Monday, March 1, 2021

El camaján barbudo



Por Rafael E. Saumell

Abel Enrique Prieto, cuyo apodo hace el título de estas líneas, ha intentado desprestigiar el tema musical “Patria y Vida” estrenado ayer, con rotundo éxito de audiencia en las redes sociales, por Yotuel Romero, Gente de Zona, Descemer Bueno, Maykel Osorbo Castillo y El Funky. El ex ministro de cultura, ahora al frente de Casa de las Américas, lo califica de “panfleto musical,” y afirma que “Cuba no renunciará a la consigna Patria o Muerte, una declaración de…Fidel Castro.”

Como van las cosas en Cuba hoy, parece que lo más probable sea la segunda opción, la muerte. Sin embargo, debemos de preguntarnos, ¿de quién?  y ¿de qué? ¿Del comandante en jefe? Objetivo ya conseguido. ¿Del socialismo? Igualmente. De manera que lo defendido por el Sr. Prieto es un acto de pura necrofilia por una persona y por una ideología fallecidas de muerte natural debido a la erosión biológica y política, respectivamente. Sin embargo, ciertos “asalariados del pensamiento oficial” (frase de Ernesto Che Guevara), han publicado en Granma, como respuesta a “Patria y Vida” varias respuestas al desafío: “Cantar a la patria, no contra ella,” Pedro de la Hoz; “Patria o Muerte,” de Pedro Jorge Velázquez; “¿Cuál patria y cuál vida?,” Teresa Melo.

En común muestran los tres autores una repetición del consabido guion patriotero, cocinado en el departamento ideológico del partido comunista. Con proclamas de amor a la tierra tratan de defender y afianzar el fracasado socialismo marxista-leninista a la cubana. Los adjetivos se repiten, la misma “ciudad canalla” y el invariable “capitalismo opresor” aluden al contexto donde nace la descarga contra el “viejo gobierno de difuntos y flores” (letra de Silvio Rodríguez). Los titiriteros son los de toda la vida, es decir el imperialismo, la CIA, la mafia. Manipulan, pagan a los cantantes exiliados y a los vendidos apátridas radicados en la depauperada capital.

Veremos con qué libreto se bajará el portavoz oficial, Humberto López, ante las cámaras de televisión. Con certeza los ideólogos del Ministerio del Interior, del PCC y de la Comisión de Moral Socialista lo enterarán de las desviaciones políticas, éticas y privadas de los intérpretes contestatarios. Habrá fotos y vídeos no aptos para cardiacos. A fin de cuentas, con muy buena razón en Cuba se dice “nadie sabe el pasado que le espera…” y por lo que vislumbra el futuro, tampoco. La imparcial legalidad socialista no les concederá a los atacados el imprescindible derecho de réplica. De manera que la jugada está cantada de antemano y el dominó, como expresa la canción, está trancado. Hay que darles agua a las fichas, empezar de nuevo y, sobre todo, cambiar a los jugadores, ellos saben quiénes son.

Cuando eso suceda, ¡oremos!, y continuando con la melodía, “El ratoncito Miguel” estará de fiesta. Hacia 1976 me informó Félix Benjamín Caignet Salomón, en su casa de La Habana, que él había compuesto esa canción, a mi entender levemente infantil, en medio de la dictadura del antiguo general mambí y entonces presidente dictador, Gerardo Machado Morales, derrocado en 1933. Hay una parte de la letra que le viene bien al estado actual de la Cuba de 2021: “La cosa está/que horripila y mete miedo de verdad, /usted verá/cómo de hambre un ratón se morirá, /no hay queso ya/y mucho menos una lasca de jamón, /vamos a ver/quién va a arrancarle a Misifú el corazón.”

2 comments:

  1. Se extiende la necrocracia, originaria de la Corea norteña, donde el difunto Kim Il Sung sigue siendo presidente titular, tras decenios de haberse ido a la tumba. Oremos por que la "solución biológica" acabe con la caterva de criminales usurpadores que se empeñan en destruir a nuestro país.

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  2. Compartido en cubanuestralaprimeradeescandinavia

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