FL: Cuando iniciaba mis estudios universitarios en Espàña, leí un libro excelente sobre la historia política prerrevolucionaria cubana Las cadenas vienen de lejos: Cuba, América Latina y la libertad (1960) del poeta chileno-cubano Alberto Baeza Flores, donde se planteaba que la violencia republicana había sido el origen de
CRA: Fíjate que los autores que mencionas, con la excepción de Baeza Flores, que fue chileno-cubano, son todos extranjeros. Eso es algo que llama mucho la atención con respecto a la historiografía del castrismo: los autores nacionales, que viven en Cuba, solo están autorizados a repetir la propaganda; mientras que algunos autores extranjeros, cuidadosamente seleccionados, son autorizados a “investigar”. A esos el castrismo les abre las puertas para que así “descubran” todo lo que deben “descubrir” para apuntalar la propaganda. Parafraseando a Marshall McLuhan, en
César Reynel Aguilera |
La violencia en Cuba es más endémica que el dengue, y llegó a
En El sóvietcaribeño hay mucha información sobre el papel de los comunistas en el surgimiento de la figura de Fidel Castro. Por razón de espacio, y para no repetir, me referiré a algunos aspectos de ese papel que no están en el libro.
Muchos ignoran que la llamada Generación del Centenario es una idea de los comunistas que fue concebida para darle una fachada patriótica y nacionalista a una operación del Partido. Esa idea fue diseñada y formalizada en un apartamento de
Rfael García Bárcena |
Estamos hablando de 1955. No es casual, entonces, que desde el mismo inicio del M-26-7 los dos pueblos de Cuba que más aportaron a esa organización hayan sido los dos pueblos con más tradición comunista del país. Me refiero al ultramarino pueblo de Regla, en
FL: Es curioso que ese intento de ocupación de ambos establecimientos militares fuese tachado por la alta dirigencia del PSP (casualmente reunida en Santiago de Cuba durante la acción fidelista) como una acción del más puro blanquismo y de pequeño burgués a su autor… Aunque, después del estrepitoso fracaso militar, Fidel se rinde y. por suerte o destino, es apresado por el Teniente Sarría (militante del PSP) que se niega a entregarlo a la soldadesca del oficial batistiano Chaviano y lo ingresa públicamente en el Cuartel, con lo cual le salva la vida. ¿Fue esta dura condena pública del PSP, a la primera intentona militar castrista, una forma de desinformar a Batista y, a sus servicios de inteligencia, además de negar toda participación en esa acción insurreccional?
CRA: Claro que eso fue una maniobra de desinformación que, además, no les funcionó tan bien como ellos hubieran querido.
A mí me resulta muy difícil entender por qué hay tanta gente que acepta el contenido de esa declaración como una prueba fehaciente de que los comunistas no estuvieron detrás de Fidel Castro. Estamos hablando de la misma organización que expulsó a Mella en 1926 y después se pasó décadas negándolo; del mismo Partido que en 1933 llamó a una huelga contra Machado y después se sentó a negociar con él; de los mismos comunistas que llamaron a Guiteras asesino y después colaboraron con él cuando se enfrentó a Batista; de los mismos ideólogos que en 1935 llamaron a Batista asesino y después, en 1938, hicieron alianza con él, de los mismos fanáticos que en 1939 celebraron el pacto Ribbentrop-Molotov y se opusieron a la guerra contra Alemania; pero que después, en 1941, llamaron a luchar en esa misma guerra para defender a la URSS. La pura verdad es que, dado el historial de esa organización diciendo una cosa y haciendo otra, la famosa declaración contra Fidel Castro bien pudo haber sido lógicamente interpretada (o al menos debería serlo hoy) como codificante de algo que es exactamente contrario al enunciado.
Lo interesante del caso es que Batista, como buen conocedor que era de los comunistas, así lo hizo, y decidió ilegalizar al Partido, meter preso a unos cuantos militantes, cerrar el periódico Hoy, y deportar a una buena parte de la plana mayor de la organización. Es por eso que al final la maniobra de desinformación no les salió bien como ellos hubieran querido.
FL: Referente al fracasado intento de ocupar los cuarteles mencionados, que desde un punto de vista militar no resiste un mínimo análisis (ver el libro del coronel cubano Ramón Barquín, al respecto, entre otros autores) y que se puede calificar de disparate monumental, pues solo sirvió para dar a conocer a Fidel Castro ante la opinión pública nacional. Es decir, hay un Fidel anterior y otro posterior al Moncada… Un Fidel que se alza sobre los muertos para presentar un programa revolucionario y activar la lucha armada contra Batista. Sin embargo, ese estrepitoso revés castrista se asemeja mucho a la entrada de los golpistas en el cuartel habanero de Columbia en 1952, solo que a Batista lo estaban esperando y por eso triunfa aquel Golpe de Estado del 10 de marzo. ¿Crees que la facilidad que tuvo el general Batista para dar ese zarpazo anticonstitucional y que el Gobierno de Prío Socarrás se desmoronara tan fácilmente, fue lo que influyó en el joven e impetuoso Fidel Castro para organizar ese primer asalto al poder en Cuba?
CRA: El Fidel Castro anterior al 26 de julio de 1953 fue siempre un tipo muy impopular y violento. Su tendencia natural era hacia una violencia que era muy común en Cuba pero que, para su desmayo, muchos de los que la practicaban tenían más experiencia, carisma y popularidad que él.
Batista sirvió en bandeja de plata una justificación a esa violencia y Fidel Castro no fue el único que así lo vio. Fueron muchos los que así lo vieron. Basta mencionar a Menelao Mora, Aureliano Sánchez, Rafael García Bárcena, Carlos Gutiérrez Menoyo, José Antonio Echeverría y Frank País.
La diferencia radica en que casi todos los anteriores estuvieron penetrados por el aparato de Inteligencia del PSP y terminaron muertos o presos.
FL: Desde inicios de 1959, Fidel, Raúl y el “Che” Guevara comenzaron a reunirse en secreto, en una mansión del pueblo pesquero de Cojímar, con altos dirigentes del PSP, como: Carlos Rafael, Rodríguez, Blas Roca y Aníbal Escalante, donde se comenzó a planificar la radicalización del proceso revolucionario hacia un socialismo estalinista de corte soviético que comienza a implantarse en Cuba desde mediados de 1960 y se hace oficial en 1961 con la declaración fidelista de “Soy marxista-leninista y los seré hasta el último el día de mi vida”. ¿Qué nos puedes decir de aquel gobierno en la sombra o paralelo al primer gabinete castrista, repleto de socialdemócratas y hasta de liberales? Por cierto, estas reuniones del gobierno oculto de castristas y comunistas, se detalla muy bien en el libro de Tad Szulc: Fidel. Un retrato crítico (1987) y representó el origen del régimen del partido único en
Willi Münzenberg |
Fidel Castro condecora a Herbert Matthews |
Tiempo después, Herbert Matthews terminó trabajando para el New York Times y sería, en febrero de 1957, el artífice de la primera gran victoria de Fidel Castro, que fue mediática, y del carácter esencialmente propagandístico de la revolución cubana. Una guerrita que antes de anotarse su primera victoria militar real (el combate del El Uvero) ya era noticia mundial gracias a Matthews. Algunos han intentado justificar a ese periodista diciendo que fue engañado por Fidel Castro. Eso no fue así y, para demostrarlo, escribí hace poco en mi blog un post que analiza la famosa entrevista de Matthews y dejan bien claro, párrafo a párrafo del texto publicado por el New York Times, que las mentiras y omisiones fueron responsabilidad de Matthews. Tad Szulc, por su lado, también terminó trabajando para el New York Times, recibió de Matthews el bastón de experto en Cuba y eventualmente terminaría siendo autorizado para “investigar” dentro de Cuba sobre la revolución. Como ya dije antes: la autorización es el mensaje.
FL: Recordemos al primer gabinete del Gobierno revolucionario del 59: el Presidente Manuel Urrutia, el Primer Ministro José Miro Cardona, el Ministro de Exteriores Roberto Agramonte, los economistas Felipe Pazos y Rufo López Fresquet, el ingeniero Manolo Ray (Obras Públicas), el abogado Humberto Sorí Marín (Ministro de Agricultura y redactor de la primera Reforma Agraria de
CRA: La vía democrática de la revolución cubana fue amulada, golpe a golpe, desde mucho antes del Pacto de Cojímar. Fue anulada, y por solo mencionar los golpes más importantes, con el fracaso de García Bárcena, con la liberación de los moncadistas, con la entrevista de Matthews, con los tres camiones de armas que nunca llegaron para apoyar el asalto al Palacio Presidencial, con la muerte de José Antonio Echeverría, con el robo de los camiones de armas y su traslado a
Después de todos esos golpes Fidel Castro llegó al poder con un respaldo muy similar al que el Ejército Rojo les había dado a los comunistas de Europa del Este después de terminada
FL: Como poeta cubano, me hubiese gustado leer -en tu libro- un capítulo sobre la influencia de los comunistas en la cultura cubana y, sobre todo, su papel represor a la hora de implantar el modelo soviético en Cuba. Me refiero a las pugnas por el poder entre los miembros de Lunes de Revolución (1959-1961) y los comunistas y, sobre todo, la presencia muy activa de altos dirigentes del PSP (como Carlos Rafael Rodríguez, Edith García Buchaca, Mirta Aguirre, Portuondo y el entonces presidente Dorticós) que flanquearon a Fidel en la mesa de la famosa reunión donde se plasmó la deriva represiva totalitaria de la cultura cubana con el lamentable discurso Palabras a los intelectuales (1961) y la creación -al más puro estilo soviético- de
CRA: La vía democrática de la revolución cubana también fue anulada verso a verso. Todos esos poetas y escritores que mencionas creían ciegamente en el estalinismo, y si no lo hubieran hecho el Partido se habrá deshecho de ellos, sin miramiento alguno. Masferrer fue un excelente escritor y, cuando entró en contradicción con ellos, fue expulsado sin miramientos. Igual pasó a Carlos Franqui y con Raúl Roa. Algunos de esos escritores expulsados pudieron haber pasado a trabajar como cripto comunistas para el aparato de Inteligencia, pero la pura verdad es que, si no creías en el dogma estalinista, y no lo practicaban te ibas del juego. Al mismo tiempo, el Partido tenía un sistema de seducción de escritores, poetas e intelectuales, tan eficiente que nunca le faltaron plumas dispuestas a escribir mojando en sangre y mentiras.
FL: Según la historiografía oficial del régimen castrista, el partido comunista de Cuba, fundado en 1925, fue creado por los cubanos Carlos Baliño y Julio Antonio Mella entre los más conocidos… Lo cual es cierto, en parte, porque en la realidad ese partido comunista no fue del todo autóctono, sino, más bien, un encargo de
CRA: Existió un partido comunista cubano, creado en 1919, que estuvo afiliado al Comintern. Fue una organización creada por Marcelo Salinas que no llegó a nada porque Salinas, que era anarquista, se desencantó del Bolchevismo cuando empezó a escuchar las noticias que llegaban desde Rusia sobre la forma en que los bolcheviques trataban a los anarquistas.
Foto juvenil de Fabio Grobart |
Todo parece indicar que a los soviéticos no les quedó más remedio que enviar a alguien de su confianza a Cuba para que lograra, investido con los poderes de Moscú, la difícil tarea de agrupar a cubanos y extranjeros en un solo Partido Comunista. Ese cuadro fue Fabio Grobart, un tipo que tuvo más nombres que pelos en la cabeza y que es, quizás, uno de los tres agentes de Inteligencia más exitosos de
El verdadero papel de Grobart fue crear un Partido político que fuera, siguiendo las enseñanza de Lenin y las experiencias ya acumuladas por otros comunistas, una organización política (en el sentido tradicional del término) que sirviera, a su vez, como reservorio y escudo protector de una organización de combate y un aparato de Inteligencia creados para penetrar y destruir eso que ellos llamaban, y todavía llaman, la sociedad burguesa.
Fabio Grobart |
Hay que reconocer que hizo un trabajo macabramente impresionante. Su talento para el reclutamiento, selección y emplazamiento de cuadros fue tan bueno que durante más de tres décadas de trabajo de Inteligencia no tuvo una sola traición que pusiera en peligro esa parte de la organización. Logró, instaurar, desde Praga, donde estaba exiliado desde 1952, el primer régimen comunista del hemisferio occidental y regresó a Cuba, en 1961, para ocuparse de eso que en
FL: Parece que Fidel Castro fue un lector más interesado en Lenín ( le deslumbró El Estado y
Aida Pelayo |
FL: ¿Cómo influyeron “los hombres de Fabio” -como tú los denominas en tu libro.- en la radicalización política de Fidel Castro y su acercamiento al PSP desde
CRA: Fidel Castro tuvo vectores muy marcados en su personalidad. Como todo buen psicópata (de libro de texto) fue un hombre dominado por la megalomanía, por la falta de empatía, por esa paranoia que siempre se desprende de los egos inflados, y por un deseo de sobresalir que, a falta de carisma real, o popularidad orgánica, lo obligó a recurrir a la violencia como una forma fácil de hacerse sentir. Siempre sucede que las personas con vectores muy marcados en sus personalidades son fácilmente manipuladas por aquellos que quieran y sepan, o intuyan, como mover o trabajar adecuadamente esos vectores. La pregunta, entonces, es: ¿tuvo el PSP esa capacidad? Aunque parezca increíble, la respuesta es positiva. Yo dejé ese tema fuera de mi libro por razones de espacio, pero un día hablando con mi padre le pregunté si él nunca había ido alguna vez a un psicólogo o a un psiquiatra y me respondió que no, que-de-eso-nada, que esa gente siempre trabajaba para el “aparato”. Cuando le pregunté si lo había hecho antes de 1959, me respondió que no, que esa gente trabajaba para el “aparato” desde mucho antes del triunfo de 1959. Pensé que exageraba (todavía lo pienso) y casi olvidé esa conversación.
Alfonso Bernal del Riesgo |
Ya para 1945, momento en el que Fidel Castro llega a
FL: En tu libro, explicas que el núcleo duro de la inteligencia del PSP estaba muy bien posicionado (o infiltrado) dentro de las estructuras militares y policiales del Estado cubano -y en otras instituciones de la sociedad prerrevolucionaria- y das algunos ejemplos, como cuando los jóvenes del Directorio Revolucionario (comandados por Carbó Servía y Rolando Cubela) pensaban atentar contra Santiago Rey, ministro de Gobernación de Batista en el cabaret habanero Montmartre y como éste no asistió, se toparon con el coronel Antonio Blanco Rico. Jefe del SIM batistiano y lo ultimaron a balazos, desconociendo que Blanco Rico era un militante del partido comunista infiltrado en la policía cubana desde los años cuarenta. Incluso afirmas que en el avión que llevó a Batista al exilio, habían tres agentes del PSP, uno era el coronel Mariano Faget y dejas caer el caso del teniente Esteban Ventura (como lo hizo Norberto Fuentes en uno de los tomos de la autobiografía de Fidel Castro)… Pero mencionas a dos: Faget y Ventura, ¿quién fue el tercero? ¿Hay pruebas tangibles -o razonables- de que Ventura fue un agente del PSP o quizás ambos (Ventura y PSP) se informaban (practicaban un quid pro quo): el PSP pedía ayuda a Ventura para sacar a algún militante o dirigente de la cárcel y a cambio, el PSP le proporcionaba información valiosa sobre la lucha insurreccional o de índole política? ¿Puedes hablarnos del caso Faget y de su hijo Marianito (cubanoamericano): Su trabajo policial en
Coronel Antonio Blanco Rico |
CRA: Blanco Rico fue un hombre del Partido. Eso lo escuché muchas veces y de eso no tengo dudas. Al mismo tiempo, para que eso sea aceptado por
De Mariano Faget tampoco tengo muchas dudas. Cuando se analiza la historia del comunista Pedro Felipe Leal Peña, que está contada en El soviet caribeño, queda claro que el Partido hizo un excelente trabajo usando, entre otros, a Ernest Hemingway para serrucharle el piso a Eleuterio Pedraza primero, y a Manuel Benítez después. Cuando esos dos jefes de la represión batistiana cayeron en desgracia, Mariano Faget emergió como el hombre de los americanos en Cuba. Eso es algo que indica en el sentido de esos trabajos de posicionamiento de aventura que son tan comunes en los servicios de Inteligencia. Está también la información que da Leal Peña de que, después de marzo de 1952, cuando ya Faget había regresado a Cuba, para ser uno de lo los jefes del Buró de Represión de Actividades Comunistas (BRAC), él intentó sin éxito alguno convencer al Partido para que lo dejaran penetrar a Faget una vez más (Leal Peña no sospechaba de la militancia de Faget, pero todavía era un hombre de su confianza). Eso apunta a que ya en ese momento el BRAC estaba tan penetrado, que el Partido bien pudo darse el lujo de prescindir de Leal Peña.
Lionel Soto |
Ramón Nicolau |
Algo que indica que la historia de Castaño pudo haber sido verdad es que el Partido siempre tuvo al menos dos personas emplazadas en el mismo entorno. En el trabajo de Inteligencia eso es muy importante y por muchas razones. Una es que la información de un solo agente es tan subjetiva que puede alejarse de la verdad. Eso ya les había pasado a los comunistas cubanos en 1933, cuando el hijo de Ramiro Guerra, el agente “Matienzo”, les dijo que los militares estaban dispuestos a defender a Machado y después resultó que no era así. Cuando se tienen al menos dos agentes las informaciones se contrastan y es mucho más fácil, desde el punto de vista estadístico, acercarse a la verdad. Otra razón es que dos agentes bien compartimentalizados pueden vigilarse el uno al otro. Por último, dos agentes permiten detectar manipulaciones o desinformaciones que siempre ocurren cuando uno de ellos es detectado por el enemigo.
Con respecto al desempeño de Mariano Faget en el exilio hay al menos un caso que indica que trabajó para el castrismo. Se trata del doctor Augusto Fernández-Conde, un médico que fue primo del padre de Celia Sánchez y que, en febrero de 1959, fue llamado por esta para que le curara una neumonía (u otra infección menos mencionable) a Fidel Castro. El tratamiento fue penicilina inyectable, pero resultó que el aguerrido comandante sentía rechazo visceral por las inyecciones. Al mismo tiempo, Fernández-Conde estaba enfrascado en una pelea con los comunistas, que ya intentaban hacerse con el control, para el castrismo, del Colegio Médico de Cuba. Al final tuvo que exiliarse en los EE UU y, para su sorpresa, fue encarcelado en un centro de inmigración en El Paso, Texas. La razón de su encarcelamiento fue nada más y nada menos que Mariano Faget, quien ya en ese momento era uno de los asesores más importantes de los EE UU con respecto a los inmigrantes cubanos. Cualquiera que haya sido la razón del encarcelamiento, fuera el conocimiento del Dr. Fernández-Conde de la influencia comunista en Cuba, o de que el guapo del barrio le tenía pánico a las inyecciones. Lo cierto es que Faget, con su aureola de antiguo batistiano, tenía la cobertura perfecta para impedir la entrada en los EE UU de un profesional que sí había luchado contra Batista y además lo había hecho contra Castro. Para reforzar esa aureola por esos días salió un artículo en el New York Times diciendo que uno de los jefes de la inmigración de los cubanos hacia los EE UU era un antiguo batistiano. Como cabría esperar, ese artículo fue firmado por Tad Szulc.
En cuanto a Ventura Novo, creo que hay informaciones que indican que su relación con el Partido fue mucho más estrecha que la que cabría esperar de un simple intercambio de favores, o de un contrapunteo de manipulaciones. El regreso de su familia a Cuba y su ulterior fuga, son muy sospechosos. El libro que escribió denigrando al Directorio y al M-26-7, pero muy poco a los comunistas, deja mucho que pensar. Sus visitas frecuentes a Radio Service Castilla, una empresa pantalla de los comunistas, son muy raras. El hecho de que de su mano murieron muy pocos comunistas (por no decir ninguno) y de que los que pasaron por él, antes de morir, habían desobedecido las órdenes del Partido, me encienden las alertas. Además, murió de viejo y sin molestias en Miami. A todo eso hay que sumarle que su secretario personal, y hombre de confianza, fue Mario Betancourt, un habitante del ultramarino pueblo de Regla que era militante comunista y trabajaba para el aparato de Inteligencia del Partido.
Referente al tercer hombre que dicen que iba en el avión de Batista, bueno, sabrá dios si eso es verdad. Si lo fue es posible que haya sido un hombre del entorno personal del tirano: un secretario, un edecán o algo así. Lo digo porque Blanco Rico fue, antes de empezar su entrenamiento para trabajar en
FL: Uno de los capítulos más interesantes de tu libro, es el XIV. “El quinto mártir” (que evidentemente es Marcos Rodríguez Alfonso, “Marquitos”, el joven comunista fusilado por el castrismo en 1964, como delator de los universitarios antibatistianos que se escondían en la calle Humboldt-7, tras el ataque al Palacio Presidencial en 1957). Sobre este tema se ha escrito mucho, desde la bien escrita Memorias (1961) de Esteban Ventura, al muy ameno Útiles después de muertos ( 1969) de Carlos Manuel Pellecer, pasando por el libro quizás más documentado de todos: Un asunto sensible. Tres historias cubanas de crimen y traición (2009) de Miguel Barroso, hasta el testimonio “Humboldt 7 y el hombre que delató a mi padre”: http.//napoleon03.wordpress.com/2011/03/06/humboldt-7-y-el-hombre-que-delato-a-mi-padre/amp/ de Osvaldo Fructuoso Rodríguez Jiménez (hijo de Fructuoso, uno de los asesinados en el apartamento Humboldt-7)… No obstante, aunque cada uno de estos autores señalan a diferentes autores de tal delación o coinciden en el culpable, otros como el poeta y socialista cristiano Jorge Valls Arango siempre defendió la inocencia de “Marquitos”, incluso Valls fue el único testigo de la defensa de este y, como sabes, fue miembro de
CRA: Desde el momento en el que titulé ese capítulo “El quinto mártir” acepté, en lo esencial, esa idea de mi padre. A él le llevó mucho tiempo armar una parte de la estructura lógica que lo llevó a creer eso; pero, al final, le faltó mucha información que ya hoy está disponible. Una de las cosas que más le llamó la atención fue que involucraran a Joaquín Ordoqui y a Edith García Buchaca en esa historia. Esos dos cuadros no tuvieron nada que ver con “Marquitos” en Cuba, y cualquier cosa que hayan hecho con él en México tiene que haber sido siguiendo las instrucciones que Osvaldo Sánchez les envío desde
Edith García Buchaca y Joaquín Ordoqui |
Marcos fue un chivo expiatorio para tapar el hecho de que los mártires de Humboldt 7 ya estaban muertos desde el momento en el que los famosos camiones de armas no llegaron al asalto al Palacio Presidencial. En el juicio no se habló de Ignacio González (o Manet), que fue el tipo que hizo que las armas no llegaran. En el juicio no se habló de Mario Morales Mesa, que trabajaba para el Partido dentro de la gente de Menelao Mora. En el juicio no se habló de Mario Betancourt, que era el hombre de confianza de Ventura y trabajaba para el Partido, o los vínculos que el propio Ventura tenía con los comunistas. En el juicio no se habló de que en 1957 el carpeta del Hotel Colina era nada más y nada menos que Gabriel Gelt Yurre, un agente del aparato de Inteligencia del PSP que había trabajado en los EE UU y que después, cuando se quemó allá, fue puesto por el Partido en el que quizás sea el punto de observación y escucha más ventajoso de
Sin esas informaciones, y otras más que están en mi libro, es imposible entender el famoso caso “Marquitos”.
FL: Unos temas que también me hubiese gustado que desarrollaras son el caso del sectarismo (1962) con la figura de Aníbal Escalante, curiosamente en plena crisis de los cohetes, y el proceso a
CRA: Hay una línea de continuidad entre el primer tronaje a Aníbal en marzo de 1962, el jucio de “Marquitos”, el tronaje de Ordoqui,
Aníbal Escalante |
Cuando triunfa la revolución, Aníbal empieza a acumular mucho poder y eso algo no muy preocupante siempre y cuando los hombres de Fabio siguieran en sus posiciones, pero entonces matan a Osvaldo Sánchez, un tipo que fue un profesional del trabajo de Inteligencia y que, ya para 1959, tenía décadas de experiencia en esos menesteres, además de un montón de cursos y adiestramientos pasados. Sánchez es recordado entre la alta dirigencia del castrismo como el tipo que introdujo un estricto rigor con respecto a la seguridad personal de esa dirigencia. Muchos lo recuerdan como una ladilla psicótica cuando de seguridad personal se trataba. Fue él quien logró que esos dirigentes reportaran sus viajes y se aseguran de las informaciones necesarias, de la logística requerida y de las protecciones inevitables. A pesar de eso, y en contra de toda lógica, lo bajaron con el fuego “amigo” de una batería antiaérea del castrismo que estaba emplazada cerca de Varadero. Esa fue una muerte muy rara, y a Grobart se le tienen que haber disparado todas las alarmas, y tuvo que haber decidido que ya era hora de regresar a Cuba y poner orden en su realengo. Lo primero que hizo fue meter preso a Marcos Rodríguez en Praga. Después tuvo que esperar, porque había amenaza de invasión y no estaba claro si Kennedy decidiría enviar a los marines. En cuanto pasó Playa Girón, Grobart regresó a Cuba, cerró el Partido oficialmente, puso a Blas Roca de simple director del periódico Hoy y empezó a trabajar para deshacerse de todo lo que estorbara para sus planes a largo lazo. En marzo de 1962 cae Aníbal, en 1964 juzgan a “Marquitos” como traidor y de una forma completamente ilógica embarran a Ordoqui con esa supuesta traición. En 1965, se sacan de la manga la absurda historia de que Ordoqui había colaborado con
Después de Ordoqui quedó el asunto del argentino bocón y antisoviético, y de esa Microfracción que todavía hoy tantos insisten en anotarle a Fidel Castro.
FL: Al finalizar tu libro, que se lee de un tirón (aunque es un tirón de 450 páginas), me hice una pregunta, ¿qué pasó -tras la caída del Muro de Berlín y el “desmerengamiento” de
CRA: Bueno, estas son muchas preguntas en una y casi todas requerirían de sus respectivos análisis por separado. Haré un intento. Los estalinistas dentro de
Vladimir Kryuchkov |
FL: Una vez le preguntaron a Robertico Robaina (siendo Ministro de Exteriores de Cuba) por el PCC y él, jocosamente, respondió: ¿Qué partido? Lo que quizás le costó el puesto de Ministro y hasta que le llamaran “comemierda” en público (discurso de Raúl Castro). ¿Cómo valoras hoy al PCC en comparación con aquel PSP de los años 50 y 60? ¿No crees que el PCC de 2019 casi se ha convertido en una entelequia, en una cueva de oportunistas y de nuevos mercaderes que desean seguir los pasos de los actuales militares (sin ejército ni armas) que han cambiado el verde olivo por la corbata de nuevos ricos en un país en ruina, enmudecido, que no produce… un país que se despedaza, se derrumba y sangra con los miles de exiliados en masa que siguen saliendo de nuestra patria para cualquier país, porque en cualquier lugar del planeta Tierra se puede vivir, trabajar y prosperar mejor que en Cuba?
CRA: Como ya dije
antes, el Partido es una organización heterogénea en la que conviven muchos
niveles organizativos. En el Partido de antes del triunfo de la revolución
convivían muchos militantes que era radicalmente diferentes como personas y
como comunistas. No era lo mismo, por ejemplo, un comunista vinculado al
trabajo sindical, a los conflictos laborales y a las huelgas, que un comunista
del ala intelectual de la organización, o del ala artística de la misma. La
heterogeneidad era enorme y podías encontrarte de todo como en botica. Lo mismo
encontrabas gente muy bruta que gente muy inteligente, gente muy noble que
verdaderos oportunistas. Con el Partido después del triunfo de la revolución
pasa exactamente lo mismo. Hay de todo como en botica. Ahora bien, los verdaderos comunistas, esos que defienden la esencia de
la organización y se dedican a usar a los otros, son idénticos en el Partido de
antes y de después de la revolución... El verdadero comunista es un “odiador”
`profesional, es una persona que ha hecho del odio una razón de vida y que ha
sido entrenada, con mucho esmero, para esconder ese odio bajo una lista
interminable de justificaciones, a cuál de ellas más amorosa. Cuando tú
analizas el odio de un Fabio Grobart o de un Joaquín Ordoqui, te das cuenta de
que es idéntico al de un Fidel Castro o un “Che” Guevara, o que es
indistinguible del de una Susely Morfa o una Mariela Castro. Poco importa
cuánto intenten esos personajillos esconder sus odios, al final se les desborda
como lo que son: comunistas.
FL: Finalmente, y para terminar, amigo César, creo que uno de los mayores enigmas de la Revolución cubana, es
preguntarse: ¿Por qué se les ocurrió a la dirigencia revolucionaria del 59
copiar milimétricamente el modelo soviético estalinista a partir de 1960, cuando
precisamente en la URSS
se estaba liberalizando la economía centralizada, después de la muerte de
Stalin (1953) y, sobre todo, a partir del
“Informe secreto” de Kruschef al XX Congreso del PCUS (1956)? Es decir, mientras en la Unión Soviética se había
iniciado un proceso de desestalinización (desde 1953 a 1956…) en Cuba se
implantaba un régimen totalitario estalinista desde finales de 1960. ¿Por qué
cometieron ese genocidio económico y social, liquidando el capitalismo cubano
de un plumazo (y sin indemnizaciones) hasta llegar a la exageración estatalista
con la Ofensiva Revolucionaria
de 1968, la antiNEP fidelista? ¿De qué sirvió ese burdo anticapitalismo, ese
odio enfermizo a los ricos y propietarios, esa persecución y eliminación de la
burguesía cubana prerrevolucionaria, que se convirtieron en los judíos del
Caribe de los años sesenta? ¿De qué sirve, en la actualidad, ese impedimento
constante y las trabas cotidianas a la iniciativa privada, al resurgir del
sector privado…o sea, del capitalismo? ¿Por qué en la Cuba del 2019 se criminaliza la riqueza y no se
desarrollan políticas efectivas para eliminar la pobreza, que padece el 90 % de
la población? Después de 60 años de crímenes, abusos y atropellos, que dejan
como única constancia el gran fracaso del “socialismo” estalinista cubano, te
pregunto: ¿Hacia dónde va Cuba… y qué le espera a nuestra patria en esta
próxima década del siglo XXI?
CRA: Hubo un
desfase, y el tiempo no alcanzó para borrarlo. Stalin muere en marzo del 53, el
informe de Nikita es en el 56 y la revolución triunfa a finales del 58. Cuando
Castro llega al poder los soviéticos estaban muy lejos de terminar, si es que
alguna vez lo hicieron, el proceso de “desestalinización” en su propio país y,
mucho menos en los Partidos Comunistas de otros países- Eso lleva tiempo.
Además, como la historia demostró después, a Nikita le costó bien caro no haber
hecho una “desestalinización” al mejor estilo de Stalin. Dejó a demasiada
gente, con demasiado poder, vivas. Los tronó,
pero los dejó vivos, y eso le costó el puesto. Es verdad que mató a Beria, pero
dejó vivos a un montón de antiguos jefes de Inteligencia soviética, como Pavel
Sudoplatov o Nahum Eitingon, que tenían demasiadas conexiones, y habían
practicado demasiado la endogamia, como para perder todo su poder. Habían sido, por ejemplo, los jefes de
Grobart durante décadas. Hoy ya es evidente que esos cuadros usaron esos
poderes para deshacerse de Nikita. En Cuba sucedió, salvando las distancias,
algo parecido. El PCC era un Partido estalinista hasta la médula. Fabio Grobart
fue un estalinista hasta la médula. Para que tengas una idea, a finales de los
años 40 Flavio Bravo llamó a una reunión a Lionel Soto para “conversar” con él
su renuencia a llamar a Stalin, como estaba ordenado en las directivas del
Partido, El Gran Stalin. Lionel Soto le dijo que eso a él le parecía exagerado
y, además, irrelevante en el gran esquema de las cosas. Bueno, fue amonestado,
tuvo que entrar en caja y nunca se lo perdonaron. Después del XX Congreso hubo
cuadros del PSP, como Roca, Aníbal y el mismo Ordoqui que no tuvieron reparos
en cooperar con las exigencias de la nueva burocracia soviética. Para Grobart y
sus hombres, sin embargo, hacer eso era sinónimo de, eventualmente, perder ese
mismo poder que sus homólogos soviéticos
ya habían perdido en la URSS. Al
mismo tiempo, la personalidad psicopática de Fidel Castro encajaba de forma
perfecta con el modelo estalinista. Así es que tanto en la URSS como en el PCC se
estableció una pugna entre los viejos estalinistas y la gente de Nikita. Al
final, sobre todo después de la crisis de los misiles, los estalinistas
lograron triunfar y en la URSS
pusieron a Brézhnev, que los dejó tranquilos, y en Cuba a un clon de Stalin. Eso explica lo que vino después.
Una de las mayores
mentiras que el castrismo ha logrado imponer, a través de su maquinaria de
propaganda dentro y fuera de Cuba, es esa de que las revoluciones suceden como
consecuencia de la pobreza extrema, y que es la lucha contra esa pobreza
extrema la que justifica los desmadres de las revoluciones. Esa es una
gigantesca mentira que contradice, para empezar, uno de los postulados
esenciales del marxismo y una buena parte de la teoría leninista de la
revolución. Cualquier cubano que recuerde algo de los cursos de marxismo que
nos impuso el castrismo, debe recordar frases como “antes de hacer religión,
política o arte, los pueblos tienen que satisfacer sus necesidades materiales”;
“cuando los pueblos son tan pobres que a duras penas pueden ocuparse de
satisfacer sus necesidades primarias, las revoluciones no pueden suceder”; “cuando los pueblos son muy ricos dejan de
tener interés en las revoluciones”; “las revoluciones ocurren cuando las
condiciones objetivas (riqueza) alcanzan para organizarlas y cuando las
condiciones subjetivas (descontento) alcanzan para justificarlas”.
Uno de los
colofones lógicos de esos axiomas es que la mejor forma de defender el poder es
la pobreza extrema. Lenin intentó, con su NEP, alejarse de ese colofón. Lenin
pensó que controlando el resto de las cosas (prensa, banca, policía, ejército,
etc.) era suficiente y que se podían dejar, por tanto, espacios de libre
mercado para que la gente viviera mejor. El estalinismo se cargó eso y decidió
que la mejor forma de defender el poder es una terca economía de guerra en la
que la gente nunca tendrá posibilidad alguna de retar al poder de una forma
eficiente. Hay, claro está, un evidente elemento psicopático en esa decisión,
¿Hacia dónde va
Cuba? Creo que Cuba va hacia la desaparición de los últimos vestigios de eso
que -alguna vez- todos identificamos
como Cuba. La próxima década será, a manos que una nueva generación de cubanos
esté dispuesta a pagar el precio de evitarlo (y la comunidad internacional se
decida a ayudarlos militarmente), la década en la que Cuba habrá dejado de
existir para siempre. Quedará un
territorio habitado que, a falta de otra opción, llamaremos Cuba, pero Cuba
habrá desaparecido.
Si es que no lo ha
hecho ya.
4 de diciembre de 2019.
César Reynel Aguilera (La Habana , 1963). Escritor,
médico y bioquímico cubano. Reside en Canadá. Autor de los libros de ficción Monólogo de un tirano con
Maquiavelo y Ruy.
Su libro El Sóviet caribeño. La otra historia de la Revolución cubana (Editorial Lendel, 2018) 450
pp., se puede adquirir en AMAZON: www.amazon.com
Felipe Lázaro (Güines, 1948). Poeta y editor cubano. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por
La 5ª edición impresa de su libro Conversaciones con Gastón Baquero (Betania, 2019) se puede adquirir en AMAZON: www.amazon.com
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Veo que hablan de Frank Pais como todo un beato santurron y no era mas que un terrorista y asesino confeso detras de esa carita de yo no fui.........................
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