.
“Yo puedo decir que con orgullo y tremenda curiosidad –y con una suerte enorme, precisa- gracias un compañero preso político en la cárcel de Guanajay se inventó una radio de Galena, pude escuchar las primeras emisiones de RM desde la cárcel y para mí eso siempre significó lo que yo siempre he dicho: “No hay proja que taje una nube de ideas”, que es un frase de José Martí”, afirmó Saumell.
El hoy profesor de literatura y residente en el estado de Texas, concluye: “Por primera vez tuvimos una voz los que no teníamos voz en Cuba”.
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