Thursday, April 29, 2021

"El grito vivo de Los Plantados, los presos políticos de Cuba"*

Por Darío Prieto


Un día Fidel Castro dijo que en Cuba no había presos políticos. Así que se ordenó a estos que cambiasen su uniforme caqui por el azul de los presos comunes. Pero hubo muchos que se plantaron y se negaron. Aquellos «plantados» fueron entonces víctimas de represión, torturas y fusilamientos que se prolongaron décadas. Su historia ha sido acallada y ocultada en Cuba, mientras que en el exterior apenas es conocida.

José Pujals Mederos fue uno de esos «Plantados». Estuvo 27 años encarcelado y recobró la libertad en 1988, tras lo cual partió al exilio, como todos los que estuvieron en su situación. José era tío de Leopoldo Fernández Pujals, el empresario cubano-estadounidense afincado en España que acababa de fundar Telepizza por aquella misma época. El ex preso político le relató a su sobrino todas las penalidades que había sufrido y le presentó a otros represaliados por el régimen castrista. Fernández Pujals decidió entonces que había que contar esa historia con una película y puso en marcha un largo proyecto que ha tardado 20 años en llegar a término.

El resultado es 'Plantados', un largometraje dirigido por Lilo Vilaplana que se estrenó en la pasada edición del Festival de Cine de Miami y que llegó este miércoles al BCN Film Fest de Barcelona.

La película reconstruye las atrocidades que sufrieron quienes rechazaron el uniforme de preso común, por lo cual quedaron en calzoncillos o, directamente, desnudos. Uno de los supervivientes es Ángel de Fana, quien explica a 'Crónica' desde Miami que «los propios cubanos no conocen lo que sucedía en aquellos años de presidio político, cuando no había internet, cuando no había forma de que se sacara la noticia, cuando había incluso un silencio en el mundo muy grande acerca de lo que sucedía en Cuba». Según él, «nadie escuchaba y quien escuchaba, no lo transmitía».

Por eso aplaude la película financiada por Fernández Pujals. Ésta, dice, subraya la dignidad de los represaliados políticos. «No es que seamos valientes, porque hubo momentos en los que sentí miedo y ese temor es normal en esa situación», rememora. «Pero había un coraje personal y colectivo que dio lugar a que fuéramos capaces de resistir esas cosas. Y eso, a través de los años, nos hacía más fuertes, más capaces no solamente de soportar los maltratos, sino de enfrentarlos. Además, en mi caso, soy católico y creo que me ayudó mucho también la fe».

«Éramos, además, muy rigurosos moralmente. Y esto es algo que muy pocas veces se habla», prosigue De Fana. «En todos los presidios del mundo hay relaciones homosexuales forzadas y robos. Pero nosotros, con el transcurso del tiempo logramos que eso no existiera. No quiere decir que no hubiera un homosexual, que los hubo, pero tenía que ser pasivo. Y si alguien robaba, lo 'botábamos' nosotros mismos. Eso nos protegía contra los guardias, que eran corruptos, eran inmorales. Entonces, ellos veían nuestra conducta y nos tenían que respetar».

Ernesto Díaz Rodríguez, exiliado igualmente en Miami, completa la reconstrucción con sus recuerdos. «A Eduardo Capote Rodríguez, un maestro, una persona sensible, humilde, le cortaron las manos, le destrozaron con el filo de los machetes en el patio número 1 de la prisión de La Cabaña». Y más: «Niños de 14 o 15 años caían en prisión por algo sencillo: robaron una radio porque no tenían posibilidades de conseguirla legalmente en Cuba. Los carceleros los metían dentro de las celdas de los peores criminales, que estaban condenados a muerte por cometer asesinatos en la propia cárcel, y durante la noche los violaban, no cesaban de dar gritos. Y después, en presencia de esos oficiales, los asesinaban a puñaladas mientras esos niños llamaban a la mamá. Esos son recuerdos que nunca los puedo arrancar de mi pensamiento. Han pasado 30 años, pero sueño todavía con ello».
Ernesto Díaz Rodríguez, 22 años encarcelado como preso político.
Ernesto Díaz Rodríguez, 22 años encarcelado como preso político.PLANTADOSFILMS
Agapito Rivera, 24 años encarcelado como preso político en Cuba.
Agapito Rivera, 24 años encarcelado como preso político en Cuba.
Ignacio Cuesta Valle, 29 años encarcelado como preso político en Cuba.
Ignacio Cuesta Valle, 29 años encarcelado como preso político en Cuba.
Ángel de Fana, 20 años encarcelado como preso político en Cuba.
Ángel de Fana, 20 años encarcelado como preso político en Cuba.

El diario oficial del régimen, 'Granma', se apresuró a calificar la película como «bodrio», lo cual llena de satisfacción a su director. «Le dije a una amistad que vive en la isla que me guardase el periódico para tenerlo como una condecoración. Que la película sea atacada por un medio tan impresentable como ése es un motivo de orgullo para mí», se jacta Vilaplana.

El proyecto llegó a manos del cineasta después de un azaroso recorrido: primero se contrató a un guionista francés, que escribió un argumento nada crítico con el castrismo y que reconoció su admiración por Fidel. Luego Fernández Pujals lo llevó a Hollywood para hacer allá una película con la productora de Mel Gibson, pero el nuevo guionista no admitió ningún cambio que le sugirieron los plantados supervivientes. Entonces De Fana y Díaz Rodríguez conocieron a Vilaplana por su trabajo como director de la serie Leyendas del exilio para América TeVé. Y se lo presentaron a Fernández Pujals, quien le encomendó el proyecto, que ha tenido que permanecer un año congelado debido a la pandemia.

El director incide en el hecho de que la dictadura comunista cubana es todavía un tabú entre la intelectualidad occidental. «Los festivales de cine y todas las instituciones están permeadas por la izquierda», lamenta. «Ésta es una película hecha en Miami, que aquí no es que se produzca mucho cine, y menos, cine latino, y el Festival de Cine de Miami no quería que participara», denuncia. «Así y todo, ganamos el premio del público. Llenamos siete salas en el estreno, mientras que el resto de películas no llenaban una. El presidente del festival no apareció ni por la conferencia de prensa ni en el estreno. Pero había películas que venían de la isla, patrocinadas por el Consejo Nacional de las Artes Escénicas de Cuba, y que recibían un tratamiento especial». En cuanto al pase de Barcelona, las entadas se agotaron rápidamente, lo cual genera un sentimiento agridulce en Vilaplana: «Doy gracias al festival, pero tampoco la pusieron a concursar».

CELDAS TAPIADAS

Aún así, el propio hecho de que alguien la vea es una alegría para todos los que han participado en el proyecto. «Mis compañeros y yo estuvimos en la cárcel de Boniato durante siete años consecutivos, prácticamente desnudos, en los calabozos de castigo. Las celdas estaban tapiadas y el calor, asfixiante. Teníamos que echar, cuando disponíamos de ella, un poquito de agua en el piso y tendernos sobre ese charquito para poder resistir el calor. Ahí estuvimos sin visitas, sin correspondencia, sin contacto con nuestros familiares. Recuerdo que a mi tía la desnudaban y la hacían saltar en cueros, a una anciana, para humillarla a ella también», relata Díaz Rodríguez. «Pero no estábamos dispuestos a hacer concesiones a un régimen que representa el odio y la maldad. Éramos conscientes de que luchábamos por una causa justa: que en Cuba retornara un sistema democrático, con justicia social, con libertad de expresión, con todas esas cosas que se practican en los países donde hay una verdadera libertad», prosigue el autor del libro 'Rehenes de Castro', que escribió durante su encarcelamiento en cajetillas de cigarrillos y papel fino que escondía de los guardianes. Y pese a los horrores sufridos, proclama: «No fueron capaces de derrocarnos. Sin que parezca una arrogancia de parte nuestra, y lo digo con toda honestidad, nosotros salimos victoriosos de esa etapa de enfrentamiento con el régimen comunista».


Fotograma de 'Plantados', la película, dirigida por Lilo Vilaplana.

 

UNA ADVERTENCIA

De Fana apunta igualmente que «'Plantados' no es tan importante como un recuerdo del pasado, sino como una advertencia del presente y del futuro. Los pueblos no deben olvidar los errores que cometen y los crímenes que se han cometido para quitar la libertad, para hacer daño».

En ese sentido, destaca una iniciativa: «Un hijo de uno de los plantados, Nerín Sánchez, está consiguiendo firmas para que la Real Academia de Española, reconozca la palabra plantado con ese significado que queremos que se quede: estar firme en sus principios, en sus valores y rechazar la ignominia».

Por todo ello, De Fana dice sentir «una gran repugnancia» cuando ve a partidos como Unidas Podemos, que mira para otro lado ante los crímenes del régimen cubano, cuando no lo apoya directamente: «Partidos políticos que dicen defender los derechos humanos hacen todo lo contrario al apoyar regímenes como el de Cuba y el de Venezuela. Y es peligroso. El pueblo español tiene que estar muy atento para no dejarse embaucar por la política de izquierda, que lo que va a hacer es dañar la libertad y la prosperidad. Está demostrado».

«Tiene que existir justicia con los que han cometido crímenes horrendos, pero no queremos que haya venganza, porque ésta disminuye la sensibilidad humana», sentencia Díaz Rodríguez antes de acabar con un mensaje positivo: «Si algún día Cuba llega a ser libre, sentiremos que nuestro sacrificio no fue en vano. Y lo estamos sintiendo ya cuando vemos a la juventud que se está rebelando. Hoy Cuba está llena de 'plantados' de un extremo a otro».

José Óscar Rodríguez, 22 años encarcelado como preso político

"Nos metieron en una celda de 20 pulgadas de ancho [medio metro] y seis pies [1.80 metros] de altura. Y en cada una metían a tres y a cuatro. El baño se sellaba y teníamos que orinar hacia fuera. Las heces las envolvíamos en un periódico que nos daban para limpiarnos y lo poníamos a la entrada para que hiciese de dique y no entrara eso y se llenara de gusanos".

Ernesto Díaz Rodríguez, 22 años encarcelado como preso político

"Recuerdo que en ese calabozo donde me tenían puesto en confinamiento solitario las ratas caminaban por mi cuerpo durante la noche. Me despertaba a veces de madrugada y había cuatro o cinco cucarachones grandísimos comiéndome los labios".

Gloria Argudín, 10 años encarcelada como presa política

"Yo estuve en el presidio político de mujeres de Plantada. Una madrugada me abrieron un hueco en el suelo en el bosque de Topes de Collantes, me pusieron delante de él y me dispararon con balas de salva como si me fueran a fusilar igual"

Basilio Guzmán Marrero, 22 años encarcelado como preso político

"Llegó mi madre con un grupo de muchachas. Conocía a mi madre, pero no conocía a los demás. Y le pregunté a mi madre: '¿Y ellos quién son?'. Una de ellas tenía un hijo en los brazos. Y mi madre me dijo: '¿Tú no reconoces a tus hijas?'"

Aracelis Rodríguez Sanromán, 15 años encarcelada como presa política.

"Fue algo terrible. Porque éramos una familia campesina muy unida y fuimos prácticamente diezmados por el gobierno comunista de Cuba"

Antonio López Muñoz, 28 años encarcelado como preso político

"Cuando entrábamos a los baños, desde el primer piso ellos nos daban en la cabeza con la culata del fusil".

Tomás Fernández, 18 años encarcelado como preso político

"Virgilio, cuando va a salir a que lo fusilen, me dice: 'Tomy, voy a gritar un ¡Viva Cuba libre! ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva el Directorio Revolucionario Estudiantil! que les van a traquetear los cojones'"


*Tomado del periódico español El Mundo. Cortesía del autor. 


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